Te necesito, aquí, conmigo. (Sebastián Villalobos y tú)

Capítulo 34

La chica que estaba afuera no era más y nada menos que Fernanda.

—Hola _____ ¿cómo estas? -pregunto sin interés alguno, sólo curiosidad.

—Bien y ... -me interrumpió cuando vio a Sebastián entro desesperadamente a mi casa y se abalanzó hacia él.

—Sebastián ¿que haces aquí? -pregunto curiosa.

—Vine a hablar con _____. -dijo sin expresión alguna hacía ella, sus ojos estaban puestos en mi.

—De acuerdo. -dijo mirándonos a ambos. —Sebastián me preguntaba si podíamos hablar, vamos a mi casa y en el camino platicamos.

Él me miro y yo sólo pude agachar la mirada, no sabía que hacer.

—Si, claro. _____ nos vemos mañana en la escuela.  -dijo y yo sólo asenti.

Ambos salieron de mi casa, cerré la puerta detrás de ellos y me dispuse ir a la cama. Hice mi rutina nocturna, apague la luz olvidando que deje mi celular cargando. Prendí la pequeña lámpara que hay en mi mueble. Esta dio una luz lo suficiente para desconectar el enchufe del celular. Revise antes de acostarme y nada, no había mensajes, ni llamadas. Lo bloquee y me quede dormida.

A la mañana siguiente el despertador hizo favor de interrumpir mis sueños, bueno aunque en realidad no recuerdo que era lo que estaba soñando. Me costaba mucho trabajo levantarme en las mañanas, pero creo que ese sonido que tenía para la alarma estaba ayudando. Me levanté de la cama y fui directo a bañarme, me cepille los dientes y baje a desayunar.

—Buenos días mamá ¿cómo dormiste? -pregunte depositando un tierno beso en su mejilla.

—Bien cariño ¿tú? -pregunto poniendo unos hot cakes en mi plato.

—Bien también.

Termine de desayunar, subí por mi mochila y tome el camino a la escuela, ya saben con mis audífonos que no pueden faltar. Cuando sentí que alguien toco mis hombros. Era Manuel. Al verlo rápidamente me quite los audífonos y lo salude.

—Venía gritando para que me hiciese caso pero ahora veo porque no fue así. -dijo señalando mis audífonos.

—Lo siento. -dije sonriendo y levantando un poco los audífonos en mis manos.

—Esta bien no te preocupes, que bueno que te encontré, quería decirte que ya me llegaron más instrumentos cuando quieras puedes pasar a verlos. -dijo sonriendo.

—Claro, muchas gracias, después de clases tal ve pasare a verlos.

Nos despedimos le dije que no me quedaría platicando con él, ya que tenía que ir a clases, Manuel accedió y nos despedimos. Volví a ponerme los audífonos, cuando sentí que alguien de nuevo tocaba mi hombro.

—¿Qué se te olvido Manuel? -pregunte volteando poco a poco con los ojos cerrados y quitándome un audífono.

—¿Manuel? -dijo Sebastián levantando una ceja, si fuéramos algo más que amigos podría decir que estaba verdaderamente enojado, pero no, sólo éramos amigos y nada más, nada más.

—Perdón, te confundí. -fue lo único que pude decir mientras me quitaba el otro audífono.

—¿Qué hacías con Manuel? -dijo en un tono muy serio a mi parecer.

—Ah si, hola _____ como te va. -dije riéndome, pero al notar su expresión tan sería decidí dejar las bromas a un lado. —Estábamos platicando.

—¿De que? -pregunto aún serio, su rostro no expresaba ninguna sonrisa ni nada.

Esa actitud me estaba cansando.

—Nada que te importe Villalobos. -dije volteando para seguir con mi camino.

—¿Y cómo estas tan segura que no me importaría? -dijo y me quede sin dar un sólo paso más.

—Me dijo que pasara más tarde para ver unos nuevos instrumentos que le llegaron. -¿feliz? Pensé.

—¿Solo eso? -dijo un poco más tranquilo.

—Si. -dije volviendo a caminar.

Sentí sus pisadas detrás mío.

—Escucha lo siento, a veces soy así, un tanto desconfiado. ¿Quieres que te acompañe más tarde a ver los instrumentos. -dijo sonriendo esta vez.

Bueno este chico que se cree. Primero de enoja conmigo por éster hablando con Manuel y ahora me sale con esto, no somos nada más que amigos así que no tengo porque estar aguantando sus cambios de humor tan repentinos que tiene.

—No, gracias. -voltee a mirarlo y de nuevo su expresión eran de seriedad.

—¿Porqué no? -pregunto acercándose a mi.

—Porque no. -dije afirmando sin más.

Voltee de nuevo para seguir caminando cuando sentí sus brazos en mi cintura, me sobresalte y él sólo empezó a reír.

—¿Qué te pasa Villlalobos? -pregunte algo molesta, soltándome de su agarre.

—¿Porqué te pones así _____? Ambos sabemos que te encanto. -sonrió victorioso al darse cuenta que a tales palabras me quede completamente callada.

—Eso quisieras pero no, no eres tan afortunado. -dije sonriendo  de la misma manera en la que él lo había hecho.

—¿Entonces los besos que nos hemos dado que? -pregunto sin más, en la calle.

—Besos que me das robado, quisiste decir.

—Los besos no son robados cuando la otra persona también quiere darlos.

Antes esas palabras me quede callada, era un imbécil que me hacia enojar cada vez que se le presentaba la oportunidad.

No dije nada y seguí caminando, saqué el celular para revisar la hora y en efecto ya no llegaba a la prima clase, escuche los pasos detenerse detrás mío,  ahí estaba Sebastián y Fernanda conversando de lo más agradable. No se porque pero me dio tanto coraje verlos juntos, yo me imagino que lo era por él, más bien por ella que nunca me ha caído bien. Voltee de nuevo la vista al frente y continúe mi camino a la escuela, si bien no llegaría a la primera clase me daba tiempo de hacer la tarea de la segunda clase que había dejado un poco incompleta. Llegue a la escuela mostrando la credencial como todos los días siendo el principal requisito para dejar entrar a alguien a la escuela. Llegue a las mini-oficinitas dispuesta a hacer la tarea que me había quedado pendiente. Termine de hacerla justo en el tiempo para ir a mi segunda clase, entré y allí estaban mis amigos esperándome.

—Hola. -salude a todos poniendo mis cosas encima de la mesa.

—Se te hizo un poquito tarde. -dijo mi amiga algo sarcástica.

Sólo la mire rodando los ojos, está sólo comenzó a reír. Cuando veo entrar a Fernanda al salón. ¿Fernanda? Pero ella no siquiera va en neutro salón.

—Hola _____ tengo algo importante que contarte ¿nos podemos ver en la plaza terminando las clases? -dijo muy sonriente.

—Si. -fue lo único que dije.

Salió gracias a que la profesora iba entrando por la puerta, todos se fueron a sus asientos y la clase comenzó.

En toda la clase no podía deja de pensar en que era lo que quería decirme, sólo espero que no tenga que ver con Sebastián.

Y de nuevo _____ se había equivocado.

-ASDFGHJKLPHSNLDNSKSSB YA QUIERO QUE LEAN EL SIGUIENTE CAPÍTULO.
-GRACIAS POR LEER Y ESPERARLO, USTEDES VALEN ORO.
-GRACIAS POR TODOS SUS MENSAJES TAN BONITOS QUE ME MANDAN, NO SABEN LO FELIZ QUE ME HACEN CON TODO LO QUE ME ESCRIBEN.
-DÍGANME SI LES GUSTO EL CAPÍTULO.
-PRONTO SE VIENEN MUCHAS SORPRESAS!!!!!!
-GRACIAS, EN VERDAD MUCHAS GRACIAS POR LEER, GRACIAS :)
-PASEN UNA BONITA NOCHE, SK TIENEN ALGUNAS PREGUNTAS O DUDAS DEJENMELAS EN LOS COMENTARIOS :)
-RECUERDEN QUE YA FALTA UN DÍA MENOS PARA CONOCER A SEBASTIÁN, LINDA MADRUGADA PRINCESAS. (: