El camino de vuelta hacia el hotel fue en completo silencio. Evans ni siquiera me miro durante todo el camino su vista estaba perdida en el horizonte.Al llegar al hotel me encerré en la habitación estaba cansada de esta situación, necesitaba salir y embriagarme hasta mas no poder.
Me di una ducha caliente la cual mi cuerpo agradeció. Cuando termine me di una última mirada en el espejo y con una sonrisa salí del cuarto y me encamine hacia el lobby.
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El Lux era uno de los mejores barres de la cuidad, solos personas con dinero tenían el derecho de entrar y de emborracharse.
Esta noche quiero perder la razón y no hay mejor lugar que este bar. Quiero hacerlo sola por ello le di la noche libre a mis escoltas y me encargue de que Evans se entretuviera y que mejor manera que llevarle unas proxenetas para que la pase bien.
Al entrar al bar las luces me hicieron entrecerrar los ojos pero después de breves segundos termine acostumbrándome.
Localice mi objetivo y me encamine hacia él.
--Quiero lo más fuerte que tengas.- El joven me sonrió y me sirvió el trago.
Si agregar una sola palabra me lleve el trago a mis labios y de un solo intento me lo tome, mi garganta ardió y sonreí. Era todo lo que necesitaba.
Tres tragos más tarde estaba en la pista de baile con un chico que ni me moleste en preguntar cual era su nombre. Era guapo pero eso era algo que el sabia y lo presumía.
Cuando la canción acabo y mis pies reclamaban descanso me dirigí nuevamente a la barra, esta vez pedí algo un poco más suave.
Me recargue sobre la barra y me perdí observando a las personas que bailaban mientras otros se besuqueaban mientras pedían a gritos un cuarto para fornicar.
Deje mi copa vacía a un lado y le sonreí coquetamente al que servía los tragos. Estaba mareada por lo que su sonrisa se me hizo atractiva.
--Veo que no pierdes el tiempo.-Alguien se posiciono a mi lado y no hacía falta girarme para saber de quien se trataba.
--Eres como una plaga.-Dije irritada.
No me respondió.
--¿Qué haces aquí?-Cuestione antes de volver a pedir una margarita.
El joven me sonrío antes de servirme el trago.
--Ese vestido es un poco atrevido ¿No crees?
En cierto modo tenía razón pero él no era quien para decirme que debo ponerme y que no.
--Me facilita el movimiento. - Sonreí con descaro a la vez que subía un poco el vestido logrando un manotazo de su parte.
--No juegues conmigo Alessandra. - Dice en tono amenazante.
--Y si te dijera que lo menos que quiero es jugar contigo. - Levantó mi pie y lo frotó contra su entrepierna.
--Basta. -Murmura con dificulta.
Sonreí victoriosa.
Varios tragos más tardes.
No se lo que estoy haciendo pero estoy lo suficientemente borracha para que me importe. La pista de baile está repleta tanto así que he comenzado a sudar, no se en que momento el moreno con el que antes bailaba me invito a la pista pero les aseguro que no me arrepentí al aceptar la invitación ganándome una mirada reprobatoria por parte de mi acosador.
Me giro haciendo que mis glúteos se contoneen sobre la entrepierna del moreno, le dedico una mirada victoriosa a Luciano antes de sujetar la cara de mi acompañante por encima de mi hombro y besarlo.
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Deseos peligrosos (+18)
RandomDos mafia, una venganza y un destino que traerá muerte y deseos que se verán enfrentados a ser deseos peligrosos. Historia original. Sígueme en mis redes. Facebook: Nayely Vargas. Instagram: Nayely_Vargas18