Capítulo 7. Opciones

130 16 5
                                    


—Esa si es una gran noticia, Shiryu, es estupendo.—Dijo Shun animado.

—Felicidades, amigo.—Dijo Seiya.—Aunque, aún no nos has dicho con quien te vas a casar.

—Shunrei.—Menciono Shiryu y su expresión se volvió en una mueca de ternura.—Ella es maravillosa, lo que más quiero es pasar mi vida junto a ella.

—¿La conociste en China?.—pregunto Hyoga

—Si, estuvimos asistiendo a un retiro juntos en la universidad y terminamos por enamorarnos.—Shiryu hablaba con mucho cariño de Shunrei.—Estoy más que feliz porque ella haya aceptado. Estaba muy nervioso, debí parecer un completo tonto cuando le dije mis sentimientos.

—Para nada, creo que ella vió el gran hombre que todos ya sabemos que eres... ¿Cuándo la conoceremos?.—Dijo emocionado Shun.—¿Irá a mi reunión?

—Mañana mismo, ella llegará por la tarde... se retraso porque debía terminar algunas cosas de su trabajo, pero estaremos en tu fiesta, Shun. Así podrán conocerla.

Aquella velada fue estupenda, casi demasiado perfecta, cada uno olvido por completo sus preocupaciones y se concentraron solamente en recordar bellos momentos y reírse de si mismos.

—————————

—Por fin.—Dijo Saori dejando caer en su nuevo sofá.

Estaba completamente sola por primera vez en su vida, no tenía ninguna clase de empleados que la ayudaran en su nuevo hogar y ella lo prefería así. Tatsumi y Miho renuentes se quedaron en el nuevo orfanato para hacerse cargo de la zona residencial, sería un lugar en donde los niños al crecer y ser adolescentes tuvieran en donde quedarse y continuar con sus estudios hasta que en la universidad y siendo mayores de edad tuvieran que marcharse; aquel era un proyecto que Saori había querido concretar desde hace mucho tiempo pero su abuelo estaba demasiado arraigado a aquella mansión que jamás accedió a mudarse, pero ella era diferente, ella quería su independencia y quería también momentos para estar completamente sola y pensar y meditar. Su casa quedaba casi a medio camino entre industrias Kido y la mansión Kido, ella había decidido por ese lugar antes de que el consejo de accionistas le negara la presidencia, pero no importaba, su casa era hermosa, no era una mansión pero tampoco era demasiado modesta, era minimalista, elegante y estaba reluciente, Saori se identificaba muy bien con su nuevo hogar. Aún quedaban demasiadas cajas por desempacar pero se sentía libre y por primera vez desde que había muerto su abuelo se sentía con un momento de calma. Tanta era su paz interior en ese sofá que se quedo dormida ahí mismo con la ropa puesta.

Su celular comenzó a sonar temprano y la chica se despertó con un sobresalto.

—¿Si?.

—No me dijiste que te mudarías tan pronto.—Dijo Shun al otro lado del teléfono.—Pude haberte ayudado a acomodar y quizás a cargar las cosas pesadas.

—No te preocupes, aún queda mucho por desempacar.

—Entonces iré para allá y pasaré por el desayuno.

Saori había pasado dos días muy ocupada atendiendo el asunto de su mudanza, acomodando y sacando las cosas de cajas de cartón junto a Shun y atendiendo a los abogados del caso de Hyoga, ese asunto se retrasaría aún mas debido a los legítimos papeles que había firmado su amigo, sus abogados tenían que encontrar huecos, analizar historiales y usar algún descuido por parte del "santuario" a su favor, le aseguraron que aún no era un caso perdido pero se tendría que trabajar mucho y por mas tiempo para resolverlo, al menos todavía quedaba algo de esperanza.

Vínculos (Saint Seiya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora