•09: Pesadillas•

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¡Jaenie, vámonos!— su madre gritó desde las escaleras.

—¡voy!— devolvió del mismo modo.

Dejó su cama extendida, seguramente cuando volvieran de su viaje familiar, llegaría cansado, así que nada mejor que simplemente llegar y poder recostar la cabeza en su almohada.

Bajó rápidamente por las escaleras, llegando a toparse con la señora Choi al final de esta.

La señora le sonrió de manera maternal, acariciando la cabeza de su hijo de tan sólo diecisiete años.

—¿Ves esto, mamá?— sonrió, dejándolo relucir sus brackets—. Este será el último día con ellos, ¿lo recuerdas, no?

Los dos comenzaron a caminar hasta la salida de su casa—. Por supuesto que sí, cariño.

Corrió al ver a su hermano mayor entrar del lado de la ventana—. ¡Yo pido la ventana!

Al igual que sus padres, los hermanos Choi, solían ser la pacificación en persona, por lo que las peleas o simplemente discusiones, tan inexistente.

Por eso no hubo problema alguno de que YoungJae tomara la ventana ese día.

Su hermano mayor iba al medio y el chico menor, la otra ventana, y por supuesto, sus padres en los asientos de adelante.

Los dos muchachos tenían mucha ilusión sobre ese viaje, lo tenían planeado como felicitación a el hermano mayor de YoungJae por haberse graduado de su instituto con honores.

Iba a ser un viaje familiar completamente inolvidable.

YoungJae tenía un magnífico dote para la música, por algo se encontraba cantando a todo pulmón mientras sus familiares le hacían coro.

Una vez que la canción terminó, el volumen bajó—. Al parecer no hay tanto tráfico— habló el señor Choi.

Básicamente estaban ellos y dos autos más en la carretera, y del lado contrario, completamente desierto.

A excepción de un camión que a lo lejos podía observarse.

Se acercaba rápido, muy rápido, y parecía querer desviarse de carril.

YoungJae estaba Yam centrado observando el paisaje, que ni siquiera se dio cuenta cuando el camión impactó el auto.

Las luces, el sonido, todo, fue tan rápido, que ni siquiera sintió algo.

¡YoungJae!— la voz de BamBam lo hizo salir de esa horrible ensoñación.

Sin saber que realmente eso fue lo que pasó, y estaba ensoñando con la noche del accidente.

Estaba asustado, sudando, agitado y al tocarse su cara, pudo sentir como habían rastros de lágrimas en sus mejillas.

—¿Estás bien, Jaenie?— BamBam tocaba su temperatura y pecho, tomando precaución ante cualquier cosa.

—Estoy... estoy bien— respondió agitado tratando de recordar lo que lo que acababa de pasar—. Sólo fue una pesadilla, Bam, estoy bien.

BamBam, además de ser su compañero de cuarto, también ayudaba a YoungJae cuando los golpes sobre sus recuerdos le azotaban.

Generalmente eran sueños, los cuales YoungJae llamaba pesadillas, pues no sabía que realmente le había sucedido.

Pero claro, BamBam sabía que su condición requería de paciencia, claramente todos querían que YoungJae recuperara sus recuerdos.

O bueno, aquellos recuerdos que no le generarían dolor; como el enterarse de la pérdida de su padre.

Aunque tampoco podía vivir engañado toda su vida, él sabía que no recordaba muchas cosas, y por obvias razones no sabía cuales, pero ese proceso era completamente lento.

Y para eso sus amigos estaban ahí, para apoyarlo durante en todo lo que necesitara.

BamBam vió el reloj en su mesita de noche—. Son las dos de la madrugada, ¿quieres hablar de ello o...?

—No, vamos a dormir— dijo ya más calmado.

—¿Quieres que pongamos los colchones en el suelo?— BamBam acariciaba la espalda de YoungJae, dándole más tranquilidad.

Jae lo observó, de verdad que tenía al mejor compañero de cuarto—... Sí.

Cuando se bajó de la cama, con ayuda de BamBam bajaron su colchón, y luego el de el castaño mayor, dejando los dos juntos en el suelo.

Tomaron sus respectivas sábanas y trataron de dormir, espalda con espalda.

—Jae— le habló el menor.

—¿Hm?

—¿Crees que YuGyeom también me quiera para un rato?— BamBam se dió la vuelta, seguido de BamBam.

—No lo sé, Bam, no conozco mucho a YuGyeom— dijo—. ¿Por qué?

—Llevamos casi tres días de conocernos, pero aún así siento que no es como el resto-

—Bam, dijiste eso también de-

—Lo sé, shh, calla, eso nunca pasó— los dos rieron—. Pero con él es diferente, la verdad, siento que él sí me quiere por lo que soy y no por lo que tengo.

—Bam...

El abrazo que YoungJae le brindó, fue cálido, sabía de todas y cada una de las historias de los chicos, en inclusive chicas que habían querido a BamBam sólo por lo que tenía.

—No creo que hyung sea así, Bam— se separó, viéndolo a los ojos.

—Yo tampoco— ligeramente sonrió—. YugYeom es especial.

Se quedaron despiertos un poco más, finalmente viendo que les dió cerca de las tres de la madrugada.

Sus charlas darían para más, pero considerando que en menos de tres horas debían estar despiertos y alistándose para las clases, debían dormir.

Y por supuesto, YoungJae debía mantener la cordura para ver a JaeBeom, recordando que lo había invitado a salir.

Nota de autora: Espero les guste el capituló, ¡Besos! <3

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Nota de autora: Espero les guste el capituló, ¡Besos! <3

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