12- Honor, poder...

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| AÑO 175 DG |

   Y finalmente el día había llegado.

   Iroh estaba posado sobre el barandal frontal del barco y miraba hacia el horizonte occidental, con las tierras de la Nación del Fuego ya a la vista. Su barco era escoltado por otros dos, más una aeronave en lo alto del cielo que se había sumado como guía tan pronto entraron a aguas nacionales.

   Era la Guardia Imperial.

   Iroh había crecido rodeado por aquellos uniformados e incluso pudo verlos practicar incontables veces dado que su padre era el Jefe, pero esos tiempos ya habían quedado atrás. Iroh ya no era un pequeño niño al que todo le causaba una inmensa curiosidad. Lamentablemente ya lo entendía todo.

   Entender todo es curioso. Pasas toda una vida buscando saber cómo es que las cosas funcionan, cómo es que las personas se mueven y qué piensan al hacerlo, pero cuando por fin lo sabes y cuando por fin entiendes cómo es todo su sistema, no solo te sientes abrumado, sino que además te arrepientes.

   Recuerda que cuando era niño su abuelo fue quien le introdujo en todo lo de los sistemas. El primero fue el sistema del honor. Su abuela no perdía ni una sola oportunidad de bromear con ello cuando su abuelo lo mencionaba. El que le siguió fue el sistema de la dignidad, muy enlazado al honor, y el tercero...


   —El sistema de la verdad —dice Zuko, sirviendo un poco de té.

| AÑO 143 |

   —Dime, príncipe Iroh. ¿Qué edad tienes?

   —9 años, abuelo Zuko.

   — ¿Y qué significa que tengas 9 años?

   —Que... ¿estoy a un año de los 10?

   —Cerca. Significa que estás a 7 años de los 16. ¿Y sabes qué sucederá cuando cumplas 16 años? —Le pregunta Zuko, bebiendo de su taza.

   —Pues... cuando tú tenías 16 te convertiste en Señor del Fuego, pero sé que eso no pasaría conmigo pues, bueno, antes está mi madre, y tú eres joven.

   —Jaja, bueno, primero que nada gracias por el cumplido, y segundo pues sí, tienes razón. No te convertirás en Señor del Fuego al cumplir tus 16, pero lo más probable es que comiences tu propia carrera de preparación.

   — ¿Qué es una carrera de preparación? —Pregunta un joven Iroh, con su rostro destellando inocencia y confusión en lo que bebe de su té de jazmín.

   —Es lo que tu madre inició también a sus 16 y que, bueno, en sí yo nunca tuve, pero justamente porque yo no la tuve es que me aseguraré de que todos los herederos futuros de la corona la tengan. En una carrera de preparación, te comienzas a preparar para algún día cargar con la Corona de Fuego.

   —Entiendo. Es como un examen de pre-ingreso. De esos que la tía abuela Kiyi hizo para ser aceptada en la Universidad de Ba Sing Se.

   —Exactamente, solo que aquí no existe la chance de que te rechacen. En este examen tienes seguro que alcanzarás tu objetivo, por eso debes esforzarte el doble pues lo que sea que hagas te convertirá en Señor del Fuego.

   —Wow... Señor del Fuego Iroh... Nunca lo había pensado.

   —Está bien que no, eres pequeño, y ciertamente tienes derecho a tener una infancia tranquila, pero... bueno, lo mejor es no dormirse con nada.

Avatar. Príncipe de FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora