🍃Capitulo diecisiete: Plan de guerra parte dos.

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Aquellas espadas chocaban contra otras, mientras algunos resbalaban por aquel barro. Como Wei wuxian había dicho llovido en la noche, haciendo que el plan de Wei wuxian se retomara, pero lo que ellos no esperaban era que este participaría de señuelo, solo cuando se puso su armadura todos se sorprendieron, incluso Lan Wangji quiso detenerlo, pero este solo dijo "No puedo mandar a morir a esos hombres solos cuando fue mi idea, así que yo también seré un señuelo".

Aquella tierra se volvió un desastre total, todos resbalaban con aquellas armaduras, incluso para Wei wuxian era difícil, pero aun así estaban ganando. Jin GuangYao al ver como sus hombres caían, frunció el ceño y dio la señal para que la otra tropa se uniera a la batalla.

Con gritos de guerra se abalanzaron más de mil guerreros demonios hacia ellos, Wei wuxian solo suspiro con cansancio -Creo que con los años perdí mi toque- Menciono mientras clava su espada contra su enemigo, todos los soldados iban cayendo ante los demonios. Quedando solo Wei wuxian en el campo, este peleaba sin descansó mientras era rodeado.

Lan wangji se pone de pie, pero este detenido -No podemos salir hasta que nos de la señal- Afirmó Lan Xichen.

-Pero morirá si no voy- Exclamo, este podía ver la expresión en su hermano, sabía que este no soportaría perder a Wei wuxian, pero no podía hacer nada al respecto, solo observar.

Wei wuxian acabo con tres hombres más, pero la cantidad lo superaban, dirigió su mirada hacia Jin GuangYao para ver como este sonreía al pensar que ya tenían la victoria y cuando menos se lo espero Wei wuxian saco una flauta de color negro poniéndola en sus labios para luego hacer un sonido que ocasionó que todos se cubrieran sus oídos, esa era la señal.

-Es hora- Grito Jiang Cheng, quien juntos a todos los demás salieron de sus escondites, sorprendido a Jin GaungYao y a sus hombres. Desde el cielo una luz se hizo presente para luego ver como una especia de jaula de luz los encerraba a todos, ahora este no podría hacer nada.

-¡Mierda!- Susurro apretando los puños hasta el punto de lastimarse.

Todos los guerreros demonios fueron cayendo, como Wei wuxian había predicho, los demonios resbalaban y caían por el barro y sus pesadas armaduras, ellos con solo su ropa y espadas llevan la ventaja, haciendo caer uno por uno hasta que ninguno quedo.

-¡Wei wuxian!- Grito Jinag cheng al ver como este se encaminaba hacia Jin GuangYao con una espada-Wei ying....

Con pasos lentos y la respiración agitada se fue acercando a este, quien hizo lo mismo con la espada en su mano -Wi wuxian- Grito abalanzándose contra este quien se defendió haciendo que sus espadas chocaran -Tu...

-¿Que pasa Jin GuangYao no soportas perder?- Dijo con una sonría que la mantenía a duras penas.

-Aquí morirás- Exclamo, Wei wuxian estaba por decir algo, pero en vez de palabras escupió sangre, este se sorprendió para luego mirar el abdomen de Wei wuxian quien estaba sangrando -Estas herido...

Sonrió -¿Y eso que?

-Parece que no eres tan especial como dicen- Comento sin dejar de hacer fuerza con su espada -Parece que caes en mentiras muy fácilmente, como con Melos- Menciono sonriendo, confundido pregunto.

-¿De qué hablas?"

-No te has dado cuenta, ya has sido traicionado- Este al mirar hacia atrás fue sorprendió por la espada de Melos que se incrustó en su estómago -Tu....

Dijo a duras penas para luego caer al suelo, al verlo caer solo se quejó -Te lo había dicho ¿No? Tenía esperanza en ti, pero me fallaste, te dije que no lo subestimaras y mira lo que has hecho, perdí a la mitad de mi ejército, mis planes se vinieron abajo- Grito mientras lo pateaba a pesar de que este ya estaba casi muerto.

Wei wuxian con su manos izquierda sostenía su herida que no dejaba de sangrar, con pocas fuerza sonrió, al parecer su fin se acercaba, a pesar de que su castigo fue la inmortalidad lo que nadie sabía era que aquellas llaves que entraron en su cuerpo, remediaron aquella maldición, pero este secreto siempre se mantuvo con él a pesar de todos los peligros que paso. Pero después de vivir tanto tiempo ya estaba cansado, temía por Lan Wangji que sería de él, si ya no estaba ¿Lo perdonaría por morir y dejarlo? Suponía que se volvería a enamorar de alguien en pocos años...aunque no quisiera.

-Mírate, el increíble antiguo dios de la guerra está por morir tan miserablemente- Exclamo riéndose.

-¡Wei ying!- Grito Lan Wangji quien no podía salir de aquella jaula de luz.

-Ese maldito, esto también era parte de su plan, ¿porque no nos lo dijo?- Menciono Lan Qiren enojado.

-Supongo que nos quería proteger...

Se agacha -¿Dime Wei wuxian como se siente estar al borde de la muerte?- Este lo mira -Nada mal- Es golpeado haciendo que cayera al suelo.

-Sabes cuánto te odio, estoy tan feliz de poder matarte con mis manos, me hubiera gustado disfrutarlo más y hacerte sufrir...pero estas muriendo y el tiempo se está acabando, ¿Entiendes? Tengo que ser yo quien te envié al más haya...

-Estas loco Melos, el odio te llevo a un camino que no tiene salvación.

-¡Crees que eso me importa!- Grito resonando en toda aquella zona.

-Si lo vas hacer hazlo ya, pero te digo una cosa....has perdido Melos y serás juzgado, estarás en la oscuridad por siempre hasta morir dolorosamente- Los dientes de Melos resonaron, Levanto su espada, Lan Wangji al ver aquello se desesperó, pero en cuestión de tiempo aquella espada fue incrustada en el pecho de Wei wuxian quien solo escupió sangre. La desesperación de todos hizo que intentarán salir de esa jaula, pero nada era capaz de deshacerla.

Solo podían quedar mirando desde donde estaba y ver como la vida de Wei wuxian se iba, solo cuando este parecia haber dejado de respirar aquella jaula desapareció. Sin perder más tiempo Lan Wangji corrió hacia Wei wuxian quien yacía en el suelo, con los ojos llenos de lágrimas lo tomo entre sus brazos mientras lloraba en silencio.

Melos al ver aquella escena solo podía reír, su deseo por fin se había cumplido aunque haya perdido la batalla había ganado la guerra.

"Tu...te mataré" Grito Jiang Cheng quien lagrimas le caían por la muerte de su amigo, su medio hermano.

"No te precipites ya llegara tu hora" Menciono sin dejar de sonreír, esa sonrisa que a todos le parecían repugnante, pero no fue cuestión de tiempo para que el cielo se iluminara con una luz tan grande que hizo que la vista de mucho se nublara, entonces una voz resonó -Melos, tu traición acaciano muchas pérdidas y un colapso entre los velos de los dos mundos.

-¡El dios de la abalanza!-Exclamo sorprendido -¿Pero cómo?... yo te selle- Grito confundido, este al bajar hablo -Tu sello me sello, estoy sorprendido de tu poder, pero alguien me pudo liberar- menciono. Melos con furia apretó sus puños -Nao...

Dijo entre dientes.

Antes de que la guerra comenzara Wei wuxian había dejado una tarea para Nao y su hermana, esa tarea era liberar al dios de la abalanza, el único dios que le podría hacer frente a este, pero Wei wuxian sabía que el poder de Melos era muy fuerte, así que le dio un amuleto junto con la mitad de su energía resentida que se encontraba en su cuerpo, con eso bastaría para romper aquel sello.

-Ya veo, parece que te sacrificaste por todos Wei wuxian, eres un idiota, no entiendo por qué sacrificarse por estas personas que solo te traicionaron sin saber cuál era la verdad.

-¿Qué quieres decir?- Pregunto Jiang cheng confundido.

-JA, quieres saber la verdad tras la muerte de tu querida hermana- Todos se sorprendieron -No digas tonterías todos sabemos que fue...

-¿Wei wuxian? Bueno eso fue lo que yo quise que creyeran- La tensión comenzó -Tu acaso...

-¿Bueno por dónde comenzamos?....

El dios de la guerra Wei wuxian | Wangxian 戰神Donde viven las historias. Descúbrelo ahora