ダーリン — 出演者
capitulo veinticuatro
"de visita"Seren, al día siguiente, tras haberse quedado dormida abrazada a Armin aquella noche, despertó de una forma muy linda. Pudo ver el rostro pacifico de su novio, respirando tranquilamente y con la boca ligeramente abierta, el cabello cayéndole sobre el rostro y abrazándola por la cintura como si fuera un peluche. Sintió su corazón acelerarse, pensando en que era la chica con más suerte del mundo en tener a alguien así a su lado. Lo amaba demasiado.
—Armin... —murmuró, intentando despertarlo—. Hoy tenemos el día libre, pero quiero ir a visitar a Yuuki.
—Vamos a dormir más —balbuceó él, volviendo a sujetarla con fuerza y pegándola más a su cuerpo. Seren automáticamente sintió unas cosquillas recorrerle el cuerpo y las mejillas arder, intentando evitar aquel extraño sentimiento que comenzaba a invadirla. Armin en serio estaba muy dormido, porque despierto no lo hubiera hecho tan a la ligera.
Se dijo a sí misma que dormir un poco más no haría daño a nadie, así que, con los sentimientos a flor de piel, decidió hacerle caso a su novio y acurrucarse con él en la cama.
Después, no supo cuánto pasó tras haberse quedado dormida, solo que sintió como alguien la veía fijamente. Arrugó la nariz inconscientemente, abriendo poco a poco los ojos y viendo como Armin la observaba. Supo que se había ruborizado, porque él soltó una pequeña risa al notar que ella ya se había despertado, y alzó una ceja para luego hablar con voz seria:
—¿Qué es tan divertido, señor Armin Arlert?
—Que sentiste mi mirada, creía que eso solo sucedía cuando estabas despierta. Incluso dormida tienes ese sexto sentido desarrollo —comentó con naturalidad, acariciando su rostro y quitándole varios mechones de cabello que habían caído sobre sus ojos, adelantándose porque Seren pensaba hacerlo. Ella sonrió por el gesto.
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sky and stars ☆ armin arlert
Fanfic· ─ ❨ 𝘀𝗸𝘆 𝗮𝗻𝗱 𝘀𝘁𝗮𝗿𝘀 ❩ porque el cielo y las estre llas eran perfectos juntos Seren, como su nombre lo decía, era una estrella, una de las más brillantes que podían existir. Y Armin, con aquellos ojos celestes, era el...