Capitulo 35 segunda temporada FINAL

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Eran las tres de la tarde y recién llegaba de casa, Eddie estaba en mi puerta esperándome al parecer. Lo salude, al verme un poco encartada me ayudo a ir entrando unas bolsas que llevaba de mercado. De repente apareció el hermano mayor de Sam, Alan, antes de que pudiera entrar a la casa y me paso su teléfono. Era Sam, su voz era de mucha preocupación y me pedía que por favor fuera al hospital central. Yo inmediatamente pensé en Luna. Apenas colgué me arrastro al auto de la mano, el rostro de Eddie era de confusión, así que le pedí que me esperara unos segundos y me devolví a donde Eddie.

—Era... —me interrumpió

—¡Era Sam cierto!

—¿Por qué viniste, necesitas algo? —le hable cortésmente. No lo quería dejar y hasta pensé en llevarlo conmigo.

—Si necesito algo, pero sé que no lo encontraré aquí —comento con desilusión en su voz y su mirada —, vete, yo te cierro la puerta.

Inmediatamente Alan me pito en el carro. Eddie se volteo, sabía que no me quería escuchar y tampoco podía hablar en ese momento, así que corrí al auto y me fui.

Tras pensar por un momento, sabía que era lo que Eddie quería hablar y me quise devolver, pero al instante pensé en Luna. Me sentía muy mal, pero cuando volviera estaba dispuesta a contarle todo.

Cuando llegamos al hospital, nuevamente Sam volvió a llamar para asegurarse que habíamos llegado, y tras encontrarnos en el pasillo nos llevó a la alcoba donde estaba Luna. Mientras caminábamos Sam me manifestó que ella me quería ver y luego me conto que estaba allí por una cirugía que le aprobaron hacerse, pero que era muy delicada y muy riesgosa.

Cuando llegamos una pareja esperaba en la puerta, ellos se destacaban de los demás, me di cuenta de inmediato que eran sus padres. Vi a su tía y me saludo de inmediato, ella me dejo entrar a ver a Luna.

Ella estaba acostada, despierta y tomándose fotos con su celular. La vi muy tranquila, nada que ver con la tensión que había afuera de esa puerta.

—Ven tomate una foto conmigo.

Yo inmediatamente me acerque y nos tomamos unas cuantas. Ella estaba muy feliz, diferente.

—No entiendo muy bien, pensé que estabas moribunda o algo así. Me asustaste mucho—le confesé.

—Le dije a Sam que le colocara dramatismo, así llegabas más rápido —sonrió —. Estas algo pálida.

—Es que no almorcé. Últimamente... han pasado cosas.

—Lo dices por Sam cierto, la verdad no puedo creer que lo hallas rechazado, quede muy confundida. Luego me sentí bien. Pensé que tu estabas a mi lado por Sam, por complacerlo a él, pero cuando me di cuenta de eso, entendí que la fiesta y todo eso fue de verdad por mí—se quedó mirando el techo, como esperando que yo le respondiera, pero en ese momento no pude —bueno, esto es incómodo —añadió con una sonrisa nerviosa.

Yo también sonreí, fue extraño.

—¿Luna por qué decidiste hacerte la cirugía? Yo pensé que te daba igual ¿Qué te hizo cambiar? —pregunté curiosa.

Se quedo en silencio, pero le vi que tenía ganas de contarme.

—Pues, en resumidas... fue la fiesta—dijo animada y como con vergüenza, yo la quedé mirando extraño así que añadió: —Allá me di cuenta de muchas cosas... me divertí mucho, pude darme cuenta de tu amistad, nadie había hecho algo así por mí —Se sobaba las manos mientras me contaba —. Me di cuenta que no quiero morir un día para él otro, que no quiero pasar por el mundo en silencio ¡Tengo quince años! y mi vida no ha sido como he querido por temores. Esta cirugía me puede asegurar unos cuantos años más y los quiero disfrutar.

Ella es míaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora