⇰ IV

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【004; Trunks】

Apenas desperté, lo miré. Estaba sentado al lado de mí, con la espalda recargada en la cabecera de la cama, la consola en las manos y un mohín en sus labios. ¿No es demasiado temprano para estar despierto?

Al menos para él. Estoy más que enterado de que su día no empieza hasta las 12, y si puede, hasta la 1 de la tarde. El sol apenas está saliendo, son las 7 de la mañana.

- ¿Qué estás haciendo? - Pregunto somnoliento. Las luces están apagadas y la única luz que hay es la de la consola que le pega a Goten en toda la cara. Eso le hará daño y más si la tiene tan cerca.

-Estoy jugando. -Sí, discúlpame, es que estoy algo ciego.

Olvidé que con este chico debo pensar bien mis palabras.

- ¿Qué haces despierto?

-No podía dormir.

- ¿Qué? -Acomodo mi almohada y me recuesto de lado. - ¿Desde cuando estás despierto?

-Desde las 5. - ¡¿Las 5?! ¡¿Por qué no me despertó?!

- ¿Por qué no me levantaste? -Ni siquiera ha volteado a verme, está muy ocupado en ganarle a su contrincante. Sus dedos son agiles en cuanto al movimiento de los controles, pero, realmente es muy torpe con sus manos. Me sorprende que no haya roto la consola ya.

- ¿Para qué iba a levantarte? Además, estabas muy dormido. -Frunce el ceño. -Pisé un Lego y grité y aun así no te despertaste. -Reí.

- ¿Pisaste un Lego?

-Estaba oscuro. -Protesta. -Y a parte, Pan no recogió nada anoche. -Sonrío encantado. Se despertó hace horas, pero su cabello y ropa lo hacen ver como si hubiera salido de la cama hace apenas unos minutos. Es tan descuidado con su apariencia.

-Oye, ya, deja eso. - Estiro el brazo para quitarle el juego de las manos.

- ¡¿Eh?! ¡Oye, pero-pero le estoy dando una paliza a Marron! - Pongo la consola en la comoda de mi lado.

- ¿Marron también estuvo despierta desde temprano? -Pregunto tratando de desviar su atención por el juego. Pero, no funciona del todo. Se estira por encima de mí mientras habla.

-Dijo que tuvo una pesadilla y nos pusimos a jugar. -Alejo más el juego de su alcance y se voltea a verme con un puchero. Está molesto. Dios, como quiero besarlo ahora.

Estiro los brazos y lo atrapo entre ellos. -Duérmete. -Lo recuesto contra la cama pegado a mí.

- ¡No tengo sueño! ¡Ya es de día!

-Pero te hacen falta horas de sueño, vas a andar por ahí con unas enormes ojeras. -Se retuerce por un momento, pero al final cede. Deja de moverse y queda tranquilamente resguardado en mis brazos. Su cabello me pica la nariz, huele al shampoo de Gohan y Pizza de microondas. ¿Se levantó a comer mientras yo dormía? Imagino que el hambre fue lo que no lo dejó dormir.

O la pesadilla de Marron. Debió llamarlo para que la acompañara el resto de la madrugada.

- ¿Ya? -Pregunta y yo evito reír por su desesperación. Su energía es incontenible, ¿qué se le va a hacer?

-Aun no, todavía tengo sueño.

- ¡Pero yo no! - Peino su cabello con mis manos, no puedo evitarlo, me gusta mimarlo. Lo admito. Su madre lo educa y yo lo deseduco. Perdón.

- ¿Tienes hambre? -Su rostro lleno de ilusión se asoma entre mi agarre. Está pegado a mí y ha dejado de moverse. Entonces, con una emoción característica de su voz, responde:

Siempre a tu lado | TrutenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora