—Por favor Shōto, no te enojes, te lo voy a explicar...—Prometí, estábamos entrando ya en mi casa, Bakugo vivía por allí cerca, pero no en el mismo edificio que yo.—¿Que no me enoje? Por los mil demonios ¡El te lastimó! ¿Y ahora me vienes con que dejaste que protegiera a nuestra hija?—Exclamó, yo sabía que estaba molesto, sí, pero no era mi culpa, yo solo era un peón en este plan.—Déjame explicarte Shō...—Después de tanto hacerse del rogar me dejó explicar, ambos aprovechamos que Yuki estaba dormida para hablarlo.
—Verás, después de fingir mi muerte no estuve menos ocupado, viajé a varias partes del mundo, buscando a un héroe en específico...aquel que todo lo ve, con él tenía que consultar el plan que llevaríamos a futuro, ya que puede ver tanto el futuro como el pasado, sin embargo me topé con varias sorpresas, la primera y más sorprendente es que no hay mucho cambio de su poder con el mío, ya que ambos son transmisibles, el mío me lo dio all might...
Recorría las calles principales de Oaxaca, sabía en dónde estaba la persona a la que buscaba, pero debía actuar normal, no quería asustarla.
—¿Puede dejar de fingir?—Pidió una niña de cabello azul con un cuerno en la frente, me agaché para quedar a su altura— Yuki ha doko desu ka?¹—Cuestioné en japonés, ella sonrió en grande y me abrazó.—To-san!²—Llamó—Hi, hi³—Estaba feliz de verla.—Que bueno que te veo.—Susurré, a pesar de que yo aún no la conocía, sabía que era mi hija y la reconocía como tal.
—¡Pa! ¡Allí está papá!—Yuki venía corriendo tomada de la mano de Todoroki, que me veía como si no fuese real.—Soy de verdad, ningún holograma ni nada eh.—Me burlé.—Lo siento es que...—Unos grandes goterones de lágrimas salían de sus ojos, las de su ojo izquierdo se evaporaron y las del ojo derecho se congelaron, agarré en el aire una de las congeladas esferas y suspiré sobre ella, tenía unos cuantos trucos bajo la manga que no desaprovecharía, coloqué la gotita en un anillo donde relució.—Eso es...—Asentí.—Una promesa, que juro cumplir Shō...—Yuki me tendió una mochila y Eri un celular, les di un beso a ambas en el cachete para después voltear a ver a Shōto que asintió y se alejó con ambas chicas de la mano.
—Shō-chan, te veré pronto.—
Suspiré antes de subir al avión que me llevaría de vuelta a Japón, había sido una semana larga...una vez dentro de la zona de primera clase del avión, abrí la mochila, en ella venían cientos de cosas, de las cuales más de la mitad eran armas o documentos que reunían información, también había ocho cartas, cuatro de ellas para Shōto y las otras cuatro para mi, pero todas venían con una fecha para abrirlas, suspiré, no tenía nada que hacer así que decidí dormir.
Durante el vuelo no todo estuvo tranquilo, las turbulencias iban en aumento y de vez en cuando el avión se sacudía con mayor violencia.
❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆❆
—¿Qué es lo que intentas decirme?—Cuestioné.—Que todo esto es un juego, alguien más lo controla, alguien al que tú y yo crearemos.—Explicó Izuku mirándome con seriedad.—¿Te refieres a Yuki?—Pregunté.—No, me refiero a Eri.—Contestó.—¿Eri?—Cuestioné confundido.—Sí, nuestra hija...yo ya estoy en cinta, listo para darla a luz.
