Capitulo 12 (Maratón 3/6)

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Las puertas del ascensor se abrieron volviéndonos a la elegante cena. La fría mano de Harry busco la mía rápidamente, yo entrelace nuestros dedos con fuerza dándole la seguridad que el necesitaba. Me miro con sus bellos ojos verdes y sonrió, el no parecía ser consciente de todas las emociones que provocaba en mi solo con mirarme y sonreír. El mundo parecía detenerse cuando el sonreía; me alegraba cada día, cada minuto de mi existencia, cada latido de mi corazón.
Caminamos hasta la mesa donde los chicos se encontraban, pero para nuestra sorpresa solo Perrie y Zayn seguían ahí compartiendo un trozo de pastel.
-¿Tanto nos hemos tardado?- pregunto Harry mirando para todos lados.
-Solo un poco- contesto Zayn limpiándose la boca- Los demás decidieron marcharse, la prensa se ha puesto insoportable. Muchas preguntas sobre la vida privada e insinuaciones de infidelidad, ya sabes, las misma estupideces de siempre.
-Oh, comprendo- hablo Harry sacando las llaves de su auto-Nos iremos nosotros también.
-Adiós, disfruten el resto de la noche- Harry y Zayn chocaron el puño. Perrie y yo nos dimos un beso en la mejilla, salude a Zayn con la mano antes que Max apareciera y nos obligara a subir al coche rápido, las fans se habían distraído y era el momento justo para marcharnos.
La mano de Harry se tensaba cada vez que debíamos subir a nuestro auto con la prensa siguiéndonos, mi protección era su unico fin. Aunque hoy las cosas parecían estar más relajadas, las pocas fans que nos vieron entendieron que no podrían sacarse fotos y tan solo tiraron un sostén a Harry con sus cuentas de Twitter. Ambos nos echamos a reír cuando el tomo el sostén y se lo puso por encima de la ropa.
-Muchas gracias- grito a las fans por la ventanilla del coche- Lo empezare a usar.
Ambos nos pusimos colorados de tanto reír, jamás había visto a unas fans arrojar algo tan íntimo. Dentro de la privacidad de su coche, Harry tiro el sostén en la parte trasera y encendió el coche. Max no nos acompañaba esta vez, por lo que nos sentíamos mucho más relajados y seguros de nuestra relación.
Los minutos volaban cuando estaba en su compañía.
-¿Estás segura que no quieres venir a casa?- pregunto Harry aparcando en la entrada de mi edificio.
-Quizás otro día- dije- Marine seguramente estará esperando por mí y no aceptara que me vaya a dormir a casa de un extraño.
-¿Un extraño?- cuestiono, algo dolido.
-Para Marine, lo eres- hizo una mueca de disgusto. Yo comencé a sentirme mal, no era mi intención ofender el titulo de nuestra relación. Sin pensarlo dos veces, le tome la cara entre mis pequeñas manos y lo bese, disfrutando del dulce sabor de sus labios.
Una gran sonrisa se curvo en sus labios cuando nos retiramos.
-Para mí no eres ningún extraño, eres lo más cercano a un amor que tengo- respondí, mirándolo fijamente.
Volvió a besarme, aun sonriendo.
-Buenas noches, princesa.
No hubo palabras para contestar a su perfecta frase, solo sonreí y le besa la mejilla. Luego me baje del coche y entre al edificio, el portero me sonrió amistosamente mientras miraba la lujosa camioneta de Harry. Me voltee a mirar por última vez la sonrisa de Harry, tan hermosa y dulce, mis mejillas se tornaron coloradas al saber que yo era la razón de su felicidad.


Las siguientes tres semanas las cosas fueron mejorando cada día más, cada día parecía perfecto si estaba junto a él. Me buscaba de la escuela y me llevaba a cada ensayo, prueba o a un evento público. Ya éramos casi una pareja oficial, aunque ninguno de los dos nos habíamos nombrado como “novia” o “novio” pero era cosa de esperar que uno lo siga y la relación sea oficial.
Era sábado y durante todo el día había nevado; Marine había sido llamada para ayudar en un hospital en un pueblo cercano a Londres. Por lo que pasaría todo una noche sola, o mejor dicho, con Harry. El parecía tan entusiasmado de volver a su adolescencia mirando una película junto a mí en el viejo sofá de la sala de estar. Yo jamás había tenido un novio, por lo que jamás me había acurrucado junto a alguien a mirar una película.
Y me encontraba más nerviosa que nunca.
Apenas el timbre sonó, di un gran salto sobre la pequeña silla de la cocina. Mi corazón latía a mil mientras caminaba hacia la puerta, era la primera vez que nos veíamos en mi casa, era la primera vez que le mostraba mi intimidad. Gire el pomo de la puerta y vi como su altura se extendía sobre mí, sus rizos húmedos por la nieve. En sus manos traía una caja de bombones y una rosas.
-Para ti- dijo, extendiéndolas- Feliz un mes.
La realidad pareció abofetearme la cara, ya había pasado un mes desde que habíamos comenzando a salir. Claramente, yo no llevaba la cuenta y esto era algo que yo no esperaba y menos proveniente de él. Sonreí, enternecida. Tome la caja de bombones y las rosas y me acerque a besarlo, disfrutando de sus besos que de a poco se convertían en una especia de droga; tan dulce, tan cálidos, tan adictivos. Sus largos labios se extendían, introduciendo su lengua lentamente, mis manos enredándose con sus rizos.
Nos retiramos; sus ojos verdes brillando, sus labios curvados en una sonrisa.
-Pasa- dije, alejándome de la puerta- El viejo sofá se encuentra por alli- bromee.
Harry camino hasta el sofá, mirando detalladamente el apartamento. Yo puse las rosas en agua y leí la pequeña carta que llevaban pegadas: “Feliz un mes- uno de los mejores meses de mi vida- te quiero, Harry” Sonreí y deje la carta apoyada sobre la mesada. Tome la caja de bombones y me dirigí hasta donde él se encontraba. Puse la película que Harry había escogido y ambos nos echamos sobre el sofá, sumergidos en la fría oscuridad. Subí mis pies sobre el sofá y me recosté sobre su fuete pecho. Ambos tomamos un bombón y nos acomodamos para ver la película, sus cálidas manos abrazándome.
Los primeros quince minutos de la película resultaron ser la parte menos sangrienta. Cuando a la media hora siguiente notamos que la película seria solo sexo, muerte y sangre, Harry comenzó a besarme y así nos dedicamos a besarnos y besarnos mientras la película corría frente nuestro. Sus manos se deslizaban por mi cadera delicadamente, haciéndome caricias por toda la espalda y parte de mis curvas. Yo deslizaba una de mis manos por mi cuello y la otra por su pecho, subiendo y bajando al movimiento del beso.
Ambos sabíamos lo mucho que deseábamos estar juntos, lo fuerte que nuestros corazones latían cada vez que nos encontrábamos. Harry parecía olvidarse de todo cuando nos encontrábamos en nuestra privacidad, se convertía en alguien tan dulce y sencillo. Pero a contrario de él, sus besos eran salvajes y sexys, como cualquier chica hubiese podido imaginar. O tal vez mejor.
-No sabes lo feliz que me haces, ______- dijo, en cuanto recosté mi cabeza sobre sus piernas, mirándolo desde abajo- Jamás creí que encontraría a alguien así.
Acaricie con mi mano su mejilla.
-Yo jamás creí que podría encontrar a alguien como tú y que todo sería tan dulce y simple. Siempre pensé que al salir con un famoso tu vida cambiaba drásticamente, debías adaptarte a horarios y a la constante curiosidad de las demás personas.
El sonrió, aunque pude notar la chispa de tristeza en sus ojos.
-Tal vez todo se vuelva más difícil cuando las giras comiencen y el tiempo se agote- dijo, sin saber lo fuerte que sus palabras golpeaban contra mi pecho. Harry lo había dicho, las palabras ahora flotaban en el aire y se pegaban en mi cabeza, asimilando cada dura frase. El tiempo corría con rapidez y en un par de semanas ya nada sería igual de simple. El se marcharía, dejándome aquí sola sin ningún consuelo. Con la única respuesta de que volvería, que en algún momento lo haría. Todo corría rápidamente por mi mente, asimilando el error que había cometido al aceptar hablar con el aquel día en el bar. No era consciente de la realidad, solo de mi imaginación que se filtraba rápidamente por mi cabeza. Su intención jamás fue decir que me abandonaría, pero lo había hecho, quiera aceptarlo o no, las palabras estaban presentes.
-Esto está mal- dije, alejándome- No podemos seguir juntos si sabemos que el tiempo corre mientras estamos juntos- Me miro fijamente, sus ojos llenos de preocupación y confusión- ¿Cómo puedes besarme si sabes que en unas semanas te irás y la cantidad de muchachas que querrán besarte será infinita?- pregunte, con pánico en mi voz.
-_____, eso no sucederá- dijo, acercándose a mí, pero yo me puse de pie, alejándome más de él.
-Sera aun peor si yo comienzo a encariñarme contigo- dije, pensando en voz alta- Si tus besos comienzan a ser necesarios y tu presencia comienza a ser parte de mi vida- Cosa que ya era cierta, el ya era parte de mi vida-... será peor si te quiero- dije, ahogándome con mis propias palabras. El miedo apoderándose de mí. Todo era tan dolorosamente obvio, Harry se iría… yo me quedaría… todo se terminaría.
-¿Qué quieres decir?- pregunto, incrédulo.
-Que debemos terminar esto, Harry antes que sea tarde- conteste con la voz quebrada-… antes que dejarte sea perjudicial para mi vida.

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Famous Life (Harry Styles y Tú) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora