Capitulo 4

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-¡Suéltame!-Hago un vano intento de liberarme de su agarre pero eso solo hace que me sujete con más fuerza.

-Mi paciencia no es infinita Alessandra.-Suspira.

-¿Qué le hiciste a mis escoltas?-Cuestionó al no ver a nadie a mi alrededor.

-Digamos que están un poco ocupados.

-¡Estúpido trigolata de mierda, juro que voy a matarte y después te cortaré en pedazos!-Grito.

-Sube.-Me ordena tajante.

-No voy a subir a ese estúpido auto y menos si es con un idiota como tú.

Con una agilidez increíble me toma de la cintura y me carga en sus hombros para adentrarse conmigo al interior del auto.

-Non me ne frega niente di quanto sia rispettato, giuro che ti ucciderò e credimi manterrò le mie promesse.-Murmuró.

«Me importa un bledo lo respetado que seas, te juro por Dios que te mataré y créeme que cumpliré mi promesa.»

-Te he dicho lo mucho que me prende oírte hablar en italiano.-Se remoja los labios y por un segundo me detengo en ellos.

-Te he dicho lo mucho que voy a disfrutar matarte.-Sonrió falsamente.

-No lo harás.-Dice con seguridad.

-¿Qué te hace creer que no lo haré?

-Porque cuando te haga mía lo único que querrás es volver a tenerme entre tus piernas.-Sonríe seguro de sus palabras.

-Tú alter ego me sorprende.-Agregó.

El auto se pone en marcha y solo me dedico a memorizar el camino, memorizo cada calle y cada lugar cercano que de con el escondite donde esté trigolata me esté llevando.

-No funcionará.

-¿Qué?-Cuestiono haciéndome la idiota.

-El que memoricés cada calle o cada lugar que te haga llegar a mí.

-¿Qué te hace pensar que quiero dar contigo?

Hace una mueca como si ofendiera su alter ego.

-Eso fue muy duro de tu parte Alessandra.-Se lleva la mano al pecho dramáticamente.

-Valla, tienes sentido del humor.-Digo sarcástica.

-Te sorprendería todas las cosas que tengo.-Su mano se posa en mi pierna y la apartó de un manotazo.

Eso lo hace reír y por un segundo me pierdo en el sonido de su risa.

Me sorprende la rapidez en la que me quedo dormida, el cansancio mezclado con la ira no hacen una combinación muy buena en mí.

****

Despierto por las breves caricias en mi mejilla por parte de Luciano.

-¿Dónde estamos?-Cuestionó desorientada.

-En tu nuevo hogar.-Sonríe.

Quise decir algo pero el muy idiota me tomó de brazo y a la fuerza me sacó del auto.

La casa es hermosa y llena de lujos, quise detenerme a observarla pero Luciano tiro de mi brazo y se dirigió a la escalera arrastrándome con él.

Me dejó en una de las habitaciones de la casa y salió dando un portazo.

Deseos peligrosos (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora