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Hace ya tres días que habíamos llegado con Milo de Bradford, y hace ya tres días que las palabras de Camryn no salían de mi mente "Cuídalo por mi allá en Londres, se que jamás le harías daño" si ella supiera toda la verdad jamás me hubiera dicho eso, si ella supiera que yo soy una farsa, que conocí a su hijo por obligación y que tengo que estar junto a él por que o sino me dejan de patitas en la calle, sin beca, sin hogar, sin nada en Londres.

-¡Apesto! – grité de forma ofuscada estirándome en mi cama chocando mi espalda contra algo.

Me paré rápidamente y ahí estaban mi peor pesadilla. El mismo día que llegue de Bradford al llegar a mi habitación me encontré con dos cajas de parte de Paul, con lo mismo de siempre, estúpidas cartas y llenas de maldito dinero. Sin pensarlo agarre ambas y las tiré contra mi armario dónde se encontraban las diez antiguas que Paul ya me había mandando. Simplemente no me sentía capaz de contarle nada a Milo, no podía lo destruiría, el estaba confiando en mí y lo peor de todo es que yo también estaba confiando en él, y eso era lo que a mi corazón yo le había ordenado que no hiciera pero como siempre el hace lo que quiere, sin importar si perjudica o no.

"Paso por ti en cinco minutos, saldremos"

Llegó ese mensaje a mi celular de parte de Harry. Lance un gran suspiro, no tenía ánimos de salir pero quizás sería bueno para distraer mi mente de todo lo que me estaba pasando, mejor dicho de todo lo falso que estaba creando en mí. Rápidamente salí de mi cuarto y fui a ponerme algo de ropa más decente ya que me encontraba en un simple pijama de ositos, si soy infantil. Me puse mis típicos pantalones, junto con mi chaleco grande que tenía un gatito café en su centro y mis converse, agarre mi bolso de siempre y salí a la entrada de la universidad, era pleno día así que por este momento no tenía que usar mi salida a escondida.

-Hola ruloso – lo saludé con una sonrisa cuando entre al auto, para depositar un beso en su mejilla

- Hola mocosa – rodee los ojos ante su comentario, ya que el era menor que yo y no al revés.

Al momento de partir nuevamente en el auto, este se lleno de coldplay y una plática amena se interpuso entre nosotros, me encantaba hablar con Harry pero lo notaba distinto algo pasaba con él y eso me preocupaba nos habíamos hecho buenos amigos, y el siempre me había ayudado las ultimas veces que me había encontrado mal por Victoria u otra situación.

-¿Está todo bien? – le pregunte cuando íbamos caminando hacia un parque conocido acá en Londres.

- Por que mejor no nos sentamos y conversamos – me sugirió con una sonrisa pequeña a lo que yo hice caso.

Llegamos a una pequeña banca café que estaba dentro de lo más alejado del parque, yo seguía bebiendo de mi jugo y Harry estaba en las mismas. Ambos nos dedicamos a mirar a nuestro alrededor por largo rato, creó que ambos teníamos miedo de empezar la conversación, pero finalmente fui yo la que rompí el hielo.

-Vamos ruloso, suéltalo ¿Qué sucede? – me giré un poco en la banca para mirarlo.

- Creó que eso me lo deberías decir tu – musitó también girándose y mirándome fijamente - ¿Qué sucede ______?

- No entiendo de lo que me hablas Harry – le respondí confundida

- Sabes que te aprecio, y mucho – me sonrío – pero necesito saber la verdad

- Harry por que no mejor te dejas de rodeo y me dices lo que quieres saber – le exigí ya un poco exasperada de tanto rodeo

- ¿Qué pasa entre tu y Milo? – preguntó finalmente

- Pues nos estamos conociendo mejor y estamos llevando todo de mejor forma, ya sabes por lo del concurso – le solté rápidamente y un poco enredada

The Choice Adaptación (Milo y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora