– Bueno, si me lo pones así...– dice Alejandro– Está bien, Altagracia, acepto el trato.– Perfecto– le sonríe– Hoy mismo por la tarde te haré llegar el contrato– le extiende la mano.
Ferrer se la toma con delicadeza y ella rápidamente se la quita.
– ¿No hay nada más que necesites que hablemos?
– No– dice la doña– Esto es todo por ahora.
José Luis sonríe ante la manera tan sutil de su mujer de echar al castaño.
– Bueno– dice poniéndose de pie– Pues, me alegra hacer tratos contigo...
– Con nosotros– aclara Navarrete.
– Claro...– dice Ferrer– Nos vemos, Altagracia– mira al empresario– José Luis...
Al no oír respuesta alguna del moreno, se da la media vuelta y sale de la oficina de Altagracia dejando a la pareja al fin sola.
La doña de inmediato se gira con la silla para mirar a José Luis.
– Te das cuenta de lo infantil que puedes llegar a ser ¿Verdad?
– A ver, Altagracia– acerca la silla de su rubia hacía el– ¿Que creías? ¿Que iba a dejar a mi mujer sola con ese pendejo?
– Mientras no vuelvas a golpearlo...
Se aleja con la silla de él, pero José Luis vuelve a acercarla a él. Está vez la mira fijamente a los ojos mientras sus manos la mantienen atrapada en su silla.
– Lo volvería a golpear si llega a intentar algo contigo otra vez– dice con seriedad.
– Te estás comportando como un animalito, Navarrete– dice con una media sonrisa.
– ¿No te gusta que sea así?– se aproxima a su boca.
– No lo sé...– fija su mirada en los labios del empresario sin poder evitarlo.
– Mm...– sus manos ahora acarician su muslo sobre la tela del pantalón– Yo creo que sí te gusta que sea así contigo.
– ¿Así cómo?– se levanta de la silla para evitar las ganas inmesurables de besarlo.
– Así...
Con una rapidez excitante, toma a Altagracia de la cintura y la sienta sobre el escritorio.
– Salvaje...– continúa el empresario.
La doña sonríe y lo mira. Posa sus manos sobre la mandíbula de José Luis para luego comenzar a tirar suavemente del labio inferior del empresario mientras le da pequeños besos.
Poco a poco, sus besos van adquiriendo más profundidad y elevan la temperatura entre la pareja. Las manos del empresario aprovechan de recorrer las curvas de su rubia y Altagracia abre los primeros botones de la camisa de José Luis.
– ¿Y?– dice sobre sus labios– ¿Me vas a negar que te gusto así?
– Déjame decirte que...– se dirige a su oído y le habla en voz baja– que me encantas así.
El moreno se muerde el labio inferior y lanza un pequeño gruñido mientras sus manos presionan con más fuerza a Altagracia hacía él.
– Ya, ya– ríe la doña intentando separarse de él– Nos van a ver.
– Pues que nos vean– ríe– Quizás y así le dicen a ese vato que tú tienes dueño.
– ¿Dueño?– lo mira– ¿De qué hablas?
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Eternamente tuya
FanficLuego de que Altagracia se enterara que José Luis tendría un hijo con su esposa, debe comenzar a olvidar al empresario a toda costa ¿Pero cómo olvidar al hombre que más has amado en la vida? Quitar el recuerdo de su piel, de sus besos y de su manera...