Las Clowns De Wattpad [LIBRO I] ✔️

Un Sueño Hecho Realidad

Todas las chicas estaban en una fiesta, se habían reencontrado y estaban celebrando eso.

Estaban muy borrachas y hacían desastre por todos lados. La casa en donde estaban parecía casa de loco, ya que el patio estaba lleno de vómito, papeles, vasos, alcohol y preservativos. No los usaban, solo los inflaban y luego los usaban como globos.

Algunas estaban hablando y otras bailando mientras esperaban a que llegara la pizza que habían pedido hace minutos atrás.

Antho estaba sentada en el sillón con dos chicas a su lado, hablando estupideces que no se les entendía ya que el alcohol en su sistema no las dejaban hablar bien.

De la nada tocaron el timbre, las chicas pensando que era el repartidor de pizza, abrieron la puerta y ahí estaba un chico.

—¿Ustedes son las clowns de wattpad? —preguntó.

La chica que había abierto la puerta le respondió que si eran ellas y de un movimiento inesperado, la empujó haciendo que ella cayera al piso y entraron 5 chicos.

Esos 5 chicos estaban vestidos de payasos pero no de payasos normales. No, eran payasos sangrientos como los que las películas de terror.

Llevaban unas mascaras sangrientas y cada uno tenía un objeto distinto en su mano.

Uno tenía un machete, otro un palo con púas a su alrededor, otro una sierra, otro un hacha y por último, uno tenía una ametralladora.

Los gritos se escucharon inmediatamente, ya que los tipos no perdieron tiempo para empezar a matar.

Gritos, llantos, súplicas y tiros cubrían la casa.

Antho se levantó rápidamente del sillón y corrió juntos con una amiga hacia las escaleras.

—¡Nos vienen persiguiendo! —gritó la chica, corriendo.

—¡Bueno! ¡Corre, estúpida, corre! —le gritó de vuelta.

Cuando iban llegando al final de las escaleras a la chica la tomaron de uno de sus pies y la jalaron, haciendo que su cuerpo cayera y se diera un golpe en la cara.

El tipo que la jalo de inmediato, le clavó el machete en la cabeza, haciendo que chispeara su cara y toda la pared. El chico miró hacia donde se encontraba Antho, que estaba en shock y le dedico una sonrisa demasiado macabra de su parte.

Ella reaccionó rápidamente, ya sabía lo que seguía.

La próxima era ella.

Saliendo de su estado de shock, corrió mucho más rápido que la primera vez y entró a una habitación oscura y cerró la puerta. Pero tanto era el susto que se le olvidó pasar el seguro.

Su respiración era agitada, estaba demasiado asustada. Su cuerpo temblaba, tenía la piel demasiado pálida y los labios morado.

De pronto la puerta se abre y entra el payaso, soltando una risa demasiado malévola mientras que movía su cabeza de lado a lado. Antho cayó al piso y empezó a retroceder mientras que el payaso se acercaba más a ella.

Su espalda chocó contra la fría pared y supo que estaba perdida, no tenía forma de salir de ahí.

El payaso alzó el machete y justo cuando estaba a punto de clavárcelo, la puerta del baño se abrió, dejando ver a una Paola con las manos en su cabeza.

—Estoy mareada —habló y empezó a caminar hacia el interruptor de la luz, con pasos torpes. Cuando se iluminó la habitación, miró al payaso con duda. Pero no le dio importancia, ya que pensaba que era una broma—. ¿Qué está pasando? Me perdí.

Ni chance le dio a Antho en gritarle cuando de un rápido movimiento, el payaso le lanzó el machete directamente a su cara. Haciendo que su cuerpo cayera al piso, sin vida.

Caminó hasta ella y volvió a tomar el cuchillo. Y esta vez se dirigió a Antho.

La tomó fuertemente del brazo y la tiró hacia la cama. Un grito desgarrador salió de la garganta de Antho cuando el payaso clavó el machete en su estómago.

Y para completar la masacre, le dio vueltas haciendo que todo sus órganos se rompieran y la sangre saliera mucho más rápido.

Un grito desgarrador y fuerte se escucho en aquella casa. Antho estaba con la respiración agitada y sudada.

Todo había sido un sueño.

Solo un sueño, ¿no?

Un sueño no se puede hacer realidad, ¿cierto?

Ella rápidamente, asustada. Fue a contarle su sueño a sus amigas del grupo y al final les dijo "se los cuento porque dicen que cuando uno sueña algo y lo cuentas, no se cumple".

Las chicas solamente se rieron de ella y le dijeron que era una cobarde. Y ahí fue cuando decidieron jugar a la ruleta.

Pero lo que no sabían que a veces los sueños se hacen realidad.

Y si se hizo realidad, no de esa manera, si no mucho peor.