Narra Harry:
Apenas ella se bajo del auto, volví a mi realidad, a mi aburrida realidad. Cuando estaba con ella todo parecía perfecto, no me importaba nadie ni nada. Solo quería verla sonreír y que nadie le haga daño. Que nadie si quiera piense en molestarla solamente por salir conmigo, un chico afortunado. Ella era tan, delicada, simple y extraordinariamente hermosa. ¿Cómo podía permitir que sufra?
Ella se convirtió en mi prioridad el día que la vi, el día que supe con ella quería sentar cabeza.
Por eso mismo, cada vez que _____se alejaba de mí, sentía un extraño dolor. Un dolor que no cesaba hasta que la volvía a ver. Jamás me había sucedido eso con ninguna chica y no podía dejar que unos estúpidos paparazzis y programas de televisión lo arruinen.
Narra _____:
El martes paso rápido, aunque Caroline aun seguía enfadada y ahora también con Julio por apoyarme. Mis compañeras del instituto no podían dejar de mirarme, susurrando cosas en voz baja. Hasta que una se decidió y se acerco a mí, era un año más chica y su mirada estaba iluminada.
-¿Estas saliendo con Harry?- me pregunto.
-Yo no diría salir, solo somos… amigos- mentí con la voz más serena que pude.
-Promete que cuando estén de novios no lo alejaras de las fans, es lo unico que las Directioner’s te pedimos- me dijo tomándome las manos.
-Jamás dejaría que él se aleje de ustedes, las adora.
Eso sirvió para que durante todo el resto del día nadie más me mire mal o me pregunte por Harry. Julio también se estaba convirtiendo en famoso, ya que Harry vía Twitter lo había comenzado a seguir y le twitteo “¡Gracias por dejarme hermano! Prometo cuidarla” Claramente eso dio mucho para hablar pero los dos decidimos decir que era por su perra, ya que si decíamos que eso se refería a mi… Dios nos ayude.
El miércoles paso con lentitud, no veía la hora de que el timbre suene y poder irme con Harry a su prueba de vestuario. La última clase del día era Literatura y para mí eso era el peor de los aburrimientos, todas las ultimas clases se había dedicado a hablar de Romeo y Julieta. Un libro que me conocía de memoria. Julio también lo había leído y por eso nos poníamos a jugar a juegos infantiles en la hoja para pasar el tiempo.
Luego una larga media hora, el timbre sonó indicándome que la jornada había finalizado.
Con julio habíamos ideado un plan y ahora lo estamos poniendo en marcha. El llamaba la atención de las muchachas y yo me escabullía por la puerta trasera. Así que cuando el fingió caerse y todas lo ayudaron, yo corrí hasta la puerta trasera. Al abrirla me encontré con Harry en su auto, traía un bonito gorro de algodón azul.
-Hola, linda- dijo cuando subí al auto, me beso la mejilla tiernamente- ¿Cómo estuvo tu día?
-Aburrido- admití- Aunque hoy tú fans no me quisieron comer viva, es un gran avance.
Espere que suelte una risita como lo hacía cada vez que bromeabas sobre sus fans pero a diferencia de las otras veces, me miro a los ojos y me tomo las manos, como si estuviera esperando el momento para confesarme algo.
-Prometo que nadie te hará daño, ______, te prometo con mi vida que no dejare que nadie jamás te haga daño.
Eso realmente me tomo por sorpresa, su repentina protección hacia mí. Su mirada tan sincera y tierna, no tenía dudas de que hablaba enserio. Hacía más de una semana que nos habíamos visto por primera vez, desde que los dos sentimos esa conexión especial. Y luego hablamos, el tan sincero al decir que no había dejado de pensar en mí. Todo eran piezas de un rompecabezas que de a poco comenzaba a entender, él quería hacer las cosas bien, quería demostrarme que seguía siendo ese chico que concurso en The X Factor hace dos años y medio.
-Gracias…-susurre sin saber que decir.
-No quiero asustarte- dijo volviendo su vista al frente- solo quiero que sepas que no te dejare, que te cuidare.
El resto del viaje hablamos sobre cosas sin mucho sentido, nos echábamos a reír cada vez que podíamos. Verdaderamente disfrutaba estar con él. Más de una vez nos vimos obligados a agacharnos para ocultarnos de los paparazzis. Que cada vez comenzaban a molestarme más, eran estúpidos y entrometidos.
Estábamos hablando sobre mi escuela cuando de pronto, en la radio comenzó a sonar “What Makes You Beautiful”. Harry comenzó a reír e intento apagarla pero yo le quite el brazo riendo.
-Cántala para mi- suplique.
-¿Ya no es suficiente que me tengas que oír con esa voz de niñito?- pregunto, gracioso.
-Por favor- pedí, bajando mi labio inferior como un perrito.
Harry rio.
-Está bien pero solo la parte de mi solo, nada más.
-Hecho- ambos tatareamos en voz baja la vieja canción que a Harry parecía apenarlo. Para mí su voz era tan tierna, un poco más chillona a lo que es ahora su voz grave y seductora. Había madurado mucho en los últimos dos años.
Cuando la parte de su solo llego, la voz juvenil de Harry fue cambiada por una voz grave y dulce. Los tonos entonados perfectamente y su melódica voz erizándome la piel. Sus ojos brillando mientras cantaba. No cavia dudas, amaba lo que hacía.
-Tienes una voz hermosa, Harry- le dije sonriendo- Me encanta que me cantes.
-Si te encanta, lo hare más seguido- me contesto, sonriendo.
El edificio donde su vestuarista guardaba su ropa era casi a las afuera de Londres, Harry condujo tranquilo, contándome más detalles sobre su carrera y las giras. Sus fans, que el amaba tanto. Y yo comenzaba a entender porque ellas los amaban tanto, eran cinco magníficos chicos predestinados para llenar de alegría a muchachas.
Harry me abrió la puerta al bajar, entrelazo nuestras manos y juntos entramos hasta el departamento.
-¡Styles! ¡Tarde otra vez!- Chillo Liam imitando a una anciana.
Los otros cuatro chicos me miraron fijo, yo baje la mirada.
-Ella es, _____-me presento Harry.
-Hola- salude levemente sonrojada.
Me saludaron alegres, los cuatros muchachos parecían estar más que felices por Harry, como si hubieran esperado el momento por años. Mientras él me enseñaba fotos de sus giras y yo miraba la bella ropa que usaría para su gira mundial, una señora de piel morena apareció.
-¡Vamos, todos a cambiarse!- les grito. Harry me beso la mejilla y rápidamente se metió en otra habitación junto a los cuatro muchachos. Yo tome asiento en un sofá, aun con el móvil de Harry en mis manos.
-_____, ¿cierto?- pregunta una voz femenina. Yo me gire y me encontré con una de las chicas que vi en Funky Budha, si no me fallaba la memoria era la novia de Liam. Yo asentí levemente, sonriendo- Soy Danielle- Se presento, se sentó junto a mi- He oído maravillas de ti, Harry ha estado emocionadísimo contigo.
Solté una leve risita.
-Me lo han dicho- confesé.
-Me encanta ver a Harry así de feliz- sonrió- hacía tiempo que no lo veíamos tan sonriente y enamorado. Y estamos felices que no seas ninguna perra que solo busca fama- rio.
-Me encanta a mi hacerlo feliz- reí levemente.
Entonces las puertas se abrieron y los cinco muchachos salieron modelando con poses ridículamente sexy. Danielle y yo estallamos en risas, Harry se volvía un niño cuando estaba con ellos. Hacia bromas y posaba para las fotos con poses ridículas, el fotógrafo también reía por lo bajo. Me hacia feliz ver como se divertían, haciendo algo tan aburrido como una sesión de fotos.
-¿Recuerdas nuestra primer sesión de fotos?- pregunto Niall, riendo- Todos parecíamos muñequitos de tortas de boda.
-Concuerdo- Estallo Liam en risas.
Luego de una larga hora riendo, la sesión termino y Danielle y yo nos dimos un respiro. Fuimos hasta un Starbucks donde la novia de Louis, Eleanor, nos esperaba. Compramos el café y volvimos al edificio las tres juntas donde los chicos jugaban futbol con una bola de papel.
-¿Qué te pareció nuestra sesión de fotos?- pregunto Harry acercándose a mí.
-Fue muy interesante- admití bromeando- ya puedo ser una modelo profesional.
Harry me abrazo por detrás con sus brazos, para él, era un gesto común. Para mí, era un gran paso, mi corazón latía con fuerza cada vez que el me tocaba. Era un contacto íntimo y dulce, que a mí me volvía loca.
-¿Aceptas venir a mi casa esta noche a cenar? Yo cocino- Me pregunto sonriéndome.
-Acepto- me beso la mejilla tiernamente.
voy a hacer un maratónnnnn
