Confesión - Pesadillas - Draco

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-¿Profesor?- Harry no podía comprender nada, ¿Qué sucedía con Snape?

-No entiendo profesor, ¿a qué se refiere con lo siento?- trato de decirlo con un tono de voz que sonara normal, pero los nervios lo engañaron y sin darse cuenta bajo la cabeza, como si fuese un pequeño niño al que retaban por haber pintado las paredes en un intento de mitigar el aburrimiento.

El mayor paso su mano a través de su cabello mientras mantenía los codos sobre la mesa, en una posición de absoluta resignación, Harry ya no dijo nada, guardo silencio durante largo tiempo, no sabía cuantos minutos habían pasado, o si fueron horas, en el despacho solo se escuchaba la respiración de los dos únicos ocupantes del lugar. Era un silencio incomodo, pero al mismo tiempo expectante para Harry, sabía que lo que vendría a continuación, cuando Snape se dignara a hablar, no sería nada bueno, por lo que se dispuso solo a mantener su cabeza gacha y no apartar la vista de sus zapatas, que por muy extraño que sonara, en ese momento eran el objeto más increíble del mundo, delineando las suelas, incluso contando las puntadas en la costura externa de estos....

-Señor Potter- Harry dio un respingo, estaba tan concentrado que no se dio cuenta cuando el mayor había salido de sus pensamientos para prestarle atención a él – quiero disculparme por no prestar la atención necesaria a su... digamos problema-

-No entiendo Profesor, yo debería disculparme – Harry levanto su cabeza, pero no hizo contacto con los ojos de Snape, su vergüenza era descomunal, ya no podría verlo a la cara nunca más – yo prometí no caer más, pero lo hice y ni siquiera tuve la decencia de decirle o hablar con usted –

-Entonces, esta no es la primera vez que falta al acuerdo que teníamos – Harry levanto la vista hacia el mayor al darse cuenta que había confesado, prácticamente todo, y sin darse cuenta – ya veo ....-

Ahí estaba de nuevo, esa mirada, no sabía que significaba, o mejor dicho, no quería reconocer lo que decía esa mirada, que por primera vez le entregaba el porcionista, lo hacía sentirse sucio, más sucio que nunca, ni siguiera en los momentos en que se arrepentía de lo que había hecho con el joven de Hufflepuff se había sentido así, como la ultima escoria a la que tener consideración en este mundo, como si todo lo que había hecho le dejase una marca que deformaba su cuerpo, y que provocara que ya no fuese humano ante los ojos de él mismo.

Su cuerpo se estremeció, su pulso se acelero, no podía enfocar correctamente la vista en ningún lugar, su conciencia se estaba nublando, sentía como la ansiedad de atacaba, como hace mucho no lo hacía, era peor que antes, nunca pasaba tan rápido, siempre habían señales que le advertían lo que sucedería, pero ¿Por qué no en esta ocasión?, ¿Por qué por primera vez su cuerpo le traicionaba de tal manera?.

-Señor Potter debo decir que siempre tuve mis sospechas- continuo hablando Snape – Pensé que luego de la charla que tuvimos en las tres escobas, era racional, que se tomara su tiempo para pensar en aceptar la ayuda que el profesor Dumbledore y por asociación la que yo le entregaría-

Harry ya no podía escuchar las palabras de Snape, su concentración giraba en torno a mantener un ritmo adecuado de respiración para no hiperventilar y controlar los espasmos musculares que estremecían su cuerpo cada cierto tiempo.

-Pero supuse que no la aceptaría, luego de ver pasar las semanas y que su estado de ánimo no mejorara, por el contrario – regaño el hombre – cada vez se aleja más de los que dice son su amigos – Snape comenzaba a impacientarse a medida de que la conversación avanzaba "¿es que no piensa defenderse?, ¿no explicará su comportamiento?, o ¿ya no le interesa que suceda con él? Lo último lo pensó con un deje de tristeza – ¡por eso ha sido llamado al despacho de la directora!, ¡todos están preocupados por su estúpido afán de auto destrucción!, pero al parecer no le interesa nada, ¡ni siquiera pone atención a mis palabras! –

Noches OscurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora