Todo por ella

IX

Conforme pasa el tiempo te acostumbras al dolor ¿eso te hace masoquista? No lo sé... pero si puedo asegurar que mis sentimientos no han cambiado. Los líos de adolescentes son muy buenas experiencias para contar y muy entretenidas de leer también.

Cuando Karina regresó fui feliz, pero al mismo tiempo estaba muy dolido con ella, no podía dejar que ella se fuese y regresara cuando ella quisiera, como solución rápida activé mi orgullo al máximo; eso me conllevó a un gran error, ya que, al final terminé humillándome más de lo normal y solo espanté a Karina... otra vez.

Me había vuelto a ilusionar, había sentido de nuevo mi corazón acelerado al verla, pero lastimosamente fui un idiota (lo sigo siendo hasta hoy en día).

Si estás enamorado el margen de error es de 100% así que es normal que termines solo e infeliz hasta que aparezca otra persona o hasta que mueras, es importante recordar que tan solo soy un adolescente eso eleva a un 200% mi margen de error. Quiero disculparme apropiadamente, quiero que ella también seda a su orgullo y volver a iniciar de 0; si es con ella... no me importa caer 50mil veces y volver a iniciar la relación otras 50mil veces más.

El peor accidente de tu vida es el que tratas de evitar, lo aprendí cuando estaba haciendo una carta de despedida para Karina y al final quería ponerle un pequeño dibujo para que ella vea mi esfuerzo; decidí usar los marcadores súper mágicos de tinta fluorescente, son totalmente costosos y son una completa estafa... trataba de no salirme de la ¨línea¨ y que todo quedase perfecto pero al final la punta redonda de esos marcadores solo hacían curvas innecesarias y todo quedó hecho una completa mierda. Terminé botando todo mi trabajo y esfuerzo a la basura, claro antes lo rompí, me frustre y me molesté conmigo mismo como todo ser humano lo hubiese hecho. ¡Había pasado casi todo un día haciendo eso! Yo no soy de dar cartitas, lo que uno hace por amor...

Pero eso no importaba ¡ella había vuelto! Esta vez iba a luchar por ella, iba a luchar por amor... No pasó ni 10 minutos antes de que fuese a su casa para poder verla, por suerte me sabía la carta de memoria y justo cuando ella salió mi corazón se aceleró bruscamente, comencé a temblar y no me salían las palabras. ¡Por Dios! Se miraba tan hermosa...

¿Esta vez me lo explicarás todo? - pregunté con un poco de pena.

Si, todavía queda algo que explicar... lo haré- dijo con algo de desánimo mientras se sentaba a la orilla de la banqueta.

Entonces no pude soportarlo más y estando al lado de ella la besé con tanta fuerza que me costaba respirar, nuestras lenguas se movían en una constante lucha y nuestras manos acariciaban nuestros cuerpos con tanta pasión que bien pude casarme ahí mismo- eso lo explica todo- dije y ella sonrío. Volvimos a nuestro beso infinito realmente quería gastar sus labios contra los míos, nos besamos un largo tiempo más y ella solo me sonreía de forma muy apenada.

Luego me despedí y me sentía muy feliz, quería que ese momento durara para siempre.

Al día siguiente salimos en mi coche a algún lugar que fuese muy tranquilo y muy bonito como para poder platicar, la llevé al lugar donde había ido donde mi abuelo a tomar mi primera cerveza y a ella le encantó la vista, después fuimos a cenar a un lugar que era muy costoso y pedimos algo para llevar. Al final decidimos ir a mi casa a ver ¨una película¨.

Cuando llegamos pusimos la película y los dos partimos hacía besolandia, quité mi camisa y ella comenzó a tocar mi abdomen, quité suavemente su blusa mientras besaba su cuello; podía sentir su respiración agitada... eso me excitó mucho y no pude disimularlo, ella posó su mano sobre mi miembro y yo tomé su sostén, a medida que iba avanzando, posé una de mis manos sobre uno de sus muslos y su respiración se descontroló cuando subí mi mano hasta su entrepierna, detuve el beso y la vi directamente a los ojos, su mirada era algo seria pero con un rostro totalmente enamorado. No pude evitarlo y bajé su jean y después su ropa interior; introduje uno de mis dedos dentro de ella y soltó un pequeño gemido, eso me produjo un pequeño escalofrío que recorrió mi cuerpo dos veces, después no podía soportarlo más y lo introduje muy suavemente, ella apretó muy fuerte mi mano y lo sentí al ver que había llevado conmigo su virginidad. Lo hicimos por lo menos una hora, me vine afuera y al final nos vimos cara a cara totalmente desnudos y un poco avergonzados por lo ocurrido.

Nos fuimos a duchar los dos juntos, donde lo hicimos nuevamente...

¿Quieres casarte conmigo? - pregunté tomando su mano- ella solo me besó y me dijo que la fuese a dejar, de camino a su casa ninguno soltó la mano del otro.

Fuimos la pareja perfecta por lo menos ese mes cuando vivimos juntos. Mi abuelo la conoció y no dudó en darle el visto bueno, mientras yo era el hombre más feliz de la vida.

Y así de la nada, a mis casi 20 años, un día escuché- Sebas, tengo un retraso- me lo dijo con una cara que era entre felicidad y preocupación,

Wow, eso es grandioso- dije y fui a abrazarla, pero por dentro estaba hecho un manojo de nervios- mejor compremos una prueba de embarazo para estar completamente seguros- dijo mi abuelo totalmente emocionado.

La prueba resultó negativa, por suerte, pero eso me conllevó a pensar muy seriamente en la paternidad y desde ese entonces lo hice solamente con condón.