VIII.

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No sabía si adorar u odiar a mi hermana.

Violet miró a mi hermana y luego me miró a mí con cara un poco confusa. Se acercó un poco a mí y mi hermana se alejó bastante.

- No tienes por qué hacerlo, es una tontería.

- Es una tradición -sonrió-. Y las tradiciones están para cumplirlas.

¿Iba a besarme de verdad? ¿No era una broma? Comenzaron a sudarme las manos a medida que ella se acercaba más a mí.

Sí, iba a hacerlo. ¿Iba a hacerlo?

Acercó su boca a la mía y, poniéndose de puntillas, dejó un cálido beso en mi labio inferior.

Vaya.

Dios mío.

¿Se podía decorar el techo de mi casa con muérdago cuando no era Navidad?

Era la primera vez que me daba un beso en los labios.

- ¿Vamos dentro?

- Vamos.

Cogió mi mano con timidez y la miré a los ojos.

Estaba muy sonrojada.

Ay.

Probablemente yo también lo estaba.

Cada vez me enamoraba más de ella.

La cena pasó con normalidad, cuando acabamos con la comida, Violet ayudó a mi prima Keira con su bebé de tres meses y se veía como una madre genial.

Además, no podía quitarme ese beso de la cabeza.

Tengo que admitir que me había imaginado miles de escenas en las que nos besábamos y acababa haciéndola mía, pero por mucho que me imaginé cómo sería tener sus labios sobre los míos, no llegué ni a acercarme a lo bien que sabrían.

- ¿Sabes qué? Seguro que vas a ser una madre genial, Violet. -le dijo mi hermana, y yo me acerqué a ellas.

- ¿Tú crees? -le dijo Violet mientras seguía haciéndole carantoñas al bebé, quien se encontraba riéndose y como la personita más feliz del universo.

- Sí, no como Calum, que es un torpe. -rio.

- Oye, que no se me dan tan mal, eh.

- ¿Quieres cogerlo? -me preguntó Violet.

Quería tener un hijo con ella.

Uno no, miles.

- C-claro.

Nunca había cogido un bebé.

- Ten cuidado con la cabeza -dijo antes de dármelo-, sujétalo bien.

Cuando lo tuve en mis brazos comenzó a llorar.

Qué bien.

- Parece que no le gustas -rio Violet y cogió al niño.

- Bueno, no es al único al que no le gusto, puedo vivir con eso.

- A mí sí me gustas -sonreí como un idiota.

Tenía que contenerme mucho para no besarla.

- Tú a mí también.

En ese momento comenzó a sonarme el móvil, era Luke.

Salí fuera de la casa de mi madre y lo cogí.

- ¿Luke?

- ¿Por qué salís Violet y tú en todas las revistas?

I wanna be yours. {c.h}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora