Capitulo 6

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Aceleró mis estancadas logrando que ella suelte gruñidos cargados de deseos a la misma vez que se retuerce debajo de mi pidiendo más.


-¿Quién es tu dueño?-Aprieto su cuello sin realizar mucha fuerza mientras gruño y sigo con mis estancadas.


-Usted señor.-Gimotea y sonrió.-Usted es mi único dueño.

En un ágil movimiento la levantó logrando que quede en cuatro mientras la sigo penetrando y ella sigue gimiendo.

Explotó llegando el preservativo de mi líquido mientras el nombre de Alessandra sale de mis labios en un susurro.

Me dejó caer a su lado con la respiración agitada y totalmente extasiado.

-¿Señor?

-Ummm.-Murmuró.

-¿por qué me llamó Alessandra?-Cuestiona.

-Nunca dije ese nombre.-Miento.-Ahora ve y dúchate mis escoltas te llevarán nuevamente al club.

Alexa es una de las pocas mujeres con las que me acuesto, hace años que mantenemos una relación de sexo sin ningún tipo de compromiso.

Después de ella he tenido sexo con Alexa tres veces y las tres veces el nombre de Alessandra sale de mis labios sin pretensión algunas.

Me levanto de la cama y tomo la poca ropa que traía puesta, después de ponérmela salgo de la habitación dejando que Alexa tenga la privacidad que se merece. Puede que sea una prostituta, cualquiera o como deseen llamarla pero eso no me da el derecho de faltarle al respeto.


Atravieso la sala de la mansión y me adentro al pequeño gimnasio que preparé para poder entrenar.

Cubro mis manos con gasas antes de ponerme los guantes y propinarle algunos golpes al saco de boxeo.




Alessandra.

-Señora el cargamento ya está en el sitio acordado

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-Señora el cargamento ya está en el sitio acordado.-Hago a un lado los papeles que antes sostenía para prestarle atención a Evans.


-Prepara el jet salimos en una hora.-Ordenó.

-Como órdenes mi señora.-Me giña uno de sus ojos color miel antes de salir del despacho.


Guardo los papeles en la caja fuerte y después de dejar todo ordenado salgo del despacho para encaminarme hacia mi recámara.

Empaco todo lo que necesitaré durante el viaje y tomando mi arma junto a mis bebés, salgo de la recámara para encaminarme a la pista donde se encuentra Evans junto a los demás escoltas esperándome.

Media hora de vuelo y ya siento la pesadez en mis ojos, necesito descansar pero cada vez que lo intento Luciano invade mis sueños y no de una manera muy bonita que digamos.

Poco a poco mis párpados se van haciendo más pasados hasta el punto de quedarme dormida en uno de los asiento del jet.

No sé si mi imaginación juega en mi contra pero me veo siendo levantada para sentir una superficie lo suficientemente cómoda debajo de mi.


-No puedes hacer eso Emilio.-Escuchó a mi madre decir.

-Debo hacerlo Leslie.-Le responde mi padre.


Sé que no está bien escuchar conversaciones ajenas pero es lo que pasa cuando vives en una casa donde las paredes son delgadas.

-La niña puede escucharte, no crees que sería traumático para ella.-Puedo imaginar a mi madre diciendo esas palabras con sus brazos cruzados.


Y esa es mi señal de alejarme de la conversación y regresar a mi cuarto.

A la hora de la merienda mi madre se adentra a mi cuarto con una bandeja en mano y su característica sonrisa.

--Es hora de que comas algo mi pequeña.-Deja la bandeja aun lado de la cama y me observa por breves segundos antes de agacharse y dejar un beso en mi frente.

Tomo el sándwich y en silencio me lo termino.

--De que hablaban tú y papa hace rato.-Cuestiono a la vez que tomo mi bebida y le doy un sorbo.

--¿De que hablas cariño?-Pregunta con voz confundida.

--Los escuche hace rato, hablaban sobre mi.-Dejo el recipiente del jugo ya vacío en la bandeja.

Mi madre me dedica una mirada cautelosa antes de sonreír y negar con la cabeza repetidamente.

--No era nada de importancia nena.-La observo levantarse de la cama y tomar en sus manos la bandeja vacía para después dejar un beso en mi mejilla.

--Porque no vas a jugar al patio.-Anima.

--No me gusta ir ahí. Siempre está lleno de esos hombres bien uniformados y con armas.-Digo haciendo un puchero.


Antes el patio solía ser mi lugar favorito pero desde hace un tiempo mi padre reforzó la seguridad llenando la casa de hombre extraño, le pregunte el porqué de esto pero solo me respondió...


--Es para que nos protejan de todo los monstruos que quieren hacerle daño a papa.

Mi madre hace la bandeja aun lado y poniéndose de cuclillas toma mi barbilla y me obliga a mirarla a los ojos.


--Sabes por qué están aquí nena. Necesitan protegernos...


--De los monstruos.-completo la frase.

--Si sales un rato prometo llevarte de compra y comprarte todo lo que te guste.-Sonrie.


--Promesa.-Sonrío.

--Promesa.


Dando saltitos me levanto de la cama y salgo disparada escaleras abajo camino al patio. Atravieso la puerta principal ignorando las miradas de los hombres uniformados.

La suave brisa me recibe junto a un cielo despejado con espesas nubes.

Me trepo en unos de los columpios y dando breves impulsos me balanceo mirando el hermoso cielo.


Me distraigo poniéndoles nombres a las figuras que las nubes forman.


--¡Suéltenme¡--Me sobresalto ante el grito.


Recorro el patio con la mirada hasta que descubro de donde proviene el sonido.


Del sótano.


Por algún motivo que desconozco mis padres nunca me dejaron bajar allí. Decían que si lo hacia los monstruos me arrastrarían y me llevarían consigo alejándome de ellos.


Me escabullo entre los arboles del jardín y siendo cautelosa me acerco a la ventana que aunque es pequeña por ella se puede ver una parte del interior del sótano.


El lugar está totalmente a oscuras salvo por una pequeña bombilla.


La bombilla ilumina una pequeña parte del sótano pero una mayor intensidad de luz proviene de un lugar especial.



Una puerta.


Totalmente de acero impenetrable.



--¡Ahhh¡--El grito está cargado de dolor.


--Señorita está prohibido deambular por estas áreas.-Me sobresalto y me es inevitable soltar una maldición.

--Lo sé solo que escuche unas voces proveniente de La puerta de acero.-Trato de explicarme.

--¿Por qué no vuelve adentro con su madre?

Trata de tomarme del brazo pero doy un paso atrás evitando que esto suceda.

--¿Qué hay detrás de esa puerta?-Cuestiono buscando repuestas.

--No es nada de su debida importancia señorita.-Suelta en tono frio y seco.

Para no hacer la discusión más larga regreso al lado de mi madre una vez más.

Esa noche no puede dormir pues mis pensamientos de encuentran en lo que hay detrás de la puerta de acero.

A la mañana siguiente me encuentro con la sorpresa de que mis padres se fueron de viajes y me dejaron a cargo de la tía verónica.

Esa tarde doy comienzo a mi plan.

A escondidas me escabullo en la alcoba de mis padres y tomo una de las tantas pastillas para dormir de mi madre.

Esa tarde después de prepararle uno de los tantos te de mi madre a la tía Vero la dejo dormida mientras tanto me escabullo por la puerta del sótano.

Esa tarde descubrí el gran secreto que mi padre tanto me ocultaba.




Me despierto sobresaltada, agitada y con una fina capa de sudor sobre mi frente. Todavía estoy en el jet lo que significa que llevamos poco tiempo de vuelo.

Me mantengo despierta en lo que resta del vuelo, organizo mis ideas y después de hablar con uno de mis inversionistas suspiro en un gesto cansado.

El trayecto se me hace eterno y mi mal humor aumenta con el paso de las horas.

--Mi señora.-El asiento a mi lado es ocupado por una persona.

Las suaves caricias en mi mejilla me hacen abrir los ojos de golpe y observar a la persona encargada de este gesto con mala cara.

--¿Qué haces Evans?-Cuestiono mientras lo observo extrañada.

--Te ves hermosa cuando duermes.-Dice con suma simpleza.

--¿Qué quieres?-Cuestiono ignorando la estupidez que acaba de decirme.

Su rostro se transforma en una expresión triste y lo ignoro porque me importa una mierda como se sienta en este momento. Se que soy una hija de puta sin sentimiento pero no tengo tiempos para estas mierdas de parejas.


--El jet aterrizará en quince minutos.-Suelta en tono distante para después levantarse y desaparecer en la cabina del piloto.


Me mantengo firme en mi puesto hasta que el jet aterriza en tierras extranjeras.

El cálido viento me recibe en la enorme cuidad extranjera, ajusto mi bolso y rodeada de mis escoltas bajo del jet para encaminarme hacia un todo terreno listo y preparado para recibir mis órdenes.


La hermosa isla se posa frente a mi a medidas que avanzamos. No cuento con representante por ello debo recibir mis mercancías en persona.


Me hospedo en un lujoso hotel y mientras estoy ahí me ducho y almuerzo lo necesario. La noche cae y a diferencia del viento cálido que me recibió esta noche es fría y nublada.

Ajusto mi chaqueta de cuero y me dispongo a salir de la alcoba, los escoltas me acompañan con sus arma empuñada listo para disparar antes cualquier situación.


****



Me subo al todo terreno y le indico al chofer hacia donde dirigirse. Al llegar al puerto una lancha me espera y junto a Evans y varios escoltas lo abordo y nos ponemos en marcha rumbo hacia el otro lado de la isla en busca de la mercancía.


Mientras la lancha avanza en mi mente ideo como mierdas haré para que los colombianos no me vuelen la cabeza.

Maldito seas Luciano. Por su culpa mi personal no pudo entregar el cargamento a tiempo y eso generó el disgusto de los colombianos.

--Alessandra.

--¿Qué quieres Evans?-El fastidio es notable en mi voz.

--Necesito salir de la cuidad unos días.-Nuestras miradas chocan pero no dura mucho ya que Evans aparta la mirada.

--¿Para qué?-Me es inevitable cuestionar.

--Necesito resolver algunos asuntos.-Se limita a decir.

--Y se puede saber ¿Cuáles son esos asuntos?

--Si no le molesta pero prefiero reservarme la repuesta.

No se que mierda le pasa pero estos días ha estado distante y cortante conmigo cosa que no debería importarme una mierda pero les mentiría si les dijera que no le tengo aprecio. Llevamos trabajando juntos casi media vida y aunque a veces puedo ser una hija de puta en el fondo le tengo un gran aprecio.


--Como quieras.

La lancha se detiene en el lugar donde me esperan para entregarme el cargamento.

--Señorita Alessandra.-Un señor con un notable acento ruso toma mi mano y deja un beso sobre mis nudillos.

Aparto la mano en una señal de asco.

--Dejemosnos de formalidades y vamos al grano.

--Como siempre tan encantadora.-Alcanzó a escuchar el murmuro de Evans a mi lado.

Le doy una mirada fulminante antes de volver a centrar mi atención en el ruso.


El ruso vocifera algo en su idioma y segundo más tardes y joven se posa a su lado con un maletín.



El maletín es abierto por un joven y el ruso extrae una formula en forma de cápsula para entregármela.

--La nueva e innovadora XY7.-El orgullo en su voz me hace fruncí el ceño.

--Por la confusión en tu rostro puedo notar que no tienes ni idea de lo que estoy hablando.-Niego con la cabeza logrando que el ruso sonría.


El ruso suspira y toma una exagerada cantidad de aire antes de volver a hablar.

--La XY7 es una droga mortal.-Hace una pausa.-Es la droga más letal que he fabricado una sola de esta.-Muestra la cápsula donde está la droga.-Puede hacerte indestructible ante cualquier circunstancia.

--¿Qué tiene de especial?-Cuestiono curiosa.

--Pues como verás querida. Una sola de esta, basta para que te vuelvas dependiente de ella y eso mi querida Alessandra nos conviene a nosotros, los fabricantes y proveedores de ella.-Sonríe volviendo a dejar la cápsula en su lugar.

--Necesito seis kilogramos de como sea que se llame eso.-Señaló el maletín.


Necesito pagarle a los colombianos y sé que con esta nueva droga estarán felices.

--Eso tendría un alto costo.

--No hay nada en esta vida que el dinero no solucione y como verás yo tengo el dinero mientras que tú tienes mis soluciones.

--Me alegra oír eso.-Sonríe con picardía .

--hazme llegar mi pedido y tendrás el dinero que pidas a tu disposición.-Mi semblante se mantiene serio.


--Cuando esté listo te lo haré llegar mientras tanto.- Me ofrece el maletín.-Toma esto como muestra del gran cierre de este trato.


Evans toma el maletín y lo sube a la lancha mientras yo me despido del ruso cerrando el trato que dará vida a una nueva sustancia que me encargaré de suministrar en cada rincón de mi mafia.

Nota de la autora:

Boun pomeriggio mio amore 😉❤️.

Les dejo este capítulo de regalo 💝 (ven, no soy tan mala como piensan ;) .

Espero que lo disfruten y lo amen tanto como yo 😩.

En el siguiente capítulo veremos más de Alessandra y Luciano 😏🎥.

Deseos peligrosos (+18) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora