Las Clowns De Wattpad [LIBRO I] ✔️

Extra II

La boda

Narrador X

Estrés, si, eso era lo que tenía en este momento. Muy equivocada estaba cuando pensé que planear una boda es fácil. Y no, es lo más difícil y estresante que hay. También creí que por tener la ayuda de las clowns iba a ser mucho más rápido y fácil, pero ellas están haciendo todo mucho más difícil.

Para nadie es mentira que somos súper desorganizadas, no nos ponemos en orden y siempre estamos con el desorden. A veces amo eso, porque me encanta y nos divertimos mucho pero en esta situación no, simplemente no. Necesito estar lo sumamente concentrada posible para que esta boda quede lo más perfecta posible.

Todo esto era un desorden, gente caminando de aquí para allá, las chicas gritando y dando órdenes, maldiciones se escuchaban de parte de la maracucha y el famoso “me perdí” de Paola.

Esto es un caos.

—Coño pero si te estoy diciendo que esa vaina no va ahí, ¿por qué coño lo tienes que poner ahí? Si te dijera que lo pusieras ahí vas y lo pones en otro lado —dijo Yely, mirando a Auri de mal humor—. Que ganas de caerte a coñazo, quítate —quitó el centro de mesa de ahí y lo puso en otro lugar.

Auri solo la ignoro y siguió ordenando las demás cosas.

—¡Eso no va ahí! —gritó otra vez Yely.

—Dios mío, que estresante —habló Claudia—. Háganle caso para que deje de gritar.

—Coño si, desde que llegó anda gritando —le siguió Dani.

Yely se giró lentamente y señaló a las dos.

—Si me hicieran caso yo no estaría gritando pero como no hacen caso, no me queda otra opción que gritar.

—Pero le podéis decir las cosas calmadamente y ellas te hacen caso.

—Wey, ¿si sabéis que a ellas tenéis que gritarle o mandarle un golpe para que hagan caso? —levantó una ceja—. Créeme, ya hice eso que dijiste y no funcionó.

Dani se encogió de hombros.

—Entonces, seguí gritándoles.

Yely sonrió como niña chiquita y se dio la vuelta para seguir gritando.

—Marachuca —la llamó Paola.

Yely se devolvió y puso su atención a ella.

—Diga, bonita.

Claudia la miró con una ceja enmarcada.

—Ella si la tratas bien mientras que a nosotras nos gritas.

Se encogió de hombros.

—Es que es Pao —miró a la mencionada—. ¿Qué me ibas a decir, mami?

Claudia rodó los ojos.

—Bueno, ¿cómo te digo? —se rascó la nuca—. Estaba fritando los tequeños y Antho llegó a comérselos, entonces le di un manotazo y accidentalmente el aceite le salpico en toda la mano.

Las tres se quedaron con la boca abierta y solo pudieron emitir un simple:

—Khe.

Pao sonrió nerviosa.

—Fue un accidente.

Yely soltó un ruido exagerado.

—¿Paola pegándole a Antho?

—Esto es nuevo, Antho siempre es la que le pega a Pao —le dijo Dani.

—Paola se está revelando —exagero Yely—. ¿Ahora qué falta? ¿Qué mañana me digas que mataste a alguien? —fingió llorar—. ¿Qué le hicieron a mi Pao? Ay, Dios, me la están quitando.