ESCENA V

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ORSINO: (entrando) Violo. 

VIOLA/VIOLO: Presente señor, aquí dispuesto a todo servicio. 

ORSINO: Ha pasado casi un año ya de la muerte del hermano de la duquesa Olivia y nos aprestamos a celebrar un nuevo día nacional de Irilia. Por tanto, jovencito, es hora de trabajar.Tú ya sabes todo sobre mí, te he abierto el libro donde escondo lossecretos de mi corazón.Llega hasta Olivia, cuéntale que soy yo quien te envía y nopermitas que te rechace. 

VIOLA/VIOLO: Así lo haré, mi querido señor. Mas, si es verdad que la señora figura lloriqueando el día entero, no sé si tenga muchas ganas de recibirme. 

ORSINO: Anda mas allá de todos los límites que impone la cordura y lacortesía. ¡Te saltas todas las reglas! ¡Y no se te ocurra volver sinresultados! 

VIOLA/VIOLO: Muy bien, consigo verla... ¿Qué le digo? 

ORSINO: (muy encima de Viola/Violo) Descúbrele entonces toda la pasiónque hay en mí, sedúcela hablándole de mi fe sincera. Tú sabrás, con tus encantos tan particulares, transmitirle mi dolor. La elocuencia y belleza de tu juventud serán la llave perfecta paraabrir la cerradura de su corazón. 

VIOLA/VIOLO: No lo creo, no va a resultar. 

ORSINO: Créelo mi querido cachorrito, mira que con tu vocecita de cristal y tus labios suaves y encendidos la harás dudar de todo. Tú lo harías muy bien de mujer... A ti te destinaron los Dioses paraesta empresa. Si logras tu propósito, querido jovencito, quedaremos unidos de aquía la eternidad. 

VIOLA/VIOLO: Lo voy a intentar. Seduciré a la dama.(aparte) ¡Complicada empresa!¡Coquetear en su nombre cuando lo quiero por marido!

NOCHE DE REYESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora