CAP 2: Conviviendo

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En aquel pequeño apartamento en la ciudad de la cruz, un joven se encontraba tranquilamente comiendo en su sala, todo era normal, incluso la pequeña mujer de 8 centímetros que estaba tratando de apuñalarlo con un escarbadientes, claro que sin éxito.

Lucas: ¿Ya acabaste?.

Jhovy: Y-ya c-callate humano, N-no desperdicies t-tu aliento.

A pesar de sus palabras la parecía que necesitaba tomar aire era ella, pues a pesar de estar intentando por casi 10 minutos no había podido hacerle ni el más mínimo daño, mientras ella estaba encima de la mesa tomando grandes bocanadas de aire, el joven seguía comiendo tranquilamente, como si esa fantasma no estuviera tratando de matarlo en lo absoluto.

Lucas: Ya puedes parar, más que una asesina pareces un mosquito molesto que no me deja en paz.

El joven mostró su brazo, donde se podían ver las marcas del escarbadientes, aunque no había sangre ya empezaban a hincharse y enrojecerse.

Jhovy: Humph, ¿Por qué debería parar?.

Lucas: Si no paras, le diré a Sofy que venga y que haga otra sesión de fotos contigo.

Jhovy: ¿Sabes?, Como que me dieron ganas de dejar de intentar karate y volverme tu amiga.

Lucas: Ajá Claro, Entonces “amiga”, ¿Tienes hambre?.

Jhovy no tuvo la necesidad de responder, pues se pudo escuchar un gruñido pequeño que provenía de la pequeña fantasma, la cual se sonrojo completamente, Lucas cortó un cuarto del trozo de pizza que estaba comiendo y se lo ofreció a Jhovy, la cual rápidamente comenzó a comer.

Lucas: Tranquila mija, nadie te lo va a quitar.

Jhovy: Grrrrrrrrr.

Jhovanna parecía una madre lobo que protege a sus cachorros, Lucas temía que en cualquier momento ella le mordiera el dedo, por lo que se alejó un poco.

Ya había pasado unos minutos hasta que ambos terminaron de comer, una vez más Jhovy había empezado a quejarse y a reclamar una televisión, Lucas ya se había cansado de sus reclamos decidió tomar una pequeña espada de plástico que se encontraba en un sándwich y lo colocó frente a ella.

Lucas: ¿Quieres una televisión?, pués primero aprende a defenderte, mira que suerte, ya tenemos un combatiente.

Jhovanna volteó a dónde estaba mirando Lucas y pudo ver una cuchara que se acercaba a la caja de pizza y no pudo evitar soltar un grito realmente fuerte al verla arrastrarse por la mesa.

Lucas: Si logras matarla, pensaré en conseguirte una televisión.

La pequeña al escucharlo tuvo un pequeño rastro de esperanza, aunque se sentía bastante atemorizada al ver la apariencia tan grotesca de aquel insecto, pero aún así se armó de valor y miró hacia aquel joven que se veía como un gigante comparado a su propia estatura.

Jhovy: ¿L-lo dices enserio?.

Lucas: Por supuesto, es una promesa, y yo nunca rompo una promesa.

Jhovy: Dame la espada.

Lucas solo acercó aquella pequeña espada de plástico que parecía haber sido hecha para ella y la blandió mientras miraba a la criatura frente a ella, la cuchara parecía haberla notado, ya que inmediatamente corrió con sus múltiples patas hacia ella.

Jhovy: ¡Por mi televisioooooooooooooooon!.

Ella no se quedó atrás y también corrió hacia la criatura, una vez que estuvieron frente a frente, Jhovanna cerró los ojos e hizo un corte horizontal con la espada, afortunadamente ese corte había decapitado a la horrorosa bestia. Cuando se dio cuenta de su hazaña, levantó la espada al aire con una sensación de logro indescriptible y miró a Lucas.

Jhovy: ¡Lo logré humano!, ¡Ahora consigue mi televisión!.

Lucas: ¿Estás segura que lo lograste?.

La pequeña fantasma no podía entender a lo que se refería el joven, pues ya le había cortado la cabeza a la criatura, así que debería de estar muerta, pero cuando la miró pudo ver ese horrible cuerpo decapitado aún moviéndose y no pudo evitar cerrar los ojos y gritar de nuevo, mientras esperaba su muerte. La cucaracha había muerto por el impacto de un periódico gigante, cuando la fantasma abrió los ojos pudo ver aquel cuerpo totalmente aplastado haciéndole casi vomitar.

Lucas: Aunque las decapites, las cucharas pueden vivir hasta una semana sin cabeza, la mejor forma de  matarlas es aplastarlas.

Jhovanna: G-gracias humano, recuerda que aún tienes que conseguir mi televisión.

Lucas: ¿Conseguir qué cosa?, ¿Tú la mataste?.

Jhovanna: P-pues si, ¿N-no viste qué le corté la cabeza?.

Lucas: ¿No sabías que las cucarachas pueden vivir una semana sin cabeza?. Así que no la mataste. Y como no la mataste, no te consigo no mergas.

Jhovanna: ¡NO ES JUSTO!.

Lucas: La vida no es justa.

Jhovanna: … Estoy muerta.

Lucas: La muerte tampoco lo es.

Jhovanna: ¡Ya verás humano, haré que me consigas esa televisión!.

Lucas: Si sí claro, ya es la hora de bañarse, la taza ya tiene agua tibia.

El joven ignoró a la enojada fantasma y fue tranquilamente a la sala, donde se recostó en el sofá y miró su teléfono, mientras tanto la fantasma se encontraba bañándose, planeando como lograr que aquel tonto humano le consiga su televisión.

Así rápidamente pasaron 5 días, ambos continuaron conviviendo tranquilamente, incluso el joven logró crearle una cama usando una caja de fósforos grande, cortó la parte superior, también cortó un trozo de colchón y midió con precisión el tamaño para que entrara perfectamente en la caja de fósforos, cortó un trozo de sabana que ya no usaba pero que estaba limpia, también cosió algunas remeras que le iban pequeñas para hacer una colcha abrigada, unió todo y pudo crear una cama bastante cómoda, cosa que la pequeña fantasma agradeció felizmente.

Ya era de mañana y ambos estaban despertándose, se dieron los buenos, Lucas la levantó en su mano y fueron juntos al comedor aún un poco dormidos, el joven dejó a la pequeña en la mesa y fue hacia la cocina para sacar las cosas y comenzar a cocinar el desayuno, pero se llevó una gran sorpresa cuando los gabinetes casi vacíos, se dirigió hacia el refrigerador y obtuvo el mismo resultado, con las pocas cosas que había apenas se podía hacer algo comestible.

Lucas: Chingada madre, ni modo, tendré que ir a lo de Sofy a desayunar.

Jhovanna la cuál podía entender la situación se puso un poco inquieta, por lo que levantó la voz sin darse cuenta.

Jhovanna: ¡Si quieres comer solo compra comida con tu dinero!.

Lucas: Es cierto, jajaja a veces olvido que tengo dinero.

Jhovanna: Si tienes dinero, ¡Entonces compra mí televisión!.

Lucas: Si te digo la verdad, tengo dinero suficiente como para comprar más de 4 televisiones de última generación.

Jhovanna: ¿¡Entonces por qué no me compras una!?.

Lucas: Por qué no dispongo de una televisión.

Jhovanna: ¡Pero yo sí!.

Lucas: Entonces consiga trabajo, gane dinero y cómprese una televisión usted misma.

Jhovanna: Es muy fácil decirlo, pero nadie me contratará con éste tamaño.

Lucas: No es cierto, podrías ir al circo como una atracción: “La mujer más pequeña del mundo”.

Lucas contenía la risa ante la idea de ver a esa pequeña fantasma como una atracción de circo, a diferencia de él, Jhovanna no estaba para nada feliz y estaba infando sus mejillas con insatisfacción.

Jhovanna: ¿No tienes que ir a comprar comida, humano idiota?.

Lucas: Oh es cierto, debería de ir al mercado de aquí cerca.

El joven se dio la vuelta en dirección a la puerta para irse a aquel mercado, la fantasma que vio la intención del joven de irse, rápidamente le gritó.

Jhovanna: ¡Espera humano, llévame!, ¿No estarás pensando en dejarme aquí sola verdad?.

Lucas: ¿Por qué debería llevarte?.

Jhovanna: S-si me llevas Y-yo… No te molestaré con la televisión por una semana.

Lucas no dijo nada, solo entró a su habitación y salió después de unos minutos con una remera diferente, pues ésta tenía un bolsillo en el pecho izquierdo, tomó a la fantasma en su mano y la dejó dentro de ese bolsillo.

Jhovanna: ¿Por qué huele a chocolate aquí?, Ah descuida, ya sé por qué.

Luego de eso solo se podían escuchar los sonidos de alguien masticando, el joven se sorprendió y luego entendió que aquella fantasma se estaba comiendo su chocolate, así que comenzó a quejarse.

Lucas: Oye, ese es mi chocolate.

Jhovanna: Era.

Lucas: Fue un regalo de mi madre por lo graduación.

Los sonidos de masticar se detuvieron y se pudo escuchar una voz sorprendida, lo cuál hizo a Lucas sonreír con malicia.

Lucas: Es broma, ¿O no?, ¿Los fantasmas pueden tener diarrea?.

Jhovanna dejó de temblar, ya que ella sabía que él estaba molestándola, así que respondió con evidente burla en su voz.

Jhovanna: Si la respuesta es “si”, entonces lo peor se lo lleva tu bolsillo.

Lucas: Lo compré hoy…

Mientras hablaban ya habían salido de su casa y no habían dejado de caminar, rápidamente llegaron al mercado y entraron para hacer la compras necesarias.

Jhovanna: ¿Qué vas a comprar?.

Lucas: Cosas.

Jhovanna: Vaya, que información más útil.

Lucas: Compraré cosas como alimentos y alguna que otra estupidez.

Ambos se movieron por el mercado, compraron los alimentos necesarios no solo para el desayuno, sino que compró lo suficiente para llenar los gabinetes y el refrigerador, se acercó a la caja registradora y pagó por todo, antes de entregarle el dinero a la cajera, vio unas barras de chocolate por lo que decidió comprar 2, una la dejó en el bolsillo de su campera y la otra la iba comiendo con su mano libre.

Jhovanna: Oye, yo también quiero.

Lucas: ya te comiste uno completo, te va a hacer mal.

Escuchando quejarse a la fantasma que estaba en su bolsillo, llegaron a la casa, abrió la puerta y pudo escucharse una voz.

Voz: Hasta que al fin llegas.

Mirando en dirección a la voz se pudo ver a un chico de cabello negro, ojos marrones oscuros y de casi la misma estatura que Lucas, parecían tener la misma edad, entonces Lucas le habló con sorpresa.

Lucas: ¿¡Como carajos entraste aquí!?.

Amigo: Idiota, me diste una copia de la llave.

Lucas: Ah… Cierto.

Amigo: ¿Qué es eso en tu bolsillo?.

Su amigo apuntaba al bolsillo en su pecho, Lucas tomó ese algo y mostró a la pequeña fantasma.

Lucas: Es una figura de acción.

Amigo: Uff si, me imagino, tremendo personaje de anime shonen.

Lucas: Ni te imaginas las patatas que da.

El amigo se acercó y miró fijamente a la supuesta “muñeca”.

Amigo: Ahora que la veo bien, se parece mucho a la chica de esa película de terror.

Lucas: ¿Cuál?.

Amigo: Esa que sale del pozo.

Lucas: Aaaaaah, actividad paranormal.

Amigo: No menzo, esa que sale del pozo para matarte después de ver un vídeo.

Lucas: Aaaaaaaaah, la llorona.

Amigo: No wey, the ring.

Lucas: Ya sé, solo te estoy jodiendo, por cierto, ¿Qué carajos haces acá?.

Amigo: ¿Qué carajos te importa?.

Lucas: Tu prima.

Amigo: Ahora que la mencionas…

Lucas: No.

Amigo: Nisiquiera me escuchaste.

Lucas: Está bien, decime.

Amigo: Necesito que finjas ser el movió de mi prima.

Lucas: No.

Amigo: ¿Por qué?.

Lucas: Tu prima me cae mal.

Amigo: ¿Qué es lo que no te cae mal de ella?.

Lucas: ¿Enserio quieres que te lo diga?, Espera que si te digo todo vas a tener que quedarte hasta mañana.

Amigo: Entonces te propongo algo.

Lucas puso una mirada interesada, no le respondió, sino que tomó un sombrero similar al de los mafiosos, fue hacia la cocina y se sentó en la silla que estaba en la punta de la mesa, su amigo no se quedó atrás y también sacó un sombrero mafioso de su mochila y se sentó en la otra punta de la mesa.

Amigo: Oh padrino, hay un favor que tengo que pedirle, pero puede estar seguro que usted no se irá con las manos vacías.

Lucas: Eso lo veremos, primero déjame escuchar tu oferta.

Como si fuese ensayado, ambos estaban hablando con una voz similar a los personajes de la película del “padrino”, obviamente Lucas interpretaba el papel del padrino.

Amigo: A cambio de que usted finja ser el movió de mi prima, yo le regalaré la televisión que tengo en casa, son 50 pulgadas de alta definición, acceso a internet, bluetooth y unos parlantes impresionantes de sonido envolvente.

Lucas estaba a punto de negarse, pero de repente sintió un gran dolor en su pezón izquierdo y se sobresaltó, tuvo que contener su gritó se dolor, obviamente su amigo se daría cuenta de esto y le preguntaría preocupado.

Amigo: ¿Estas bien?.

Lucas no salió de su personaje, sino que rápidamente volvió al papel del padrino.

Lucas: Consideraré tu oferta, vuelve mañana y obtendrás tu respuesta.

El amigo se arrodilló en el piso frente a él y le beso el anillo que tenía en su dedo de la mano derecha.

Amigo: Muchas gracias padrino, muchas gracias.

Mientras tenía la cabeza agachada, salió de la casa, una vez que Lucas vio que no volvió a entrar, dejó su sombrero sobre la mesa y sacó a la fantasma que estaba en su bolsillo, también dejándola en la mesa.

Lucas: ¿¡Qué chingados te pasa!?.

Jhovanna: Vamos, solo fue una mordida.

Lucas: ¡En el pezón!.

Jhovanna: Como sea, no puedes negarte, es una televisión gratis y solo fingiendo ser el novio de una chica.

Lucas: Si es tan fácil, hazlo tú.

Jhovanna: Como si pudiera, pero ya enserio, ésta es la oportunidad para que yo pueda volver a mí tamaño normal, entonces puedo vivir con mi amiga Sofy.

Lucas: Y eso que yo ya me había acostumbrado a vivir contigo.

Jhovanna: Aún podríamos seguir viéndonos, yo dejaría de intentar matarte y buscaría a otras víctimas.

Lucas: Claro, por qué eres tan buena en eso, ¿No habías sido nombrada la empleada del mes?.

Jhovanna: Jaja, muy gracioso, como te dije, yo vuelvo a mí tamaño, me mudo con Sofy y podemos seguir viéndonos, ¿Aceptas?.

Jhovanna extendió su pequeña mano en dirección a Lucas, él parecía estar pensando profundamente en esto. Pues tendría que fingir ser el novio de una chica que le caía fatal, pero pensando en que la pequeña fantasma frente a él volvería a su tamaño normal, que no tendría que gastar dinero en una televisión, decidió extender su dedo índice y Jhovanna agarró ese dedo con su mano.

Jhovanna: Entonces está decidido, ya no puedo esperar para volver a ser grande.

Lucas: Si si, yo tampoco.

Y así el día continuó con normalidad hasta que anocheció y ambos se acostaron a dormir, esperando al día siguiente en que Lucas le diría a su amigo que aceptaría.









Mi vida con una fantasmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora