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—Si hyung, ya voy para allá —confirmo él alfa a la otra personita tras la línea que lo esperaba impaciente en su casa

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—Si hyung, ya voy para allá —confirmo él alfa a la otra personita tras la línea que lo esperaba impaciente en su casa.

Por fin después de tantos días de planeación, hoy era el día en el que le haría la propuesa a su mayor.

Manejaba con precaución en el carro de su padre, ya que este se lo había prestado para que no estuviera cargando con la caja sorpresa por la calle. Cajita que iba en la cajuela en espera de hacer un gran acto de amor.

Jungkook colgó la llamada al impaciente Taehyung, el castañito con la idea de que ambos pasarían una larga tarde de mimos luego de muchos días de no haberlos tenido.

Manejó por alrededor de 10 minutos hasta la casa de su omega, y una vez llegó a esta estaciono el auto, dejando el regalo en la cajuela con la intención de ir a tocar el timbre.

Pero sus planes se vieron interrumpidos cuando antes de siquiera tocar el timbre, la puerta de la gran casa fue abierta y una personita con aroma a malvaviscos y chocolate salto hacia su cuerpo. El alfa lo atrapo rápidamente entre sus fuertes brazos, sintio como Taehyung enrollaba sus piernas en su cintura y también sintio como unos cuantos besitos eran depositados en su cuello.

Jungkook sin mucho esfuerzo sostuvo con un solo brazo el cuerpito de su omega y con la otra tomo su rostro, sacandolo de su cuello para acercarlo a su rostro y rápidamente unir sus labios con los de su destinado.

Taehyung sonrió en medio del beso y enrollo con un poco más de fuerza sus bracitos en el blanquecino cuello, buscando tenerlo más cerca de su anatomía.

Se separaron con un pequeño chasquido, Jungkook permitió que los piesitos de su mayor volvieran a tocar el suelo, mientras que con su mano revolvía sus cabellos castaños, sacandole una risita a su omega.

—Te extrañe mucho Kookie, no me vuelvas a dejar solo tanto tiempo —habló con un puchero Taehyung, rodeando con sus brazos la cintura del pelinegro y recargando su cabecita en el fuerte pecho.

—Nunca más, mi vida —respondió él alfa, restregando su nariz en los cabellos de su niño—. Te tengo una sorpresa como recompensa, cierra tus ojitos —Taehyung se separo rápidamente de su pecho con una expresión sorprendida y emocionada, acatando rápidamente lo pedido por el más alto.

Jungkook hasta entonces se dirigió hacia el auto, abrio la cajuela y de ella saco una caja color azul con listones y un moño rojo adornando la tapa. La caja era algo grande, ya que dentro de ella venían otra caja, donde dentro de esa caja venía otra, y así hasta llegar a la cajita donde yacía la galleta de la fortuna.

Si dirigió hasta estar frente a su omega quien seguía con sus ojitos cerrados, y solo se detuvo a admirar su belleza unos segundos antes de comenzar con su plan.

—Abre tus ojitos, mi vida.

Taehyung obedeció y pronto sus ojitos miel captaron a su alfa sosteniendo una bonita caja entre sus brazos, abrió su boquita repetidas veces intentando decir algo, hasta que por fin solo pudo decir algo entre tartamudeos.

no tan omega ✧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora