CAPITULO II Un sentimiento de agonía.

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El tiempo pasó y eso trajo consigo muchos sucesos que causaron un gran cambio en la historia.

Con la llegada del primer caballero más joven en la historia, un candidato al trono fue elegido. La incertidumbre creció, trayendo consigo problemas que tuvieron que resolver antes de la toma de poder por su parte, ya que aun cuando no lo demostró, esa noticia le sorprendió, jamás se imaginó que la sagrada escritura lo escogería a él, puesto que en un principio no tenía deseos de gobernar. ¿Qué significaba aquello?

Hasta para él mismo fue un misterio la forma de proceder de la sagrada escritura, igualmente, él siguió el deseo pautado por el destino, principalmente, porque la persona que él decidió apoyar, deseaba que él tomara el poder a toda costa. ¿Estaba siendo egoísta por tener esas razones para gobernar? No lo sabía y tampoco andaba buscando una respuesta, lo único que siempre tenía claro es que quería ser el apoyo de Dewis, y si para eso tenía que volverse emperador, entonces lo sería.

Muchas personas seguramente pensaron en él como un ser egoísta, porque hizo lo que quiso en todo momento sin arrepentirse. Compartió la misma habitación con Dewis, contradijo a personas importantes, regaño a diferentes personas, en conclusión, Kari todo el tiempo solo hizo lo que le vino en gana, sin preocuparse mucho de las consecuencias. Sabía que iba a ser el centro de atención, que muchos lo juzgarían por actuar así, pero... ¿Acaso eso lograría que se arrepintiera de todo lo que hizo? Jamás.

Al final logro triunfar, en muchos sentidos diferentes. Kari no supo reconocer su deseo de posesión hasta que se encontró en aquella posición donde tenía que tomar la decisión de sostener o dejar ir. Cada vez que miraba a Dewis tenía el mismo pensamiento, de que no deseaba que el otro hombre se fuese a otro lugar, no sabía qué le motivaba a pensar de esa forma, solo sentía que si le quitaba la mirada por un momento, este simplemente desaparecería de su vista. En la mayoría del tiempo, no estuvo muy lejos de tal pensamiento.

Porque con cada mala situación que se le presentaba, Dewis siempre terminaba siendo el más afectado. Ese hecho lo enojaba enormemente, pero lo único que podía hacer era tratar de sobrellevar el asunto con calma.

Al final, algo dentro de él le decía que Dewis siempre volvería a su lado. No estuvo tan equivocado con ese pensamiento.

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Aunque habían comenzado a darse besos, Kari seguía sin terminar de comprender el asunto sobre el amor. El momento en que concluyó sobre eso, fue la primera noche que estuvieron juntos.

En aquella ocasión cuando estuvieron en Lak y pasaron la noche juntos, fue un momento crucial para Kari, ya que allí se dio cuenta de sus verdaderos sentimientos. Luego de tantos problemas y ver como se volvían el centro de los chismes, Dewis se encontraba en su habitación, tenía que decir que aquello se trataba de su primera vez. Aunque llevaban un tiempo compartiendo su tiempo, jamás llegaron a dormir en el mismo cuarto, porque no llegaban al punto de quedarse a dormir en la casa del otro, siempre volvían a la propia, pero ese no fue el caso en esa ocasión.

Ambos eran conscientes del hecho de que en Lak compartir habitación significaba más que solo eso, aun así, el hecho de que Dewis estuviera en su habitación en aquel entonces, le hizo sentir realmente bien, porque los dos tenían presente aquello con respecto a las tradiciones de Lak. Hasta ese momento solo se habían besado, besos que Kari tenía que admitir le gustaban al punto de no querer detenerse, si fuese por él, besaría a Dewis en cada oportunidad que tuviera, pero sabía controlarse, más aun cuando el otro parecía querer que lo hiciera.

Mi niño amadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora