Ᏼ.Ꮪ: Sweet Home.
Min Seol termina por quedar completamente atrapada en su propio deseo, aquel que tenía pensando desde niña y eso termina condenandola por completo.
chahyunsoo x female¡oc
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" s w e e t h o m e"
Luego de un rato y que la mayoría de sobrevivientes se encontraban ya en la guardería, decidí tomar mi estuche y perderme por alguno de los pasillos del primer piso, mas que nada para no molestar a los inquilinos.
La ultima vez que lo toque fue al inicio de todo, cuando podia ir a la azotea sin miedo a que algun monstruo me ataque por la espalda, acomode el instrumento sobre mi hombro izquierdo, mientras que con mi mano derecha sostenia el arco de este, y comence a tocar.
El sonido de la melodía me erizo la piel, eso era lo que me gustaba de tocarlo, el ritmo era lento y suave.
—Hace mucho no escuchaba musica.—La voz de Hyun Soo provoco que me detuviera.
—Cielos, me asustaste.—Deje el violín a un costado mio.—Estaba improvisando un poco, tenia tiempo que no lo tocaba.
—Me gustaría escuchar, otra vez.—Pidió sentándose a un lado mio.
Asentí y tome nuevamente el instrumento en mis manos, tocando exactamente la misma melodia de antes.
—Dulce Hogar.—Musitó.—Me recuerda cuando, mamá ponia programas en la televisión mientras hacia el desayuno. En las canciones de fondo se distinguia el sonido de un violín.
—Gracias, esta canción no tenia un titulo y tu le acabas de otorgar uno.—Aclaré acariciando las cuerdas del violín.
—¿De verdad?—Me miró.
—Si, tiene un trasfondo lindo, si lo pones así.—Sonreí.—Tambien me recuerda a un hogar cálido, pequeño, con una familia compuesta por tres personas.—Explique.
Guarde el violín en su estuche.
—¿Cómo te sientes?—Me preguntó, yo lo mire confundida y después apunto a mi mejilla y brazo.
—Estoy bien.—Despegue la gasa de mi mejilla dejando ver solo un poco de sangre y la herida, cerrada.
—¿Crees que ahora todo mejore?—Lo escuche suspirar.
—No quiero mentir, cada día se hará mas obvio que me estoy volviendo un monstruo. Entonces Eun Hyuk desconfiara de mi.—Dije sin dejar de acariciar la herida de mi brazo.—Es bueno que tú ya no estes en ese cuarto, encerrado.
—Me siento mejor aquí afuera.—Admitió dejando a la vista una tenue y pequeña sonrisa en sus labios.
Tenerlo a un lado me daba seguridad, sobre todo ahora que recuerdo haberlo conocido y que habiamos estudiado juntos. Pero que lastimosamente seguiamos mundos diferentes en ese entonces, si yo me hubiera acercado, ¿seriamos amigos ahora?.
