Capítulo 26 : Jugando con dragones

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La noche antes de la tarea, Harry estaba tan aterrorizado que no sintió nada en absoluto. Trató de salir a correr pero terminó frente a los dragones, con las manos hormigueando, las piernas temblando, un poco mareado pero aparte de eso sin sentir nada en absoluto. Fue una sensación extraña. Desconcertante. Como estar desatado de la tierra; emocionalmente desapegado de todo.

Descubrió que no le importaba. Sabía que necesitaba dormir y había hecho todo lo posible para prepararse, pero todo lo que podía pensar era en dragones.

Terminó sacando su escoba y volando. Los Thestrals se unieron a él. Pero aún así terminó en los dragones. Así que decidió volver a hablar con los dragones.

Los dragones estaban siendo trasladados de su claro a corrales fuera de una gran arena, que Harry supuso que sería el lugar donde se llevaría a cabo la tarea. Los dragones claramente no estaban nada contentos con el movimiento, y los manejadores corrían de un lado a otro, frenéticamente; tratando de calmarlos y apagar pequeños incendios. Harry no estaba seguro de si estaba aliviado o decepcionado de que incluso si Charlie supiera que estaba allí, estaba demasiado ocupado para alejarse y hablar con él.

Harry terminó bajo su capa de invisibilidad, usando la lengua pársel para intentar calmarlos. Se agachó de forma invisible en la parte trasera de un Thestral y les habló. Se presentó y trató de explicar lo que estaba pasando. Los thestrals lo habían seguido. Parecían quererle. Le gustaban las extrañas criaturas. A menudo les saludaba o les llevaba algo cuando estaba en el bosque. No parecían molestos en absoluto por los dragones y parecían perfectamente felices de seguir caminando entre los cuatro dragones mientras Harry trataba de hablar con ellos. Sin embargo, los Dragones no se dejarían influir. Creían que los huevos falsos eran reales.

(Los huevos estaban deletreados, se enteraría más tarde. Habían usado algo para engañar a los dragones. Les habían hecho una poción. Eso era lo que los había irritado. Charlie no podía decírselo debido a los Geas).

Finalmente, Charlie se dio cuenta de lo que estaba pasando mientras los dragones actuaban de manera extraña, mirando al espacio, aunque no había nadie allí. Inclinan la cabeza hacia un lado como si estuvieran escuchando, gruñendo y siseando el uno al otro a cambio.

Charlie encontró a Harry, (o más hasta el punto de que finalmente notó los Thestrals) a las dos de la mañana. Le había parecido extraño que el Thestral estuviera caminando de un lado a otro cerca de los dragones. Arrastró a un entumecido Harry a su tienda para dormir.

Harry realmente no protestó cuando Charlie lo llevó a su tienda y agrandó la cama para que los dos se acomodaran cómodamente. Sin embargo, la mano suave de Charlie en su espalda ardía, y se alejó de ella, su cerebro estaba demasiado confuso para pensar con claridad o tomar cualquier decisión, y mucho menos las complejas sobre su opinión sobre el toque. Charlie simplemente abrazó a Harry brevemente y lo envolvió cálidamente en mantas.

Harry los miró como si nunca los hubiera visto antes. Harry estaba temblando. Con los dientes castañeteando, frunció el ceño brevemente, pero se quedó allí sentado. Charlie lanzó un fuerte hechizo cálido sobre él y se acurrucó junto a él debajo de sus propias mantas, tirando de Harry hacia los lados, por lo que terminó acostado antes de apagar las luces.

Harry se quedó allí, rígido como una tabla, sin sentir el calor de las mantas o de Charlie, quien lo acercó más y lo rodeó con un brazo de manera protectora. Se quedó mirando la mano de Charlie en la oscuridad, que estaba recorriendo una línea de calor abrasador arriba y abajo de su costado, con dulzura. Lentamente, se descongeló. Lentamente, se relajó. Observó la mano inmóvil mientras Charlie se quedaba dormido, todavía colgando flácido sobre su costado. ¿Era cálido y quizás cómodo?

Harry Potter se vuelve inteligente y toma el controlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora