Ni yo lo podía creer, estaba a menos de treinta minutos de tomar un avión con dirección a Bradford para conocer a la familia de Milo. No sabía si eso era bueno o malo, ya que tampoco sabía si la familia de Milo pensaba que nuestra relación era real o sabían todo este embrollo que habían creado.-Creó que ese café ya esta lo suficientemente revuelto – comento Milo mientras arqueaba una ceja
- Lo siento – dije inmediatamente y deje de revolver el café, mientras pasaba una mano por mi pelo desordenando un poco mis pequeñas ondulaciones castañas.
- Creó que Harry te ha pegado eso de revolverse el pelo – soltó Milo seguido de una risilla la cual me contagió, lleve el café a mis labios y tome pequeños sorbos, tenía unas ganas inmensas de preguntarle a Milo sobre que sabía su familia, pero no me atrevía – Vamos _____, suéltalo se que quieres preguntar algo
- Tu familia...-dije dudando- ¿Qué sabe de nosotros?
- ¿Quieres saber si mi familia sabe que esto es una farsa o piensa que es verdadero? – me devolvió la pregunta
- Exacto –
- Ellos piensan que es verdadero – se llevó su café a la boca y tomo uno que otro sorbo – No quería meterlos en todo esto, y se que mi madre no estaría muy orgullosa de saber lo que esta pasando
- Tranquilo, me pasa lo mismo – le sonreí posando mi mano sobre la de él en un acto que no tenía en mi mente hacer, pero simplemente paso. Milo me sonrió y entrelazo mis dedos con los suyos.
- Vamos es hora de ir – dijo levantándose de la mesa a lo cual yo lo seguí, empezamos a caminar a través del aeropuerto tomados de la mano, cosa que ya estábamos acostumbrados. Podía sentir uno que otro flash de los periodistas o paparazis, y otros de algunas tímidas fans que no se animaban acercarse a Milo, aunque hubo otras que si se animaron y lograron tener una foto con su ídolo.
El avión no demoró tiempo en empezar a volar, yo iba tranquila en mi asiento leyendo el libro del cual tenía prueba de vuelta de este mini receso en la universidad, Romeo y Julieta. A mi lado Milo se movía de un lado para el otro, yo lo miraba de reojo y veía como fruncía su ceño, y se volvía a girar. Baje mi mirada de mi libro y lo miré a él.
-¿Sucede algo? – le pregunté
- Estoy algo incómodo – se volvió a mover – y tengo sueño – refunfuño como niño pequeño cosa que me hizo sonreír.
- Ven, apóyate en mí – le dije mientras me acomodaba un poco de lado para que el se acomodara en mis piernas
- ¿Enserio? – preguntó con sus ojitos iluminados, cosa que me hizo sonreír.
- Claro que si, no seas tonto, vamos apóyate – le pedí, al segundo se recostó a lo largo del asiento y su cabeza descanso en mi regazo mientras que yo lo rodeaba un poco para apoyar mi libro en su pecho y así quedar los dos cómodos. Tome con una de mis manos el libro y con la otra empecé a jugar con el pelo de Milo y otras veces a pasar mi mano por su rostro, al poco rato pude sentir su respiración tranquila y profunda, estaba completamente dormido. En eso aparte la mirada de mi libro y lo cerré y me dedique a mirarlo a él, y un extraño dolor se enganchaba a mi corazón, me sentía la peor persona del mundo al hacerle todo esto a él. Simplemente no se lo merecía, el había cambiado profundamente en este mes o mes y medio que llevábamos conociendo, ya casi no quedaba rastro del Milo de un principio, lo había reemplazado un chico totalmente distinto, un chico cálido, sencillo, risueño y todas las cualidades que alguien se le pudiera ocurrir. Me estaba acostumbrando a tenerlo en mi vida, a que llegara a por la noche para que saliéramos, hablar de cualquier tema o confiar el uno en el otro con nuestros problemas... se estaba transformando en un excelente amigo, si es que no más.
ESTÁS LEYENDO
The Choice Adaptación (Milo y tu)
FanfictionSinopsis. ¿Qué harías si por equivocación entras en un juego de citas? ¿Tener que salir por obligación con alguien, ya que tu amiga firmo un contrato? Todo empezó ese sábado en que seguí a mi mejor amiga a una de sus tantas locuras, entre en un con...