Capítulo 14

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Pérdida.

(Reproduzcan la música mientras leen el capítulo)

Sabía a lo que me enfrentaba al entrar en este mundo. Primero mi padre, luego mi madre y ahora Evans.

El perder a alguien que amamos es algo que marca una parte de nuestra vida, seguimos adelante pero el dolor siempre estará
presente.

Me niego a salir de la habitación donde se encuentra el cuerpo sin vida de Evans, todo sucedió tan rápido que ni siquiera llegue a despedirme y eso de alguna manera hace que mi corazón duela. Mi mente viaja a esos antiguos recuerdos mientras las lágrimas se deslizan por mis mejillas, sostengo mi pecho tratando de regular mi respiración la cual es un desastre.

--Señorita, tenemos que llevar el cuerpo a la morgue --Una enfermera irrumpe en la habitación.

Observo el cuerpo sin vida de la única familia que me quedaba y asiento.

Horas antes de lo sucedido.

--No tienes porque irte cariño.

--¡No me llames cariño hijo de puta! -- Me las ingenio para meter toda mi ropa dentro de la maleta.

--Si no te lo dije fue por una razón.--Observo su robusto cuerpo y le dedico una mirada de odio.

El enojo que tengo hace que mi cuerpo se gire por inercia dejando la maleta a un lado para encaminarme hacia el marco de la puerta donde se encuentra Luciano apoyado.

--¡Dime!--Golpeo su pecho con mi dedo índice.-- ¿Cuáles fueron tus estúpidas razones para no decirme que mi amigo se encuentra entre la vida y la muerte?

--Me importa una mierda la vida de tu amigo.

--¡Rispondi alla domanda figlio di puttana!

Su mirada se torna oscura y una sonrisa de picardía aparece en su rostro.

--Me la pones dura cuando hablas en tu idioma natal. --Trata de tocarme, pero retrocedo.

--Vete a la mierda.

--Deja enciendo el auto y nos vamos juntos.

Ignoro sus palabras y continuo con lo de antes.

Cuando termino de empacar lo poco que traje el sonido de mi móvil hace que mi corazón se acelere temiendo lo peor.

Tomo el bolso que está al lado de la maleta y saco el móvil de su interior. El nombre de la hermana de Evan se refleja.

--¿Margaret? -- Todo mi interior tiembla.

--Alessandra.--Lloriquea. --Tienes que venir al hospital ahora.

El color abandona mi rostro y aunque no quiero escucharlo se lo que eso significa.

--El esta...—Mi corazón se oprime.

--Lo perdimos Alessandra.--Rompe en llanto.

--No, no esto es un error. --Mis rodillas fallan y termino desplomándome en el suelo de la recámara.

--Su corazón dejo de latir. --Su llanto aumenta mientras, yo aún me encuentro en estado de shock.

--¡Dime que es una broma! --Suelto una risa nerviosa.--¡Él no puede estar muerto, joder!

--Trataron de reanimarlo, pero...--Su voz se corta dando por terminada la llamada.

Las lágrimas se hacen presente mientras mi mente se niega a creer que mi amigo ya no está. Luciano se acerca, pero antes de que logre tocarme me levanto y salgo de la recámara.

Deseos peligrosos (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora