2 semana después.
Han pasado dos semanas desde que estoy encerrada en este puto lugar. A duras penas duermo. Solo salgo cuando Luciano así lo decide y mayormente es para arreglar asuntos de negocios o simplemente a unos de sus club folladores.
Sé que aún recuerdas esa noche Alessandra.
Malditos y sucios recuerdos.
Sujeto mi pecho con fuerza, algo no está bien.
Tengo está sensación ya hace algunos días. Necesito salir de aquí o terminaré pegándome un tiro en la cabeza.
Estoy recostada en la cama mientras observo el atardecer a través de la ventana, es una de las cosas que puedo decir que me gustan de este lugar.
Hay algo mágico en observar los atardeceres, de cierta forma te hacen sentir relajado.
En estos días mi estado de ánimo esta decaído pero le otorgó la culpa a mi ciclo menstrual.
Mi paz se acaba cuando la puerta de la recámara se abre dándole paso a un Luciano furioso.
-¡¿Por qué golpeaste a unos de mis escoltas Alessandra?!-Hago una mueca ante sus gritos.
-¡A mi no me grites pendejo!-Grito de vuelta.
Su pecho sube y baja rítmicamente y muy a mi pesar se que busca la manera de calmarse.
Se ve tan sexy enojado.
Se dan cuenta, por esta razón odio a las hormonas.
-Bien.-Habla esta vez más calmado.-¿Por qué golpeaste a uno de mis escoltas?- Vuelve a cuestionar por segunda vez.
Mi mirada recorre todo su cuerpo, está tan bueno el muy hijo de puta que por un momento muerdo mi labio inferior y mi mente viaja a aquella noche donde lo tenia entre mis piernas mientras aquella chica me besaba.
Vuelvo a la realidad con los chasquido de sus dedos frente a mi cara.
-Le dio una orden y no obedeció.-Me encojo de los hombros.
-¿Cuál fue la orden?
Suelto un suspiro cansado.
-Matarte.
Oculto una sonrisa cuando sus boca se abre en un gesto sorpresivo.
-¿Tan mal te follo para que le ordenes a uno de mis escoltas matarme?-Sonreí coqueto.
-He estado con mejores.-Miento.
-¿Te has corrido tres veces seguidas con ellos?-Cuestiona.
Se adentra por completo a la recámara cerrando la puerta para luego ponerle el seguro.
Con pasos breves se acerca hasta el borde de la cama donde me encuentro sentada.
Con su mano sujeta mi mentón y me obliga a levantar la mirada.
Mis ojos se encuentran con los suyos y todo mi interior arde en llamas cuando pasa unos de sus dedos por mi labio inferior.
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Deseos peligrosos (+18)
RandomDos mafia, una venganza y un destino que traerá muerte y deseos que se verán enfrentados a ser deseos peligrosos. Historia original. Sígueme en mis redes. Facebook: Nayely Vargas. Instagram: Nayely_Vargas18