Capítulo 2

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—Los españoles pensaban que la ciudad era de plata, por el brillo blanco de algunas zonas, pero no, simplemente es ceniza que esparcen—dice Juan al caminar. Los "sirvientes" de Moctezuma, por así decirlo, cargan con nuestras cosas.

—¿Cómo construyeron una ciudad en un lago?—pregunto mientras coloco mi mano en la frente para evitar ser cegado por los rayos del sol.

—Chinampas, es como un conjunto de tierra y plantas, unidas para flotar—contesta.

—¿Estas seguro que debemos seguir hablando normal? Yareth puede escucharnos —digo mientras intento caminar sobre un suelo de tierra algo levantado, estamos pasando por un camino recto pero largo, hacia la ciudad o Tenochtitlan.

—Descuida, mucho de nuestro lenguaje no fue usado hasta 500 años después, como los modismos que usamos, wey—contesta.

—Además, no sabre mucho de historia, pero tengo entendido que los españoles vienen ¿Que haremos si ya están aquí o vendrán pronto?—digo algo preocupado.

—Necesitamos saber que día es hoy, simplemente necesitamos consultar la información correcta—contesta.

—¿Ese libro tiene todo?—pregunto algo impresionado.

—No, la maravilla del mundo moderno—dice, para rebuscar en otra cajita de metal, de la nada y para mi sorpresa, saca un celular.

—¿Con que Internet? No seas wey, no creo que puedas recargar saldo en algún Oxxo prehispánico—digo algo frustrado.

—¿Sabias que wikipedia pesa casi 40 GB? Una micro SD y tenemos la información del mundo en nuestras manos, no necesitamos Internet mijito—contesta mientras levanta el celular.

—¿Con que vas a recargar la batería?—pregunto.

—Somos la raza del sol, y de eso viviremos—contesta, de la cajita saca un pequeño panel solar unida a una cajita las pequeña, un power Bank eso me parece.

—¿Qué tanta cosa tienes?—pregunto de nuevo.

—Fuera de mis herramientas, otros 2 encendedores, 4 baterías, el teaser, el celular, el panel solar, una navaja multi usos, 4 radios, mis audífonos y muchas más cosas—contesta.

—Espero que regresemos rápido—digo nervioso.

—Descuida—contesta.

—Ualalistli—dice Moctezuma al llegar a la entrada principal de Tenochtitlan.

—"Llegamos"—traduce Yareth rápidamente.

—Auia touaxka tlajtayotl, toiuka peua mitotili ika Tonatiuh—le dice Moctezuma a Juan mientras le señala la ciudad flotante con admiración.

—¿Qué dijo?—le digo a Yareth en voz baja.

—"bienvenidos a nuestro imperio, pronto comenzará la ceremonia para Tonatiuh"—traduce Yareth en voz baja. Algunas casas son cuadradas y blancas, yo pensaría que todo era pirámides, pero no, me atrevería a decir que estoy en uno de esos pueblitos de mis tiempo, supongo que algunas cosas no cambian. Las calles están muy limpias, por así decirlo, también veo muchísima gente, demasiada, ¡un chingo! Mientras caminamos, todos se acercan para vernos.

—No chinges, es el templo mayor—dice Juan al ver la pirámide donde nos estamos acercando.

—¿Eso es bueno o Malo?—pregunto.

—Es la pirámide más importante, donde se hacen.... Oh no....—intenta decir, pero la sonrisa se borra de su rostro.

—"Oh no" ¿Qué? Dónde se hacen ¿qué?—digo algo alterado.

Préstame tu máquina del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora