×09×

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°Los dos°

–Podemos dormir los dos con el

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–Podemos dormir los dos con el... juntos– soltó en un susurro, hablando demasiado rápido por alguna razón le ganaron los nervios

–¿Q-que?– pero lo había dicho muy bajo y el Kimura no lo había escuchado bien

–¡¿QUE POR QUE TENGO QUE DORMIR YO CON EL CRIO!?– grito –Maldito cobarde– se dijo a sí mismo en el pensamiento por no poder hablar claro con Akemi

–¿A-ah? Pues son 20 días así que yo dormiré con el 10 y tú 10 ayer dormí con él, te toca a ti– aclaró –No es que Kanato sea molesto, pero es justo que Bakugo también colabore en la actividad– pensó 

–NO PIENSO DORMIR CON MOCOSOS– dijo/grito y se fue dejando al chico confundido y enojado en la sala común

–¡AY! ¡Ese idiota!– empezó a quejarse una vez se fue el explosivo, se fue a su habitación

toda la noche se la paso enojado con Bakugo y no hacía más que molestarse más cada vez que tenía que levantarse por el bebé

A la mañana siguiente la mitad del grupo estaba cansado y la otra mitad no, ya hasta era gracioso como muchos no lograban adaptarse a los horarios de sueño de los nenes, aunque Kimura no estuviera cansado ese día, sí que estaba estresado, pero no podía quejarse después de todo era envidiable la tranquilidad de su niño.

Las clases estaban tranquilas, muy tranquilas, demasiado tranquilas, de inmediato todos se giraron a mirar a Bakugo y varios lo notaron callado y más tranquilo, tan tranquilo que pensaron que estaba enfermo, este solo se negaba a gritos, con eso uno se daba cuenta de que estaba bien pero aún quedaba la duda del por qué estaba tan distraído.

–Deku ¿En qué estará distraído Bakugo?– pregunto Akemi a su peliverde amigo mirando como el cenizo comía tranquilamente en su mesa, era hora del almuerzo

–¡No lo sé!– contesto alto, cansado de la insistencia de su amigo pues era la decimoctava vez que preguntaba –Kacchan no es de estar callado y mucho menos distraído– dijo el ojiesmeralda comenzando a murmurar cosas en suposición del porque

–D-deku das miedo– dijo el Kimura señalando a algunos niños quienes amenazaban con llorar atemorizados del pecoso

–Lo siento– se disculpó avergonzado cubriendo su boca

–Akemi ya deja de mirar a Bakugo por favor, pareces acosador– dijo la castaña de cara redonda

–Es cierto Kimura, no le has dejado de ver ni por un segundo– mencionó el mitad albino –Si Midoriya no te hubiera detenido, lo abrías seguido al baño– señaló a su compañero de paternidad y este asintió preocupado

–E-eh lo siento chicos, pero ese tipo planea algo lo sé, lo presiento– dijo Akemi

–Kimura te pido no le digas "tipo" es de mala educación– respondió Iida

Tú, yo y ¡¿un bebé?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora