El misterio de Potter

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Hola a todos, Les traigo algo cortito que tenia guardado. Lamentablemente ya no tengo el tiempo libre que tenia antes para seguir escribiendo entre la casa, los bebes y el trabajo, tampoco tengo a mi beta ahora ): Pero quiero que sepan, que aunque me cueste mil años terminare esta historia. ya la imagine, tengo en mi mente todo lo que quiero para ella y los personajes, así que iré escribiendo de a poco según mis posibilidades. 

disfruten la lectura

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Harry se sentía agotado, prácticamente llevaba mas de 5 horas encerrado, en una pequeña habitación de no más de 10 metros cuadrados, pero atiborrada de frascos y especias, con un olor que cada minuto se volvía mas nauseabundo al concentrarse el vapor de las pociones que el profesor Snape preparaba. Una tras otra las preparaba, obligaba a Harry a beberlas y al no obtener el resultado deseado, volvía nuevamente a preparar otra, no sin antes haberle dado a la fuerza casi la mitad del estante de posiciones ocultas detrás de un pequeño librero dentro de su despacho.

- Profesor...- el rostro de Harry se contrajo en una mueca nauseabunda – sin animo de ofender, mi cuerpo ya no resiste tantas posiciones ¿podríamos continuar mañana? - el mayor se sentó lentamente en la butaca que se encontraba frente al caldero burbujeante.

- Mañana a las 9 – respondió, mientras estiraba su cuello hacia atrás y con sus manos tomaba su cabello para amarrarlo en una coleta.

Harry miro el proceso, le pareció bastante fascinante, jamás había visto a Snape con el cabello atado, se veía bastante más joven, el tener su rostro despejado le quitaba por lo bajo unos 10 años. Harry se levanto lentamente mientras continuaba viendo la escena. Severus levanto la mirada y Harry se sonrojo al ser sorprendido mirándolo, un silencio profundo se asentó entre los dos, interrumpido solo por el burbujear de la poción, Harry se dio cuenta de lo que estaba haciendo y rápidamente tomo su capa y salió corriendo del lugar, no se detuvo hasta llegar al hall principal del castillo, jadeo unos minutos mientras recuperaba el aliento por la carrera y al sentirse más tranquilo se dirigió hasta las orillas del lago, donde se quedó hasta que dieron las 6pm y se dirigió al gran comedor.

En las mazmorras, Snape trataba sin resultados descubrir que era lo que sucedía, repasaba mentalmente toda la información que poseía y aun así no entendía que era lo que había ocurrido con el mocoso. Entre todas las pociones que probo ese día, ninguna hacia efecto, ni la poción para recuperar la memoria, o la de proyección de pensamientos, el veritaserum, hasta probo 2 nuevas creaciones que aún no había patentado para ampliación de deseos ocultos, varios encantos, incluido el contra hechizo del obliviate ya no se le ocurría que mas intentar, pero lo que si estaba claro era que Potter tenia algo, ¿Qué era?, aun no lo sabía, pero, no era normal perder los recuerdos de las de 12 horas y no tener aunque sea el menor rastro de lo que lo provoco.


Hasta el momento, la única opción que veía Snape era mantener vigilado a Potter, sea lo que sea, que estuviese pasando, si no era una extraña coincidencia, era obvio que volvería a suceder y él debía estar presente, nunca llegaría el día en que Severus Snape se encontraría sin una solución a una tarea autoimpuesta y mucho menos por culpa del mocoso de Potter.




Los siguientes días fueron una verdadera tortura para Snape, no bastaba con tener que estar pendiente de las tareas que tenia como profesor, en una escuela donde varios alumnos deambulaban ociosamente, buscando travesuras para realizar en el receso de invierno, si no, que también debía seguir los pasos de Potter, ¡pero que chiquillo más insufrible!.

En ese par de días en que Snape siguió la rutina de Harry, se dio cuenta de 2 cosas. Primero, Potter tenia 2 estados de ánimo, uno lo hacia volverse el mocoso mas inquieto del castillo y el segundo un melancólico trapo de lágrimas, pero sin las lágrimas. El primer estado de ánimo provocaba que en menos de 5 minutos realizara actividades que nunca concluía, eso afectaba odiosamente al pelinegro, su pequeña obsesión por el control y el orden no le ayudaban mucho, al ver todo lo que hacia en esos momentos el ojiverde, por lo que varias veces estuvo tentado a gritarle unos cuantos improperios para que se mantuviera enfocado, lo bueno es que nunca lo hizo, pero así como sin aviso comenzaba su locura inquietante de movimientos y actividades sin razón, terminaban abruptamente, dejando a un moreno desganado, nervioso y mirando al vacío muchas veces antes de desaparecer hacia la torre de su casa.

La segunda cosa de la que se percato Snape fue que, al parecer, Potter no era un santo como todos creían, aunque ellos no supieran, desde que su ahijado había vuelto de su corta estadía en su hogar, varias veces descubrió a los dos jóvenes a solas escondidos en algún rincón del castillo platicando, riendo de chistes sin ningún apiste de decencia, o simplemente sentados en silencio observando el paisaje, por lo que Snape estaba seguro que algo mas ocurría, no todos los días ves que dos enemigos declarados ante toda la escuela, se llevasen tan bien a escondidas, pero frente a otras personas, siguieran profesando su infinito odio, que obviamente ya no era real. Esto era algo que merecía la pena investigar y el sabia la forma perfecta de descubrir lo que sea que estuviesen planeando. 

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⏰ Última actualización: May 19, 2021 ⏰

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