FOTOS 💝

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Kirishima sabía sacarle las mejores fotos a la estrella del pop Bakugo. Intensificaba su belleza con los mejores ángulos y tomas.

Estaban en un estudio de fotos amplio cuya escenografía representaba la sala de estar de una gotica mansión con muebles al estilo vampiros.

Los candelabros cuyas formas se asemejaban a las frías gárgolas adornaban la mesa.  Las sillas con formas de murcielago decoraban el lugar.

Una escalera que conducia hacia un fantasmal primer piso se veía de fondo. Las luces y el humo lanzado con las gigantescas máquinas de humo daban a la escena un singular aspecto.

Bakugo estaba vestido de vampiro y era el centro de la escena. Sosteniendo un candelabro pequeño frente a un cuadro de un castillo antigüo era una de las tantas poses que debía hacer.

Mirando a la cámara, luego hacia un costado para finalizar mirando hacia arriba.

Luego Bakugo se sentó en uno de los sillones con actitud de rey de la noche. Era un excelente modelo, parecía que devoraba la cámara. En verdad daba gusto fotografiarlo. Kirishima sonreía para sus adentros.

Luego llegaron las modelos vedtidas de damas antigüas. Posaron los tres en diversos sectores de la escenografía con distintas poses.

En todas se veía a Bakugo como el vampiro líder y a las chicas como sus esclavas, tan bellas como sumisas.

Finalmente se fueron las modelas y llegó un modelo hombre para seguir posando con el rubio. Vestía un atuendo vampírico tambien y era tan perfecto como Bakugo.

Sus cabellos bicolor le daban un toque especial. Con él posaron en el sillon, en la escalera, junto a la mesa con las gargolas, y frente al inmenso cuadro haciendo poses de sensual seducción.

Al finalizar la sección Bakugo resopló furioso porque estaba super agotado. Había pasado cinco horas posando y tenia mucho hambre.

Mostró un singular desden hacia ese nuevo compañero con quien debía trabajar.

—¿Quién demonios eres tú?
— Bakugo, tan amable como siempre — dijo el modelo sonriendo — Soy Shoto Todoroki, el nuevo modelo de la empresa que trabajaré posando contigo en las fotos y solo algunas veces.
—Tsk

— También es un placer conocerte Bakugo — dijo con ironía Todoroki, luego miró a Kirishima con cierto interés — Tu eres su fotógrafo ¿cierto?

—Cierto
— Serás el mío también. Un gusto conocerte
—Un gusto....Todoroki.

A Bakugo no se le pasó por alto aquel singular diálogo entre su fotógrafo y el nuevo modelo. Frunció el ceño y dijo:
—Por favor, si piensan tener sexo dejen sus cuestiones personales fuera. Esto es trabajo.

Los aludidos lo miraron asombrados. Y Bakugo, ignorando dichas miradas, prosiguió:

— Soy un perfeccionista kirishima. Así que apurate a tener listas esas fotos. Quiero verlas antes que se las muestres al nuevo manager y al gerente. Si no me convencen, de nada servirán sus opiniones. Ahora si me disculpan, quiero cambiarme de ropas y comer algo.

Sin esperar nada se alejó. Todoroki susurro a Kirishima:
— Todo marcha bien, detuvieron a la ex manager. Me enviaron para ayudarte.

—Lo suponía, te recuerdo de  la agencia. Gracias por venir Shoto.
—¿Es idea mía o Bakugo está celoso?

— No es idea tuya. Debo ir con él, no quiero que lo encierren tanto.
— Discimula Eijiro, lo liberaremos pero como es debido.

—Lo se, lo se — dijo el pelirojo apenado.
— Ve con él, ambos se necesitan.

Así Kirishima se fue tras katsuki, cuando lo alcanzó el rubio acababa de vestirse. Éste lo miró con el ceño fruncido pero el pelirojo dijo sonriendo.

— Vamos al restaurant de la agencia.
— No y por si no lo notaste no me es permitido hacerlo.
— Estarás conmigo, si podrás ir. Además te lo ganaste, hoy te luciste.
—Tsk

— No seas celoso mi amor. Ese modelo es un desconocido
— No parecía
— Admiro la belleza para trabajar. Es todo. Anda ven.

— Kirishima — Bakugo le mostro el intenso dolor que sentía. El pelirojo lo abrazó con ternura.
— Tranquilo mi amor, yo estoy contigo.
— Soy un prisionero y...
— Vuelve a tu cara de poker. Sigue vendiendo esa imagen. No dejes que te lastimen más. Y por favor...confía en mí. Te sacaré de aquí.

Aquello se lo decía fingiendo besarlo, ya que no quería que lo escuchen debido a que estaban rodeados de miembros de esa siniestra organización que se dedicaba a la trata de personas y a hacer experimentos humanos.

Bakugo así lo hizo. Tras abrazarlo con fuerza, se alejó al tiempo que recuperaba su tan conocida expresión de sobervia y orgullo.

Kirishima sonrió feliz. Tras colocar la camara en su mochila se la colocó en su hombro izquierdo para sujetar a Bakugo y llevarselo al restaurante de la empresa.

Nadie dijo nada por supuesto porque Kirishima estaba con él, pero los guardias y los mozos no le despegaban los ojos de encima.

Bakugo respiró profundo y mirando a su amado pelirrojo se relajó y hasta disfrutó del almuerzo.

SALVAME (KIRIBAKU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora