×14×

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°¿Bakugo?°

Kimura estaba nervioso y confundido, primero Bakugo actuando raro, luego le ayudaba a estudiar y le pide salir con él

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Kimura estaba nervioso y confundido, primero Bakugo actuando raro, luego le ayudaba a estudiar y le pide salir con él

Era extraño, muy muy extraño.

Después de aquella invitación el pelinegro se retiró a su habitación, Kanato ya había despertado y tenía mucha energía

Al llegar a la habitación lo deje en el piso y comenzó a correr hasta la caja de juguetes, el mayor se tiro en la cama

–Siento que me muero– dijo sonrojado mientras cubría su cara recordando la propuesta de Bakugo –M-me gusta Bakugo, pero me da vergüenza admitirlo... y más que nada me da miedo– dijo para si mismo viendo el techo pensativo

Kanato gritaba por ahí jugando y tirando todos los juguetes

–¿Que tal y el solo quiere ser mi amigo? ¿Me estoy ilusionando demasiado? ¿Cómo me sentiré despues de que me rechacé? De seguro me explota la cara si se entera de mis sentimientos– dijo desanimado sobre pensando las cosas

Antes de poder seguir con su crisis sintió un dolor en la mejilla derecha y es que kanato le arrogo uno de sus cochesitos pequeños de juguete

–¿Que pasa Kanato?– le pregunto sobando su mejilla adolorida

–¡Ta!– dijo enseñándo otro de sus coches 

–Oh, quieres jugar– el pelinegro se levanto y se sento en el piso y así jugaron un rato, luego kanato se aburrió y fue por el oso de Bakugo y a el le dio otro peluche, era un pequeño conejito blanco.

–Rawr– decía Kanato queriendo verse aterrador, golpeando con el oso la mano del otro donde estaba el conejo, comenzó el juego entonces

–¡Ohh no! un oso– dijo sacando su lado queen drama –Por favor Dios de la explosión asesina no me mate– menciono con un poco de burla

–Si Bakugo me viera me mataría, pero vale la pena– penso burlón

Kanato reía mientras seguía el juego, era muy entretenido, tanto que dejó el muñeco y me gruño el directamente poniendo sus manos a lado de su rostro en forma de garras.

Akemi casi muere por la tierna pose que tomo el bebé así que se levanto y empezó a suplicar de nuevo por qué no lo matara

De un momento para otro Kanato lo perseguía por el corredor de ese piso, no se percato de que algunos que otros los miraban, hasta que un pequeño un poco más chico que Kanato también le gruño y siguió el juego

Fue hay donde vio a Kirishima salir de su cuarto y también ser 'victima' de los niños. 

–Noooo otro mini monstruo– dijo "asustado" ocultando mi sonrisa

–Vaya, ahora ¿Quién nos salvará?– continuó Kirishima 

–¡Rawr!– dijeron al unísono los nenes haciendo garritas junto a su carita

Tú, yo y ¡¿un bebé?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora