Sala de música del castillo de Olivia. Vemos a Malvolio en sus estudios de hannon en el piano a toda velocidad por el teclado, mientras a prudente distancia, encaramados en una colina con sendos binoculares, se encuentran Toby, Fabián y Andrés. Luego llega María.
TOBY: (a Fabián) ¿Y a ti quién te invitó?
FABIÁN: Este ultrareligioso y ultrapiadoso señor...
ANDRÉS: No fue esa la pregunta.
FABIÁN: Se acuesta con mi mujer.
TOBY/ANDRÉS: What?
FABIÁN: Viste María, te dije que aparte de viejos eran tontos.
ANDRÉS: Puta, el insolente. ¿A vos quién te autorizó...?
MARÍA: Silencio. Este es el momento en que deja sus espeluznantes escalas y toma su libro de Beethoven y ahí debiera encontrar la...
MALVOLIO: ¡Dios!
FABIÁN: Lávate la boca antes de nombrar a Dios.
MALVOLIO: Dios, esto no puede ser.
FABIÁN: Puta y dale...
MALVOLIO: En realidad sí puede ser. María alguna vez me dijo que de enamorarse mi señora, lo haría de un hombre de mi nivel.
TOBY: Cuál de todos los niveles.
MALVOLIO: De mi estatura, de mi capacidad.
TOBY: ¿Capacidad para qué?
ANDRÉS: ¿Por qué no lo matamos de un balazo?
FABIÁN: Un balazo directo a la cabeza.
TOBY: Tranquilos señores, tranquilos.
MALVOLIO: Tengo la experiencia que me ha dado Isabel.
FABIÁN: Mejor un balazo en las pelotas.
ANDRÉS: ¿Quién es Isabel?
MARÍA: (refiriéndose a Fabián) Su mujer.
ANDRÉS: Sí, mejor en las pelotas.
MALVOLIO: Veamos que tenemos aquí (lee en voz baja).
ANDRÉS: Pero este idiota se puso a leer en silencio. ¿Cómo vamos a saber que dice la maldita carta?
MARÍA: La escribí yo, tarado.
TOBY: ¿Y...?
MARÍA: Nada... Que estaba enamorada de él, que amaba su risa loca.
TOBY: ¿Su risa loca?
MARÍA: Si y también esa manera estrafalaria de vestirse.
FABIÁN: Pero si ese mojigato viste de negro.
MARÍA: En la carta le pide que cambie por completo sus costumbres y que busque colores vivos y telas brillantes, que se dé con la huasca por las noches pensando en sus pechos, que se apriete el silicio a la altura de las ingles hasta quedar mora'o...
TOBY: Que pluma notable, ¿lo redactaste tú?
MARÍA: Por supuesto y me reservo lo que le pide que haga con las velas.
MALVOLIO: ¡No!
MARÍA: ¡Sí!
MALVOLIO: No, no, no, pero qué mujer adelantada.
MARÍA: Además, le pide que si quiere tener acceso a su delicada flor que aún no ha sido visitada por abejita ninguna...
MALVOLIO: Ahora verás lo que es un abejorro.
ANDRÉS: ¡Yo te voy a enseñar lo que es una lanceta!
FABIÁN: Yo te voy a mostrar lo que hago con tu lanceta.
TOBY: Estuviste brillante, María, veo que no te privaste...
MARÍA: Para nada... y que si quiere llegar hasta su bella flor tendrá que sorprenderla con algo desatadamente lujurioso...Y si no me falla la memoria en este momento debiera comenzar a practicar un...
Malvolio suelta un Do de pecho nunca visto.
MALVOLIO: Dooooooooooooooooooooooooooooooo!
TOBY: Oh my God, please come to me in this moment. (Oh mi Dios, ven a mí en este momento, por favor)
ANDRÉS: ¡Jesucristo! ¿Qué fue eso?
FABIÁN: María, ¿cómo se te ocurre ponerlo a cantar ópera? Es totalmente impresentable.
TOBY: Por favor alguien que lo calle.
MALVOLIO: Oh Dios, Oh Dios del cielo. Oh Dios, a ti se levanta nuestra voz.(Trompetería).
TOBY: No lo puedo creer (poniéndose de pie) El himno nacional de Irilia.
ANDRÉS: (Poniéndose de pie y poniendo su mano en el corazón)Oh Dios esto no puede estar sucediendo. La colorada! ¡Dónde quedó la colorada?
MARÍA: (sacando su bandera de Irilia. La colorada)La patria nos llama, caballeros.
El escenario comienza a transformarse, hasta todos llegar a la plaza pública desde donde todos entonan el himno de Irilia rebozados de patriotismo y erotismo placentero. (Cantan )
ORSINO: Pueblo de Irilia, ¡hora del nostro amor!
MALVOLIO: Todo por ti, por tus amores bellos, los corazones saltan de amor
TODOS: Oh nuestra Irilia, todo placer.
Oh libertad, es mi tierra.
Oh nuestra patria, muero por ti.
Gloria a tu nombre, glorias a ti
Se van todos, queda Olivia y Violo/Viola