Prólogo

10 2 1
                                    

Von Swette

Hace 8 años...

Me encuentro de pie, admirando la una de las clases que le están dando a los futuros pilotos, mi cuerpo escondido entre una de las vigas de la moderna aula, mi mano que toma de forma rápida apuntes sobre la velocidad y el trayecto.

«¿ Qué pasaría si mi papá se enterara que me encuentro aquí? »

La exclusiva escuela, no admite a cualquiera, por algo no me pueden ver por aquí. Trazo las lineas, me salen algo torcidas por la postura, pero se supone que simbolizan la velocidad;  piden a los alumnos calcular la velocidad a la que va un auto, muchos ni siquiera han estudiado física simple, por lo que nadie tiene la respuesta... Salvo yo.

Me siento detrás de la viga, de rodillas y con el cuadernillo sobre esta, mientras hago la fórmula:

Velocidad=Distancia/ Tiempo.

Mientras uso mi poca capacidad matemática para hallar el resultado, entran en el aula unos soldados del palacio, están escoltando a uno de los príncipes... «¿Que hace el príncipe heredero tomando clases para pilotar un auto de carreras?»«¿Acaso no es un deporte de alto riesgo para la corona? ». No logro hallarle respuesta ni al problema, ni a que hace el príncipe aquí.

★★★★★

Hace 4 años...

Hace un par de días, huí de casa para ver una película. Realmente fue buena, y me dio la inspiración para mi apellido, «Nadie debe saber quien soy, me metería en problemas». He recurrido a la vieja confiable, un apellido de película “Von Swette”.

Escribo con caligrafía apresurada mi nuevo apellido, mientras corro a la pista donde los otros chicos llevan 6 vueltas ya. «Debo alcanzarlos». Le tiro el papel de inscripción a John, uno de los coordinadores de que todo este “Según las reglas de la institución ”, llevo puesta una gorra que oculta de forma casi perfecta mi rostro, evitando así que sepan quien soy.

Los vestidores están vacíos, el silencio reina «Perfecto» , me desnudo rápidamente, entrando en uno de los uniformes de seguridad y colocando el casco polarizado que mande, en secreto, a confeccionar. Corro de manera eficaz hasta donde se encuentran los autos de práctica para Formula 1, enciendo, en cuanto veo que mi nuevo nombre esta en la pantalla. Justo al lado se encuentra un patrocinador «Es un caza talentos» su palco, iluminado de color verde menta me distrae. No puedo tiempo y siguiendo el ejemplo de mis no-compañeros, acelero, y empieza la acción. «Joder, y ni siquiera tengo la edad para el carne de conducir»

Mi talento sale de forma natural, mientras derrapó en la pista, mis no-compañeros ni siquiera entienden el funcionamiento de estas bestias. El auto del príncipe, es el único distinto, color rojo como la sangre, se encuentra estacionado mientras discute con otro hombre de forma acalorada en el centro de la pista. Hago caso omiso y recupero las 6 vueltas que había perdido.

Siento la adrenalina en cada parte de mi cuerpo, cuando acelero el corazón me martillea de forma aterradora, a la hora de girar en alguna curva “Peligrosa” el aire entra a mis pulmones de forma veloz.

Soy el mejor, nunca tuve clases como los otros chicos, no tuve entrenamiento previo, y todo eso queda demostrado cuando mi nombre queda de número 1 en el gran tablero de las posiciones. Bajo de forma temblorosa del auto, siento mis manos sudar cuando me colocan en el podio del vencedor «Un par de sobornos, y voilà aparezco mágicamente en todos los listados de la escuela»

Actualidad...

Oigo los gritos enardecidos de una fanaticada que cree en mi, que tiene me tiene fe.

Mi uniforme color negro, hace que toda la tribuna alce una bandera negra en honor a mi victoria. Soy lo mejor, de lo mejor, no necesito un patrocinador para que el mundo conozca de mi talento. Hasta en el culo del mundo conocen mi nombre.

¡Le voy al Holandés! ¡Y ahí va nuestro campeón, 3 copas seguidas señoras y señores!

No le tengo miedo al éxito, estoy en la cima, el mundo se ha enterado de que si me propongo algo, lo consigo.

¿Y si nos olvidamos de la Corona?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora