Capítulo 80 : Bruja Semanal

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Su día no mejoró. En pociones esa tarde, recibieron noticias más interesantes, aunque desagradables. Pansy se detuvo en su escritorio flanqueada por una sonriente Tracy Davis y un sonriente Malfoy, Crabb y Goyle.

"¡Puede que encuentres algo que te interese allí, Granger!" Pansy gritó lanzando una revista a Hermione, quien la atrapó, luciendo sorprendida, haciendo que los Slytherin se rieran disimuladamente.

En ese momento, la puerta de la mazmorra se abrió. Snape irrumpió, "siéntate". Llamó terminando efectivamente cualquier conversación antes de que pudiera comenzar.

Malfoy y Crabbe fueron a sus asientos, pero Goyle y Pansy se demoraron, articularon las palabras, "¡lo siento!" antes de apresurarse.

Harry la miró, sorprendido, pero ella lo estaba ignorando. Podía sentir su malestar. Se sintió culpable y desgarrada; su magia estaba cambiando.

Interesante .

Harry miró lo que le habían dado a Hermione. Era una revista semanal de brujas. Harry sacó rápidamente sus libros mientras Hermione metía apresuradamente la revista en su bolso. Harry esperaba que el pequeño intercambio no fuera notado por el profesor Snape.

"¡Presta atención!" El profesor Snape espetó.

Harry se estremeció, su corazón latía con fuerza y ​​vio al profesor Snape mirándolos. Harry maldijo mentalmente. A él también le había ido muy bien, y ahora Snape estaba enojado con él de nuevo. Al otro lado de la mazmorra, Malfoy se rió disimuladamente y aprovechó la oportunidad para mostrar POTTER STINKS a través de la mazmorra a Harry.

"Presta atención", dijo el profesor Snape de nuevo con brusquedad, y Harry se preguntó si ese último comentario iba dirigido a él oa Malfoy.

Al menos no lo habían castigado.

*

Severus miró a Potter mientras trabajaba en su poción para agudizar el ingenio con Granger. Las pociones del chico habían mejorado mucho, fácilmente era el primero de la clase, junto con Granger y el mocoso Malfoy ahora. El niño estaba empezando a mostrar indicios del talento de su madre.

Pero el chico todavía se estremecía. No es que Severus lo culpara, pensó con un escalofrío. Había visto las cicatrices de los chicos. Estaba demasiado familiarizado con ese tipo de cicatrices. Hizo que su propia espalda se contrajera con simpatía, solo de pensarlo.

Habría que hacer algo al respecto.

Él suspiró. El estremecimiento parecía mejorar durante las detenciones del chico. Ahora, sin embargo, el chico estaba saltando y estremeciéndose de nuevo. No es que Severus pudiera culparlo de todo lo que estaba pasando, pero... no creía que fueran solo esos abominables artículos en el periódico, aunque seguramente no habían ayudado. Sin embargo, no estaba seguro de lo que había sucedido. Algo había asustado al chico que tenían delante. Acaba de llegar a la detención una noche nervioso y caprichoso de repente y todavía estaba nervioso, incluso varias semanas después.

Es cierto que había comenzado a calmarse de nuevo antes de ese artículo rojizo. ¡Severus quería retorcerle el cuello a ese reportero! Era una lástima que tuviera que mantenerse fuera de Azkaban. Alguien realmente debería atar a la maldita Perra. Había estado unos años por debajo de ellos en la escuela, pero había sido una chismosa notoria y desagradable en eso.

Aún así, con la detención del niño terminada, necesitaría encontrar una manera de hablar con el niño. Y con la gran mejora del chico en pociones, Severus ni siquiera podía detenerlo de manera realista. Se negó a asustar al niño dándole otra detención innecesaria y no merecida.

Harry Potter se vuelve inteligente y toma el controlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora