🍃Capitulo quince: Una guerra de un pasado.

1.6K 228 15
                                    

El cielo estaba oscuro por aquellas nubes grises, las llamas que parecían esparcirse por todos lados alumbraban como sol naciente, las espadas y gritos eran resonados por todas partes, la guerra había comenzado.

Las grandes tropas se hicieron hacia adelante, su enemigo estaba a pasos de ellos, con sus gritos y espadas hacia adelante los 200.000 soldados a cargo del gran dios de la guerra se unieron a los demás guerreros que le hacían frente a los demonios que contaban con una cantidad de 190.000.

Ese día el cielo se tiño de rojo sangre con cada muerte.

"¡¡No detenerse!!" El grito de su comandante resonó con firmeza y su espada hacia adelante.

La zona estaba a su favor con sus tropas y sus jinetes hacia delante tenían ventajas. Pero no todo salió como el dios de la guerra lo tenía planeado, algo indescriptible sucedió, cayeron en una trampa de su enemigo. Ellos habían sido traicionados.

5 horas atrás.

"Señor, ya hemos mandado a que revisen la zona"

"¿Cómo es?" Pregunto firmemente.

"Es segura, las tropas enemigas están lejos, pero se aproximan bastante rápido" Afirmo, este se pone de pie.

"Entiendo, ve y da la orden de que se preparen"

"¡Si señor!" Exclamó saliendo del lugar.

"Parece que tendremos la ventaja"

"¿Eso parece? Pero no lo tomemos a la ligera uno nunca sabe lo que puede pasar, más cuando estas en el campo de batalla...dime Jiang cheng ¿porque decidiste unirte a la guerra?"

"Pero que dices, esta guerra es para proteger al mundo, quiero ayudar" Este sonríe "Me alegra contar contigo"

"Deja de ponerte sentimental y vamos los soldados te esperan, señor dios de la guerra" Exclamó dándole un golpe leve en el hombro "Bien"

El dios de la guerra cabalgo en su caballo hacia el frente donde más de 200.000 soldados lo esperaban con mucho valor.

"¡Señor!"

"¿Jin GuanYao estás listo?"

"Como no estarlo señor, es un gran honor combatir en esta batalla a su lado" Afirmo.

"Si es así entonces nos vemos más tarde, por favor sobrevive" Aclaro posicionándose, este asintió con una sonrisa de lado.

Los demonios ya estaban a metros, se podía escuchar sus gritos aproximarse. El dios de la guerra levanto su espada y grito "¡Este día con valor protegeremos a nuestros señor queridos y al mundo, con nuestras espadas lucharemos hasta la muerte por el bien, sobrevivan, este día la batalla es nuestra!" Grito animando, todos con un fuerte grito levantaron sus espadas "¡En nombre del cielo y la tierra luchen junto a mí por el bien!" Y sin más se hizo hacia delante "¡Ataquen!" Los caballos corrían a toda velocidad y en cuestión de segundos las espadas chocaban contras las demás tropas enemigas.

La batalla había comenzado.

La traición de aquella persona que lo había planeado todo había salido con éxito, la tierra que antes eran un firme suelo seguro según el comunicado ahora era un barranco donde miles de soldados junto a sus caballos caían como sacos de arenas siendo lanzados.

"¡No prosigan!" Aclaro alarmando a los demás, quienes se detuvieron "Rodemos el lugar" Grito.

Pero flechas desde lo más alto se hicieron presente, las caídas de aquellos hombre al suelo con una flecha incrustada en alguna parte de su cuerpo era inevitable.

"Wei wuxian ¿qué está pasando?" Jiang cheng quien venía en su caballo saco su espada mientras trataba de dispersar aquellas flechas lanzadas.

"Al parecer fuimos traicionados por alguien"

"¿¡Quien se atrevería a unirse la bando de los demonios!?"

"No lo sé, pero ya hemos perdido más de 20.000 soldados" Grito mientras se cubría con un escudo, este chasqueo los dientes y se acercó "¿Declaramos la retirada?" Pregunto.

"¡Que has dicho! quieres que nos retiremos, sabes lo que va a pasar si eso sucede" Grito desesperadamente.

"Lo sé, pero si seguimos así perderemos" Grito "Jiang cheng vete de aquí" Propuso, este abrió grande sus ojos.

"¿¡Que quieres decir!? ¡Que huya y te deje morir!"

"No me refiero a eso, aunque lo quisiera no lo harías, ve y toca la corneta, hay más de 10.000 soldados con arcos y flechas posicionados por encima la montaña" Este lo mira extrañado "Como es eso posible"

"No te lo dije, porque...."

"Ya entiendo sabias que había un traidor entre nosotros, pero enserió desconfiaste de mi" Se aleja un poco con tristeza en sus ojos, este se pone de pie "No es así, pero no solo es uno hay más entre nosotros, si lo llegabas a comentar o nos escuchaban todo este plan se haría por la borda, ahora ve y toca esa maldita corneta" Grito fuertemente, este apretó sus puños y subió a un caballo "¡No mueras!" Y sin más se fue.

"No lo haré..." Afirmo tomando su espada firmemente mientras se abalanzaba hacia el campo de batalla donde sus soldados estaban combatiendo.

El suelo estaba lleno de sangre tanto de sus soldados como de los demonios. Wei wuxian luchaba con todas sus fuerzas, su respiración era agitada, sus brazos quienes estaban un poco cansados seguían agitado aquella gran espada, que muchos temían "Tu maldito" Un demonio con una gran lanza se abalanzó contra este quien se defendió, Wei wuxian logro golpearlo y con su espada se acercó y se la incrustó en su pecho, su mirada hacia aquel demonio era bacía.

"Je, je, je el legendario dios de la guerra está perdiendo" Dijo antes de morir, Wei wuxian sacudió su espada para quitar aquellas gotas de sangre. Depuse de tantos años que paso en campos de batallas seguía detestando la sangre.

Miro hacia el cielo y suspiro "Porque la corneta todavía no ha sonado ¿Jinag chen sucedido algo?" Se preguntaba con preocupación, pero no era hora de pensar porque más demonios aparecían con sus armas para atacar. Cuando de pronto el sonido de la gran corneta resonó por todos lados, Wei wuxian sonrió "Bien ahora es nuestro turno" Grito cuando miles de flechas se hacía presente contra aquellas tropas de demonios que esperaban en el otro lado.

En ese momento la tropa enemiga perdió a más de 5.000 demonios, quienes fueron emboscados por los dos grandes guerreros y sus tropas, estos eran Nie MingJue, Jiang FengMian.

La batalla duro horas, pero al fin la victoria fue suya, el bando de los demonios dio la retirada de todas sus tropas. Wei wuxian con su espada hacia arriba gritaba con victoria, los gritos eran seguidos por sus soldados quienes trasmitían el mensaje de victoria en toda la zona.

Donde después aquel humo se fue desvaneciendo, para dejar ver a todos aquellos cadáveres en el suelo. Apretó sus puños por sus compañeros caídos en acción, miro hacia el cielo mientras una gota se lagrima rodaba su mejilla, con firmeza seco sus lágrimas y camino firmemente, reuniéndose con los demás. Cuando de pronto....

"¡Wei ying!"

El dios de la guerra Wei wuxian | Wangxian 戰神Donde viven las historias. Descúbrelo ahora