IX.

134 19 7
                                    

Cuando estuve a punto de dar el último paso y cogerla por las mejillas y besarla, ella agachó la cabeza y se alejó.

- Lo siento yo... no puedo -dijo.

- Tranquila, no pasa nada.

- De verdad que me apetecía, y lo habría hecho... pero es que... -se sentó en el sofá y cubrió su rostro con sus manos-. Está pasando todo demasiado rápido; primero rompo con Marshall y al momento estoy a punto de besarme con mi mejor amigo...  Sé que un mísero beso no significa nada, es solo un beso de amigos, pero... Necesito superar a Marshall primero, yo... lo siento mucho, de veras.

- Eh -me senté a su lado e hice que me mirara sujetando su mentón entre mis dedos-. No hace falta que me des explicaciones, lo entiendo perfectamente.

- No quería estropearte los primeros minutos de Navidad...

- No lo has hecho. Con tenerte aquí me sobra -le di un beso en la sien y ella esbozó una pequeña sonrisa.

La verdad es que sí, quería besarla, y no poder hacerlo me había decepcionado. Pero entendía perfectamente lo que le pasaba, y no quería presionarla, quería que las cosas fluyeran solas.

- Dios, te portas tan genial conmigo... y yo soy una estúpida.

- ¿Qué? ¡No! ¿Por qué dices eso?

- No debería haber estropeado lo del beso... yo...

- Ven aquí -la abracé de nuevo-. Deja ese tema, ¿vale? No tiene importancia, de veras.

- ¡No! Sí tiene importancia.

- ¿Por qué?

- Porque ahora quiero que me beses.

Abrí mucho los ojos.

Ocho años, ocho años había esperado para esto, y cuando lo conseguía, no sabía cómo reaccionar.

- Pero no estaría bien -continuó.

Me tapé la cara con la mano y suspiré.

- Pero tengo muchas ganas de besarte. Dios mío, ¿qué estoy diciendo?

- Yo también tengo muchas ganas de besarte -me sinceré-. Oye, ¿y si nos damos un pequeño beso? No se lo contaremos a nadie. Un pequeño beso como amigos... de Navidad. ¿Como regalo?

- ¿Crees que es una buena idea?

- Creo que es una buenísima idea.

- Yo...

- ¿Puedo besarte?

Y antes de que me respondiera, la besé.

La cogí de las mejillas y atraje su cara a la mía, y la besé.

Sentía un cosquilleo en el estómago y casi se me salió el corazón.

Sus labios sabían al pastel de chocolate que había hecho mi madre después de la cena.

No, mentira, sus labios sabían a gloria.

Entrelacé su mano con la mía y seguí sujetando su mejilla mientras la besaba.

Al principio tardó varios segundos en reaccionar y seguirme el beso rodeándome el cuello con sus pequeños brazos.

Dios mío, no podía creerme que al fin la estuviera besando.

Nos separamos y se quedó mirándome durante dos segundos hasta dejar un pequeño beso en mis labios y comenzar a reírse un poco.

- ¡Mi mejor amigo me acaba de besar! -dijo, riendo-. No sé por qué, pero estoy muy feliz por haber hecho eso.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 06, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

I wanna be yours. {c.h}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora