Capítulo 4

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Narra Sebastián Villalobos.

No se porque acepte venir a _____ (tupais) tenía una vida ideal en Colombia, mi familia, mis amigos y porsupuesto una novia hermosa, bueno tenia o tengo, ya no se, últimamente hemos tenido unos cuántos problemas, y más cuando le dije que me vendría a ____ por un tiempo, no se porque no se lleva muy bien con mis amigos, ni con mi familia, pero bueno creo que ya habrá momento de pensar en ello, ahora me tengo que concentrar en buscar el salón 211. Estaba hundido en mis pensamientos cuando escuché algo.

-¿No me piensas saludar Sebastián? -Dijo una voz a mis espaldas.

Voltee algo despacio y ahí estaba mi amigo, que digo amigo era como un hermano ¿su nombre? Juan Pablo, lo primero que hice fue decirle...

-Hola Juan no sabía que te habías anotado también en está escuela, que bueno tenerte aquí, así no me siento tan raro. -Dije con una media sonrisa.

-Sí lo se, también Sebas Arango ¿está aquí verdad? -Dijo Juan con una sonrisa.

-Sí, sólo que a el le tocó en el salón 206 y a mi en el 211.

-Espera ¿dijiste 211? -Exclamo con cara de sorprendido.

-Sí ¿porque? -Dije con una sonrisa.

-Yo también estoy en el 211.

-Hey que bien, bueno al parecer nos toca filosofía, así que vamos o llegaremos tarde a nuestro primer día de clases. -Dije con cara de pánico.

-De acuerdo vamos -Dijo Juan y comenzamos a caminar, hasta que por fin encontramos el salón 211. Entramos y había muchas personas ya dentro, pero vimos dos asientos desocupados y juntos, así que nos dirigimos hacia ellos.

-Buenos días chicos, todos a sus lugares, la clase está por comenzar -Dijo la maestra de filosofía, cerrando la puerta del salón.

-Hola. -Dijo alguien enfrente de mi asiento, yo estaba ocupado sacando una libreta de mi mochila, pero algo me hizo voltear. Ahí estaba una chica muy linda, alta, de cabello rubio y muy maquillada. Sólo me dispuse a contestar su saludo.

-Hola. -Dije con una sonrisa.

-Mi nombre es Fernanda Pérez. -Dijo con una sonrisa muy grande.

-Mucho gusto, mi nombre es Sebastián Villalobos -Dije y extendiendole la mano para saludarla.

Cuando le extendi la mano, pude sentir sus labios en mi mejilla. No le dije nada, sólo me quedé en silencio. Confieso que me quedé un poco sorprendido pero creo que me agrado.

-Bueno me alegra conocerte Sebastián, tú y yo nos llevaremos muy bien -Me guiño un ojo y se fue a su asiento.

Yo sólo voltee a ver a Juan y el sólo comenzó a sonreír y a levantar una ceja. Comenzó la clase y así una hora y media sobre la historia de la filosofía. Pasada esa hora tendríamos tiempo libre. Así que puse atención, hasta que acabó su clase y la maestra salío del salón.

Hola querídas lectoras, espero que les este gustando, estos son los primeros cuatro capítulos, y espero de todo corazón que les vaya gustando.

Sí les gusta, podrían hacermelo saber con una estrellita de las bonitas que ustedes saben dar.

Estaba planeando subir capítulos todos los sábados, sí no les parece proponganme un día para subirlos.

Gracias por leer. Bonito día.

Te necesito, aquí, conmigo. (Sebastián Villalobos y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora