❝ Under That Tree ━ O6 ❞

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A veces se preguntaba por qué siempre acababa regresando a aquel lugar

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A veces se preguntaba por qué siempre acababa regresando a aquel lugar. Aquel maldito lugar del que quería poder olvidarse y deshacerse como si nunca hubiera existido en su memoria.

Sanemi soltó un suspiro y se dejó caer hacia atrás, provocando que su cabeza y espalda chocaran contra una dura superficie.

Tras él un majestuoso tronco se alzaba con orgullo, extendiendo su vasto ramaje hasta un lugar que el joven Shinazugawa no podía ver bien debido a la niebla que entorpecía su vista, ya agotada debido al cansancio que lentamente hacía efecto sobre sus sentidos.

Ya incluso juraba oír la voz de su hermano. Ah, Genya, cómo lo extrañaba.

— ¡Sanemi, Sanemi!— Aquella voz infantil, acompañada de un tirón en la camisa que cubría su cuerpo llamó su atención. Alzó su vista, encontrando aquel rostro cicatrizado sonriente, cuyos ojos resplandecían, envueltos en emoción.— ¡Mira lo que acabo de encontrar!— Con su mano libre alzó una araña que hizo retroceder a su hermano mayor.

— Genya, es peligrosa, suéltala.— Ordenó el joven de cabello blanco, quien batallaba consigo mismo para evitar golpear su muñeca y quitarle el insecto a las malas.

— Está bien.— Cedió más rápido de lo que Sanemi imaginó. Y de repente, él cambió. Pero el escenario a su alrededor no.— ¿Sabes? Hace poco conocí a un chico... Él es encantador. Su cabello es largo y bicolor; azabache y celeste, como la noche y el día. Sus ojos celestes son tan pacíficos y su piel clara parece de porcelana. Él...

— ¿Hablas de Muichiro? ¿El hijo de los Tokito?— El mayor de los Shinazugawa no podía controlar sus acciones, lo que comenzaba a frustrarle. Porque sabía qué iba a pasar, lo sabía tan bien que dolía.— Su físico es angelical, pero te recomiendo tener cuidado con él. No me fío ni un pelo de la gente de esa familia.

La expresión en el rostro de su hermano menor se convirtió rápidamente en una de decepción. Sanemi se sintió mal, arrepintiéndose por completo de haber dicho eso.

Su sueño continuó; siempre sentados bajo aquel hermoso árbol, que más que felicidad parecía cargar consigo la desgracia y tristeza.

Una lágrima resbaló y se perdió en la desolada noche, donde las almas vagaban con pena a través de los oscuros rincones de la villa, allá donde Sanemi no se encontraba. Porque su alma descansaba bajo aquel árbol, esperando la llegada de la de su hermano menor, consciente de que esta nunca llegaría y no era más que una esperanza infantil que buscaba sanar sus profundas heridas.

Shooting Star᪶꩜⤹۟ Sanemi & Genya zoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora