Las Monjas - Especial de Halloween 2020

7 ¿Qué significa esa corazonada?

¡Hola a todos! Aquí Coco, quien por fin está finalizando el especial de Halloween que todos queríamos, y que está de nuevo muy contenta y en paz reviviendo ese mágico sentimiento que ya habíamos experimentado antes UwU Nos reímos, nos asustamos... nos ruborizamos y más, fufufu 7u7 Pero incluso lo bueno tiene su fin, y como aún nos queda mucho camino para nuestra restauración total, debemos sonreír y dar un nuevo paso hacia adelante ^u^

Muchas gracias por haberme acompañado hasta aquí cocoamigos. Ha sido maravilloso, mágico, divertido, y aún nos esperan muchas otras aventuras como esa pronto <3 Estén atentos a las coconoticias para saber el nombre de los ganadores de la cocotrivia, y sin más, me despido para que disfruten de el clímax y conclusión de esta halloweenesca historia.

¡Boo! *0*

6.En mi historia La princesa y la mendiga, la princesa Liz de Danafor originalmente era malvada. ¿Cierto o falso?

VI. Oh sí, hablamos de ropita 7u7 pudieran disfrazarse de algo para la próxima fiesta de brujas, ¿de qué sería? No importa si es fiesta de disfraces o salir por dulces, me gustaría que me dijeran de qué sería su disfraz deseado perfecto, ¡hechícenme con su belleza hipotética!

***

—Arden... ¡Mi Arden!

—Deldry...

—Uy, lo siento. —El padre Meliodas tuvo que cerrar de golpe la puerta que acababa de abrir, ya que en el interior, una parejita de adolescentes estaba en pleno acto sobre el sofá de una sala de estudio. La diabla peliverde agitaba las alas desesperada, permitiendo que el peliazul la penetrara por atrás con una mano sobre su pecho y la otra entre sus piernas, parando cada que podían para besarse desesperadamente.

—Infantil, inmaduro, ¡inepto!

—¡Perra cursi!

—¡Kyaaa! —Eso decían, pero a pesar de hablarse tan duramente, era obvio que sus sentimientos eran otros. Ella abrió las piernas para darle mejor acceso, y tuvo que apoyar las manos sobre el cojín para soportar la fuerza y velocidad de las embestidas—. Aaah... ¡Aaaahhh!

Los gritos se escucharon en la distancia hasta que el padre y la monja llegaron a la cocina, y en cuanto hubo silencio, una rápida mirada bastó para que ambos terminaran completamente ruborizados.

—U... una disculpa señor. Aquí siempre es así, solo...

—No tienes que disculparte linda. Sé de lo que es capaz este demonio. Aunque ellos no parecían necesitar mucha ayuda de su magia —La monja tal vez se hubiera ruborizado más, de no ser porque se estaba sintiendo tan débil que ya ni la sangre le subía a la cara—. No te ves bien, ¿quieres que descansemos un poco?

—¡Claro que no! Debemos encontrar la llave rápido. Dígame, ¿ya sabe donde podría estar?

—Tiene que estar por aquí. En esta ala, en este piso. El hermano Zeldris me contó su sueño con lujo de detalles, y la hermana perdida definitivamente debe estar en un punto entre la puerta principal y la despensa.

—Entonces no nos rindamos, tenemos que...

—¡Señorita! —Apenas a tiempo, el rubio atrapó a la pobre joven, que había sufrido una especie de desmayo y que acabó cayendo redonda en sus brazos—. No, no, no. Por favor, despierte.

—Estaré bien...

—No —dijo el ojiverde repentinamente serio—. No lo estará. ¿Es él verdad? —La pálida albina trató de desviar la mirada para huir de la intensa mirada del padre, pero de nada le valió para evitar oír la verdad—. Se está debilitando porque él le está quitando los poderes. Por ayudarme a mi, ¿no es verdad?