•30: Quiero escribirte una canción pt.1•

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—No quemen la casa chicos, por favor.

Jackson salía de la casa, rezando y bajando a todos los ángeles del cielo porque no quemaran el lugar, mientras, JinYoung llevaba de la mano a tirones, tratando de sacarlo de ahí.

—¡Diviértanse!— YoungJae cerró la puerta con una sonrisa.

Se giró, dispuesto a pasar el resto de su tarde en el cuarto, escuchando música, jugando algún juego, o bien, durmiendo.

Desde esa mañana tenía una feliz sensación de que pasarían muchas cosas buenas, y por supuesto que eso esperaba.

Subiendo las escaleras, vió a todos reunirse en la sala, y con ello, a BamBam sacando las cartas para jugar al Uno.

Realmente no tenía muchas ganas, por lo que su recorrido hasta el cuarto fue continuo.

Al abrir la puerta, su vista fue directamente a la cama, donde se acostó boca arriba, con sus brazos y piernas abiertas, y sus ojos apenas cerrados.

Por su mente pasaron dos cosas, ordenar un poco su ropa, y llamar a su madre, había olvidado decirle que ha estado bien, y muchas cosas más.

Estiró su mano para intentar tomar su celular de la mesa de noche, esperando que estuviera ahí, y afortunadamente sí.

Buscó el contacto de "Mamá ❤️", y presionó para una videollamada, hacía un rato que n hablaba con ella.

Dos, tres y al cuarto timbre pudo ver el rostro de su madre del otro lado de la cámara, esa hermosa mujer que sonrió al ver a su hijo.

La señora Choi estaba apenas avanzada de edad, pero si acaso se le notaba, sus facciones jóvenes seguían ahí, y esos preciosos ojos también. Esos ojos que YoungJae había heredado.

El de mechas sonrió ante la sonrisa de su mamá.

Jae, cielo, ¿cómo estás? ¿Estás comiendo bien?

Hola mamá— saludó, y su sonrisa no se borró—. Estoy bien, sí. ¿Tú cómo estás? ¿Y los chicos?

Estoy bien, hijo, no te preocupes por mí— del otro lado de la línea se escuchó la risa de su hermano menor—. Los chicos están bien, te extrañan mucho, Jae, te extrañamos mucho.

La sonrisa se le desvaneció un poco, él también extrañaba a su familia, quería verlos y pasar tiempo con ellos.

—Yo también los extraño a todos, ojalá pronto pueda ir— ladeó apenas su sonrisa.

Se acomodó mejor en la cama, sentándose un poco, para que su madre pudiera ver bien su rostro.

No te pongas triste, vendrás— dijo—. Hay alguien que queremos presentarte, así que espero sea pronto— sonrió.

—Oh, ¿quién?— frunció el ceño, viendo a su madre sonriendo más ampliamente.

Es una sorpresa— la señora Choi puso su dedo índice sobre sus labios, en seña de que no diría nada.

—Bien, okay— rió suavemente el chico.

¿Cómo va todo ahí? ¿Ya estás de vacaciones, no?

Sí— sonrió—. Nuestro grupo de amigos creció, y ahora somos algo así como un grupo, entonces salimos todos.

Oh, Jae, me alegro por ti, cielo— la señora hizo una mueca como limpiando una lagrima falsa, y luego sonrió—. Eso me pone muy feliz, ¿y dónde están ahora? Esa no parece tu habitación.

𖤜 Amnesia | ²ʲᵃᵉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora