Vínculos (Saint Seiya)

Capítulo 10. Calma

—¿Desde hace cuánto conoces a Aioria?.—Pregunto Shaina, quien ya había abierto una modesta botella de vino.

—Casi desde que llegué a Grecia, trabajaba en la escuela en la que yo estudiaba en aquel entonces, recuerdo que estaban remodelando varios sitios de los edificios, Aioria trabajaba en la construcción.

—¿Ahí lo conociste?

—Si...Yo siempre lo admiré, fue por él que quise convertirme en un gran arquitecto. Además... creo que fue ahí en donde él conoció a Marin.

—Ella era tu maestra ¿No es así?

—Fue la única persona que me ayudo y pensó en mi cuando mas lo necesite. En ese entonces... yo solo quería irme lejos de esa horrible escuela de riquillos en donde nunca sentí que pudiera encajar.

—¿Ella te ayudo a escapar?

—Me ofreció su casa, su compañía y sus consejos. En aquel entonces ella tampoco vivía en un buen lugar, era horrible, de hecho.

—Lo sé, tonto. Yo también viví ahí...El santuario... viviste muy poco tiempo en ese lugar como para saber lo horrible que en verdad era.

—El santuario... es un nombre... curioso.—Seiya se quedó pensativo, Hyoga había mencionado el mismo nombre cuando hablo de la organización que le había quitado todo, pero no lo considero con mucha seriedad, ambas eran cosas completamente diferentes.

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—...Ayer llegaste bastante tarde ¿Estuviste trabajando con Saori?.—Dijo Hyoga mientras se preparaba para salir.

—No, estuve con una vieja amiga que me visitó desde Grecia.—Dijo Seiya apresurado para vestirse y llegar a tiempo a su trabajo.

—Oh ya veo... una "amiga".—Dijo Hyoga con una mirada juguetona en sus ojos.—Ultimamente parece que tienes muchas amigas.

—Cierra la boca, ella es... fuimos... no importa.—Dijo Seiya molesto.—Y ya me voy.

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Pasaron algunos días y Seiya no había ido a visitar a Saori, por lo que Shun decidió llevarlo casi a la fuerza hasta la casa de la chica para la reunión que tendrían, era algo improvisado e informal y justamente eso era lo mejor de aquella tarde.

Todos estaban riendo mientras tomaban bebidas frías y contaban anécdotas graciosas.

—...Eso no estuvo tan mal como cuando tuvimos que golpear aquel chico... ¿Cómo se llamaba?.—Dijo Shiryu.

—¡Que horror! ¿Cómo es que aún recuerdas esa historia?.—Respondió Saori entre risas.

—Estaba completamente loco por ti y lo peor fue que no te dejaba tranquila.—Dijo Hyoga.

—Eso no es para nada lindo.—Comentó Saori.—¿Qué me dices tu Hyoga?...También había una chica, creo que su nombre empezaba con la letra "i"

—¡Oh cielos! No lo digas...

Todos reían al mismo tiempo, excepto por Seiya, quien estaba taciturno en una esquina del sofá, escuchando las anécdotas y cuestionándose a si mismo si había sido una buena idea asistir a aquella reunión.

—...habrá una pequeña fiesta de beneficencia, creo que industrias Kido donara un buen capital al hospital en donde piensas trabajar, Shun.

—Eso es fantástico, siempre hace falta tener los mejores recursos si se habla de temas de salud.