Harry Potter se vuelve inteligente y toma el control

Capítulo 77 : La segunda tarea

Bagman apuntó su varita hacia su garganta como lo había hecho en la Copa del Mundo, y dijo, "¡Sonorus!" Su voz resonó a través del agua oscura hacia las gradas.

Cuando empezó a hablar Harry sacó una dosis de Gillyweed de su bolsillo y se la puso en la boca como dijo Bagman, "todos nuestros campeones están listos para la segunda prueba, que comenzará con mi silbato. Tienen precisamente una hora para recuperar lo que tengo que hacer. les ha sido quitado ".

Harry tragó y pudo sentir que su cuello comenzaba a hormiguear cuando el Gillyweed comenzó a funcionar.

"A la cuenta de tres, entonces. ¡Uno ... dos ... tres!"

El silbido resonó estridentemente en el aire frío y quieto; las gradas estallaron en vítores y aplausos.

Sin mirar para ver lo que estaban haciendo los otros campeones, Harry se lanzó hacia el agua y se metió lo más rápido que pudo, levantando los pies para poder moverse más rápidamente hacia las aguas más profundas donde podía comenzar a nadar. Tan pronto como pudo sentir la sensación familiar de una almohada invisible presionando su boca y nariz, se zambulló.

Se impulsó hacia adelante con las manos y los pies ahora palmeados y tomó su primer trago de agua helada del lago. Se sintió (como siempre) como el aliento de la vida. Su cabeza dejó de girar cuando el agua se movió sin problemas a través de sus branquias. Sonrió mientras sacaba su varita y usaba un hechizo de agua para impulsarse hacia adelante junto con sus poderosos pies palmeados.

Le encantaba nadar con gillyweed, hacía que moverse por el agua fuera mucho más fácil. Y era mucho más fácil guiarse en el agua con sus manos y pies en forma de aletas, ya que el poderoso hechizo de agua parecía enviarlo hacia adelante como un cohete. Sonrió mientras se adentraba más en el lago. Sabía aproximadamente que la aldea mer estaba en el fondo del lago, con suerte cerca del medio.

Así que Harry se lanzó hacia adelante y hacia abajo, asegurándose de mantener el lecho del lago a la vista en todo momento, pero no lo suficientemente cerca como para quedar atrapado dentro de los largos bosques de algas donde los Grindylows seguramente estarían al acecho. Serían bastante fáciles de abordar, pero no quería enfrentarse a un enjambre completo de ellos.

Peces pequeños pasaban junto a él como dardos plateados. Una o dos veces pensó que veía algo más grande moviéndose delante de él, pero cuando se acercó, descubrió que no era más que un tronco grande y ennegrecido, o una mata densa de maleza. No había señales de ninguno de los otros campeones, gente del mar, Hermione, ni curiosamente del calamar gigante. Se preguntó si Hogwarts lo mantendría alejado.

Se acercó al castillo con su mente y tuvo la impresión de que el calamar estaba al otro lado del lago, manteniéndose fuera del camino de todo el ruido. También obtuvo la más leve de las impresiones de la dirección de la aldea mer y ajustó su ángulo ligeramente en consecuencia, enviando un agradecimiento mental a la escuela mientras lo hacía.

Todavía podía sentir la escuela aquí. La magia de Hogwarts no solo estaba en los ladrillos y el mortero del castillo, sino también en los terrenos y las plantas y criaturas que la llamaban hogar.

Siguió nadando más profundo, pasando por otra densa maraña de algas, el silencio del lago y el agua presionando sus oídos.

"¿Cómo te va?"

Harry se dio la vuelta, perdió el control de su hechizo de agua y se detuvo bruscamente. Myrtle llorona flotaba confusamente frente a él, mirándolo a través de sus gruesos anteojos nacarados. Ella se estaba riendo de él. En realidad riendo.

"¡Mirto!" Harry trató de gritar, pero de su boca no salió nada más que una burbuja muy grande. Myrtle se rió disimuladamente.

Harry puso los ojos en blanco y trató de hacer un siseo. Había practicado el idioma. Era áspero en su garganta y más aún fuera del agua, pero era mucho más fácil ahora que tenía agallas. Y debajo del agua, salió sonando como inglés.