ダーリン — 出演者
capitulo tres
"devoción"Seren se despertó agotada al día siguiente, pero aún tenía que seguir practicando el equilibrio. Lo único que la consolaba era que Yuuki ya lo dominaba a la perfección y sabía que así no la mandarían a las áreas de desarrollo. Se bañó y cambió, pero cuando se disponía a peinarse, se dio cuenta que el broche de estrella que le había dado su papá no se encontraba en ningún lado.
Se preocupó demasiado, y movió toda su ropa junto con las sábana de su cama, también hizo lo mismo con lo de su amiga y varias chicas que se dormían cerca. Todas la miraban mal, pero a Seren no le importaba.
—¿Buscas algo? —le preguntó una de las chicas que había logrado mantener el equilibrio el día anterior, de cabello negro como la noche y hermosa.
—Esto, sí —le picaban los ojos, pero no era capaz de llorar frente a todos—. Un broche de forma de estrella... color plateado.
—No lo he visto por aquí, pero si llego a encontrarlo te aviso —sonrió débilmente.
Seren le regresó la sonrisa, y se devolvió hacía dónde estaba su amiga Yuuki. Ella la miraba con tristeza, sabiendo que aquel broche significaba demasiado.
—¿Lo encontraste?
—No... —se recostó en su cama, recargando su cara en sus manos para que no la vieran con la nariz roja—. ¿Dónde demonios quedó?
—Cabeza de zanahoria, creo que es mi culpa —Yuuki se sentó a su lado. Se veía que estaba triste—. Ayer te pedí que fuéramos a entrenar, y antes de eso lo traías... ¿y si se te cayó en el campo? ¡es mi culpa!
—Tranquila, no lo es. Habrá sido la mía también, porque no me percate ni lo cuide como debía de ser.
—Chicas, tenemos que ir a desayunar —dijo Sasha llegando a su lado. Seren asintió, y se levantó de su cama intentando que no se notará que estaba triste. Su cabello se había quedado suelto, pero ya después se haría una cola de caballo.
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sky and stars ☆ armin arlert
Fanfiction· ─ ❨ 𝘀𝗸𝘆 𝗮𝗻𝗱 𝘀𝘁𝗮𝗿𝘀 ❩ porque el cielo y las estre llas eran perfectos juntos Seren, como su nombre lo decía, era una estrella, una de las más brillantes que podían existir. Y Armin, con aquellos ojos celestes, era el...