•16: Estoy bien•

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Mark suspiró una vez más, frente a la puerta. ChangBin calmaba su cólera en intentos inútiles con palabras y acciones "suaves".

Pero Mark estaba tan indignado como las acciones de los amigos de su primo la noche anterior, que no había qué o quién le bajara aquella rabia.

Cuando la puerta se abrió, y BamBam le dejó entrar, el menor bufó, molesto y le miró mal, pasando. ChangBin dió una mirada de peña hacia el castaño por la actitud de su novio.

Al entrar, a quién primero buscó, fue a YoungJae, quién según JinYoung estaba dándose una ducha.

Al estar los cuatros en el lugar, Mark se cruzó de brazos, esperando a que alguno de los dos le diera las explicaciones, pero al ver que ninguno tenía intenciones de hacerlo, habló.

—¿Y? ¿Quién de ustedes dos princesas me va a decir qué demonios le pasó a mi primito anoche?

Al ver hacia ChangBin en busca de ayuda, el de gorra apartó su vista, evitándolos y haciéndose el desentendido.

BamBam -quién había sido presente de todos los acontecimientos- desarrolló la historia a detalle para Mark.

Desde los dolores de cabeza, hasta esa misma mañana que el mismo YoungJae, había despertado.

Escuchando, Tuan estaba completamente indignado y molesto, pero aún así debía de mantener un poco de la calma.

—¿Y por qué no me llamaron, par de inútiles?

—Primero, cálmate que estás muy agresivo— agregó JinYoung.

—¿Y cómo quieres que me calme, si YoungJae, mi primo, el chico del que estoy a cargo, tuvo una crisis anoche y ustedes, sabiendo la responsabilidad que tengo con él, no me llamaron para al menos decirme si estado?— preguntó, o más bien, exclamó furioso, Mark.

BamBam estuvo por abrir la boca para defenderse, pero la puerta del baño fue abierta, llamando la atención de todos.

—Estoy bien, hyung— decía el de mechas, cerrando la puerta detrás de él.

Mark automáticamente corrió hasta el menor, tomándolo de los brazos, y rodeándolo con los mismos, estrujándolo contra sí.

—Oh, Jae— su voz se había roto en cuento se tocaron—. Me preocupe mucho por ti, bebé.

—Hyung-

YoungJae se detuvo al escuchar los sollozos por parte de Tuan.

—¿Estás bien? ¿Recuerdas todo?

—Sí, hyung, tranquilo.

Mark se separó de YoungJae, limpiando las lágrimas restantes, para tomarlo por los hombros.

Los otros tres especiaban el show desde atrás, callados, viéndose las caras el uno al otro con algo de incomodidad por estar presenciando esas escenas.

—¿Vas a quedarte aquí todo el día?— YoungJae asintió—. ¿Solo?

—Todos ustedes tienen clases, no pueden faltar por mí, y aunque quieran, me voy a negar.

—Sobre eso-

Mark volteó con cara de pocos amigos y ganas de matar, hasta donde venía la voz; JinYoung se calló.

—No quiero que te quedes solo, quizá uno de esos cabezas huevas pueda quedarse, o JaeBeom-

YoungJae frunció el ceño, extraño por el nombre que volvía a escuchar.

—¿Tú también conoces a ese tal JaeBeom?— interrumpió a su primo.

Y entonces Mark volvió a llorar.

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