Capítulo 4

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—¿Quieres decir que existe la magia, los brujos, Nahuales y el chamucho?—pregunto y observo con detenimiento el mural, el anillo extra tiene varios personajes y figuras, aunque siendo sincero, nunca supe que significa.

—Viajaron en el tiempo, eso es una respuesta justificada—contesta luan.

—Simplemente, sorprendente, quiero viajar a otros tiempos, ver conciertos enormes y famosos muertos, aparte de lo monetario ¿como le hacemos para seguir viajando?—dice Juan con un brillo en sus ojos.

—Desgraciadamente, no se, de hecho, no he terminado de escribir el libro—dice Luan y saca el mismo libro de Juan, pero con menos hojas.

—¿Hasta donde.... —Juan se acerca y toma el libro, al estar cerca, el libro de esta línea del tiempo se transforma en carbón. Sorprendidos, por un momento pensamos que el mundo exploria.

—Es-esto.... ¿Qué acaba de pasar?—dice Juan sorprendido.

—Supongo que.... No pueden existir dos cosas iguales al mismo tiempo y lugar—dice Luan sorprendido.

—¿Eso quiere decir que nos convertimos en carbón si nos encontramos en esta línea del tiempo?—pregunto consternado.

—Lo dices como si hubieras nacido en 1519—contesta Juan.

—Como sea, solo arreglemos la máquina del tiempo y déjenme regresar a casa—digo sin más.

—Eso me gustaría hacer, pero.... —dice Luan con un "pero" muy prolongado.

—"Pero" ¿Qué?—digo.

—Según el libro del futuro, necesito muchas piezas para conectar la energía de la obsidiana a la máquina del tiempo—dice Luan mientras hojea el libro.

—¿Que piezas?—pregunta Juan.

—No les va a gustar, pero necesitamos soldar metal, un metal en cantidades enormes—dice Luan.

—¿Oro? Aquí tenemos de sobra—digo y saco el oro que nos regalaron de mi bolsa.

—No, no es oro, es plata, kilos y kilos de plata, según aquí en el libro, es un excelente canalizador de energía, que puede transferir incluso energía eléctrica y natural—dice Luan.

—Fácil, vamos al mercado de Tlaltelolco e intercambiamos plata—dice Juan.

—¿Tlaltelolco?—pregunto, en nuestros tiempos, Tlaltelolco es un lugar más de la ciudad, aunque con una historia muy sangrienta.

—No sólo será plata, necesitamos pólvora y otros aditamentos, el libro es.... Tan extraño, es mi letra, pero yo no mezclaria tanto en un solo punto, mi yo del futuro debió experimentar mucho—dice Luan sin parar de leer.

—¿Pólvora? ¿Eso también lo podemos intercambiar?—pregunto.

—No, sólo voy a decir que nos va a cargar la que nos trajo, la pólvora....—dice Juan sin terminar de decir su frase.

—La pólvora, la traerán los españoles—termina Luan la frase.

—¿Eso es bueno o malo?—digo.

—Corremos el riesgo de ser asesinados, solo por ser confundidos por nativos—dice Juan.

—Aunque, la historia va a cambiar, hicieron un discurso enorme cuando llegaron, si los mexicas hacen caso y se alianzan con los demás pueblos, posiblemente nosotros los doblegemos, aunque.... No se exactamente cuando llegarán—dice Luan.

—Eso es fácil de saber—dice Juan y saca su celular.

—Sabes que.... No tenemos señal ¿verdad?—dice Luan.

—El muy cabron se descargo la wikipedia completa—digo.

—¿Qué? Eso no se me hubiera ocurrido—dice Luan.

—¿Que día es hoy?—dice Juan.

—7 de noviembre, de.... 1519, nunca me imagine decirlo—Luan ríe un poco.

—Me lleva el.... Nopal—dice Juan con angustia al teclear rápido en su celular.

—¿Qué? ¿Cuando llegan?—digo.

—Ma-mañana—dice y nos muestra el celular con el texto enorme en la fecha, la llegada de Hernán Cortés es el 8 de noviembre.

—Esto es malo—dice Luan sujetando su cabeza con ambas manos.

—Tenemos que dar aviso, decirle a Moctezuma que llegarán esos weyes, para que preparen trampas o gente. El cabron de Hernán ya debió de conseguir gente de su lado, en la historia original, ellos ya tenían de aliados a muchos pueblos sometidos por los mexicas—dice Juan con nerviosismo.

—Espera, tenemos que pensar con claridad, si nosotros organizamos una guerra, traerán más gente desde Cuba o España, incluso ingleses, no sabemos cómo cambiara la línea del tiempo por nuestra culpa—dice Luan pensativo.

—Además, por los españoles, tenemos muchas cosas, mi idea sería retenerlos, quitarles todo mediante intercambios y hacer que se larguen—dice Juan aún manteniendo sus nervios.

—No entiendo nada, sabes que no estudie nada de historia ¿Que cosas nos dejaron los españoles en la línea del tiempo original?—pregunto confundido.

—¿Te gustan las quesadillas? Ellos exportaron las vacas, además se caballos, herramientas y.... Enfermedades—dice Juan.

—¿Enfer....medades?—digo con miedo.

—¡Si tan solo tuvieramos más tiempo para pensar!—dice Luan con desesperación.

—¿Pueden contarme que pasa en la línea del tiempo original?—digo.

—Te lo resumire. Hernán llega, nos chinga todo, secuestra a Moctezuma, le damos una putiza, pero las enfermedades nos debilita, masacre, masacre, masacre, y terminamos dando diezmos los domingos—dice Luan rápidamente.

—Oh, eso es malo—digo sin aún entender del todo.

—Moctezuma dejó entrar a Hernán sin muchas complicaciones, existe la teoría que fue confundido por un dios.... Pero ya la cagamos nosotros al usar ese recurso, debemos pensar en cómo conseguir la plata y la pólvora sin morir en el intento—dice Luan.

—Simple—digo y saco el mismo pedazo de oro.

—Solo lo cambiamos, plata y pólvora por oro, arreglamos la máquina del tiempo, regresamos a casa y la historia transcurre como debe de ser ¿no? Además, hablamos el mismo idioma, será fácil comunicarse—digo y juego con el pedazo de oro entre mis manos.

—Si... Eso, puede funcionar—dice Luan.

—Demás, antes de irnos, imaginate darle un zape al mismísimo Hernán Cortés—dice Juan.

—Entonces, este es el plan, vamos a Tenoch, le platicamos a Moctezuma y preparamos una emboscada en caso de emergencia, intercambiamos mercancía, regresamos a casa y después comemos unas quesadillas, simple—dice Luan chasqueando los dedos.

—Oigan ¿y Yareth?–digo recordando que estaba con nosotros.

—Le dije que cuidara la entrada—dice Juan.

—Bien, vámonos—dice Luan

Préstame tu máquina del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora