Solo cuentame algo de ti

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No había hablado con Leila desde que había intentado besarla ya que ella me había evitado completamente la semana entera, ya era sábado por la mañana y había decidido ir a su casa para hablar con ella y disculparme. Tomé las llaves del viejo auto de mi madre y salí, era un día realmente lluvioso, ya estaba frente a su casa tocando el timbre, el guardia me dejó entrar al decirle que era un compañero de clases, había aparcado el coche y me encontraba tocando el timbre de su casa la puerta era realmente gigante, una criada me abrió y me dijo que esperase un momento en la sala de estar, la casa era mucho más increíble por dentro, escuché como alguien bajaba las escaleras, Leila, mi boca cayó abierta, ella estaba vestida con una falda corta y un top, era sencillo pero se veía tan sexy.

-¿Qué haces aquí?-. Me preguntó aburrida.

-¿Podemos hablar?- Ella me miró como tienes que estar bromeando, -¿Por favor?-. Ella puso los ojos en blanco y asintió.

-Vamos sígueme-. La seguí y salimos de la casa y fuimos hacia los jardines, había parado de llover pero aún estaba muy nublado ella caminaba frente a mí.

-Así que ¿De qué querías hablar?-. Me preguntó de espaldas a mí.

-eh, bueno yo, quería disculparme, por, intentar besarme-.

-mm ¿eso es todo?-.

-Sí, bueno no, emm-. Ella soltó una pequeña risilla y se giró hacia mí sin dejar de caminar alreves.

-Oye te puedo preguntar algo-.

-mm Claro-.

-Qué quieres  hacer luego de que termines la escuela-. La pregunta me tomó de imprevisto.

-mm creo que quiero alejarme de este lugar-.

-Pero este es tu hogar ¿qué haces que quieras alejarte de el?-.

-Bueno… no quiero quedarme atrapado aquí talvez trabajando en algún repuesto o algo, no sé Leila, y tu ¿Y tú qué harás luego de que te gradúes?-. Se detuvo de caminar y pensó en mi pregunta.

-Yo… la verdad es que no lo sé, talvez me quedé aquí-.

-¿De verdad? ¿Es que no quieres ver al mundo?-.

-Creo que he tenido suficiente de ver al mundo-. Fue un comentario algo extraño.

-¿Es que has viajado mucho?-.

-La verdad no, ¿tu?-.

-Durante toda mi vida he estado en Green Mountain, no sabes lo ansioso que estoy por salir de aquí-.

-mm- Leila volvió a caminar. -¿No te daría miedo salir del lugar en el que has estado toda tu vida?-.

-Sí, pero no dicen que hay que tomar riesgos, no sabes si te irá mejor saliendo del lugar al que estas acostumbrado aunque no sea tu zona de confort-.

-Sí, pero tampoco sabes si te irá mal y tendrás que volver al lugar que dejaste y cuando te vas no es lo mismo cuando vuelves-.

-La vida se hizo para tomar riesgos, si le tienes miedo a la vida como se terminará de una forma monótona, arrepintiéndote de no haber hecho nada-.

-Mm interesante, sabes creo que el señor Darcy al principio no quería tomar el riesgo de estar con Elizabeth y era igual para Elizabeth, tenía miedo, supongo, de salir lastimada por el señor Darcy, pero al fin y al cabo los dos apartaron sus miedos y decidieron arriesgarse, el miedo es lo que nos detiene, ¿no?-.

-Sí, te imaginas que nadie se hubiese tomado el riesgo de inventar, por ejemplo un avión, el inventor tuvo que hacer muchas pruebas y aguantar muchos errores, pero no se detuvo, es que, ¿qué es el humano si no toma riesgos?-. Leila pareció analizar lo que le había dicho.

-Buen punto-.

Comenzaron a caer gotitas de lluvia y llegamos a un pequeño quiosco de madera cubierto por enredaderas de ramas y flores, entramos en ella y Leila se apoyó en una de las columnas del lugar mirando como la lluvia caía, duramos un par de segundos en silencio, Leila pensaba en algo, me hubiese encantado saber que pensaba.

-Cuéntame algo de ti,  Lion-.  Los dos estábamos apoyados en columnas uno frente al otro, yo de un lado y ella del otro.

-¿Qué quieres que te cuente?-.

-No lo sé, lo que quieras, tu vida, lo que te enoja, lo que te hace feliz, a que le tienes miedo-.

-Mmm ¿tienes tiempo?-.

-Bastante-. Yo sonreí.

-Bueno… mi madre me puso Lion porque nací en agosto, mi padre murió cuando tenía 6 lo mataron unos ladrones por su auto, a veces trato de recordar su rostro pero no puedo sin ayuda de una foto, a veces hablo con la foto de mi padre, mi madre toma muchísimas horas extras por lo que la mayoría del tiempo estoy solo, el año pasado Rosemary era mi novia pero terminé con ella porque se acostaba con otro, no era como que realmente la quería pero estaba con ella porque era lo que todos esperaban, soy un poco narcisista, aunque no me esfuerce mucho siempre sacó buena nota, me gustan las palomitas con mantequilla de maní, realmente odio a las arañas y a las serpientes- Le estaba contando mi vida a una chica a la que apenas conocí hace unas cuantas semana, ella me miraba atenta y divertida –Me encantan las estrellas desde que leí el principito, me enamoré por primera vez a los 10 de una chica que se llamaba Chelsea, mi primera novia se llamó María, era mexicana, duramos 1 año juntos, cuando me dejó lloré dos días, cuando te vi por primera vez pensé que te parecías a la niña del aro y que eras muy extraña, creo que eres muy sexy, odio tus lentes, y creo que ya eso es todo lo que tengo que contarte-. Ella sonrió

-Parece que tu vida no es solo sol y arcoíris, también hay tormentas, y en serio te gustan las palomitas con mantequilla de maní-. Yo sonreí.

-¿De lo que te conté eso fue lo que más te impactó?-. Dije divertido.

-Eso y, crees que soy sexy-. Dijo riendo.

-Sí, sabes… ni siquiera sé porque te conté todo esto si ni siquiera te conozco bien y durante estas pocas semanas de conocerte ya te he contado más de lo que le he contado a mis amigos en 15 años, ¿no es algo extraño?-.

-Tal vez un poco-. Yo puse el rostro serio.

-Es una broma, tal vez solo te sientes más cómodo hablando con alguien que no espera nada de ti, que no cree que eres perfecto, ¿no?-.

-¿No crees que soy perfecto? Eso me ha dolido-. Dije poniendo una mano en mi pecho como si me doliese, ella negó con la cabeza.

-No en absoluto-.

-¿Y tú?-.

-¿Qué pasa conmigo?-.

-Cuéntame algo de ti-. Ella volvió su mirada hacia la lluvia.

-La verdad es que no hay mucho que contar, vamos, volvamos-.

-Espera, ¿no me vas a contar nada de ti?, por lo menos dime que pensaste cuando me viste por primera vez-.

-Mm ¿qué pensé?- Yo asentí –Cuando te vi en el autobús por primera vez pensé, que rayos hace con unos lentes en un autobús, y que eras un chico que tenía el cerebro en sus brazos y en sus pantalones-. Wao que directa.

-Y ahora ¿qué piensas?-. Dije acercándome a ella, vi como su cuerpo se tensó.

-Bueno pienso que… deberías alejarte de mí e irte-. Dijo y luego salió del quiosco, y ahora llovía con mucha más fuerza,  dejándome extremadamente confundido, salí en su búsqueda, tratando de ver entre la lluvia, la vi corriendo y la alcancé, agarré su brazo y la detuve y le di la vuelta para que me mirase, parecía que estaba llorando, aunque tal vez solo fuese el agua.

-¿Leila?-.

-Lion por favor solo… solo déjame en paz-. Se soltó de mi agarre y yo me fui.

Nota: Realmente este ha sido mi capítulo favorito, aquí en donde ellos realmente comienzan a conocerse, comenten, voten y publiquen, quiero saber quepiensan de los personajes.

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⏰ Última actualización: Feb 28, 2015 ⏰

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